Es curioso que ese sea el recuerdo más claro que poseo de aquel día... Cada vez que las ruedas de caucho rodaban pesadamente por la acera que cubrían el frente del Red Line Emergency, yo dirigía mi mirada hacia sus puertas, cerradas y ausentes, aunque llenas de movimiento. Vagamente pensaba que para mí este tal vez sería el mejor día de todos, y que para otros, por el contrario, había llegado el día que tanto habían estado evitando, esquivando con curvas peligrosas por toda su vida. que todo lo que su mente había sido capaz de imaginar había dado un giro hacia la malicia, y que su vida probablemente se estaba desfalleciendo poco a poco, o al velocidad que viajan las estrellas por el negro espacio.
Todo sucediendo entre esas puertas, encerrado en esas paredes color verde aqua. Era algo fantástico ¿no? Tener tantos sucesos aconteciendo al mismo tiempo, algunos terribles y otros gloriosos, y todos en un mismo lugar esperado a ser despojados de las mantas que los crubrían y que los mantenían ocultos.
Un pensamiento demasiado absurdo tomando en cuenta el estado de la desquiciante situación.
Era la primer vez que sentía algo así... Recordando mis antiguos días en la secundaria... La voz del maestro de Educación Física resonaba en mis oídos:"¡Rápido! ¡Rápido! ¡Sigan corriendo! ¡___(tn) quiero verte mover esas piernas!" Acompañado de una especie de ardor punzante y palpitante que amenzaba a mi corazón con sacarlo de sus estrechas casillas. Aquel dolor tan horrible... Lo recordaba perfectamente, claro como el amancer en la Antártida. Y ahora, luego de cinco años de haber estado ausente, me atacaba de nuevo y venía a mí. estaba a punto de lograr su mayor objetivo de azotarme contra el piso con sus nuevas fuerzas renovadas. Quedarme tirada a tres pasos de las puertas del lugar donde se hallaba mi razón de respirar y de mi corazón para seguir bombeando sangre a través de mis delgadas venas... El lugar donde sus ojos azules estaban a punto de cerrarse por siempre, y nunca volver a ver el verde de los míos ¡Qué patético!
Un agotado resoplido acompañado de un doloroso quejido se escapó de entre mis labios.
No podría rescatarlo si moría aquí ¿verdad?
Pero cada quien tenía una marca de resistencia, y la mía estaba a solo momentos de vencer.
El cristal de las puertas se derritió, tornándose en un humo apenas visible para mis ojos. Mis rodillas vieron su caída en el cemento y sentí cómo se hundían pequeñas piedritas de la grava. Mi cabeza comenzó a calentarse como un auténtico horno para pizzas. Sentía como cada gota de sudor resbalaba por mi sien, seguía su camino hasta mi mejilla, seguía deslizándose hasta tocar la piel de mi cuello y finalizaba su corto lapso de vida con un estruendo en el piso.
Mi siguiente inhalación se pareció mucho más a un suspiro de lamento y despedida que a una simple respiración. "No, ahora no, no puedo, ya no puedo... Ya no" Palabras atravesaron mi subconsiente como balas de revólver, tratando de safar todas las piedrillas que se habían hundido en los espacios de carne cortada y sangre seca en mis rodillas. Y sirvieron, pero no lo suficiente como para llenar mis poros de oxígeno una vez más.
Y de repente, solo era él. Y la promesa supuestamente inquebrantable que estaba a punto de romper.
Un paso, dos pasos...
"Recuerdas como mover esas piernas ___(tn)"
Atravesé las puertas, crucé la sala de espera. Había vencido. Lo había logrado. Y ahora solo había que dejar que lo que me había unido a Niall desde el principio, aquella fuerza misteriosa y de extraña procedencia, me guiara hacia la puerta correcta. Y hasta mi ángel.
No podía creer que lo estaba haciendo, no podía creer la sorprendente vitalidad que me embargaba y no me soltaba. Era maravilloso... La manera en que aquella cosa me dirigía hacia él. El modo en que serpenteaba en el hospital, corriendo y solo guiándome por el impulso e instinto. Y estaba segura de ello, porque en mi mente no cabía duda alguna.
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Mi Ángel De Ojos Azules♥ (A Niall Horan Fanfic) {Editando}
FanfictionSolo era una chica ordinaria. Algo solitaria, con una triste historia oculta en su interior, y que nadie excepto ella conoce y siente. Toda la vida había estado buscándolo, pero el amor, esa persona especial, nunca llegó. Toda esperanza estaba perdi...