CAPITULO 22: PISTAS

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Todos entramos en el auto, Carl estaba en el asiento del conductor y Daphne en el del copiloto. Los demás estábamos en la parte de atrás, un poco apretados pero eso era lo de menos.

—¿Hacia dónde? —Preguntó Carl pidiendo un rumbo.

—Ve donde nos encontraste, sería un buen lugar para empezar —Respondí.

—Bien, ¿Y cómo son ellos? —Añadió otra pregunta.

—Julian es de cabello mono, casi la misma estatura que tiene William, blanco y patillas que van hasta la mejilla. Y Rachel es morena, pelo negro y un poco baja de estatura —Describió Mariana.

—Bien muchachos, ya escucharon —Agregó James —Ahora vamos por ellos.

Carl aceleró poco a poco para no hacer ruido con el motor, ya a una distancia un poco alejada avanzó normalmente.

Después de unos 3 minutos llegamos a la montaña donde habíamos caído en el auto, la nostalgia llegó repentinamente al saber que aunque estábamos cayendo en picada, seguíamos juntos. Era de hora de encontrarlos y tenía esperanza de que seguían vivos

Bajamos del auto y empezamos a descender la montaña, vi el auto que antes usábamos. Estaba totalmente negro debido a que se incendió. Al llegar hasta su posición Carl se agachó para ver el interior del auto, afortunadamente no había nadie, pero si encontró lo que al parecer eran armas inservibles.

—Aquí no están.

Fue lo único que dijo. Seguimos caminando y no encontrábamos nada, ningún indicio de su paradero. Daphne decidió trepar un árbol que estaba a su derecha para poder divisar mejor el terreno y darnos una idea de donde podrían estar.

—Veo unas cuantas casas abajo pasando el río—informó —Si tenemos suerte debieron dejar algo.

—¿A qué te refieres? —Preguntó Mariana.

—Alguna fogata apagada, o desorden en las casas, algo como eso.

Mariana asintió con la cabeza y decidimos ir a esas casas, era lo único que teníamos.

Después de 10 minutos llegamos al río, el agua nos llegaba hasta las rodillas y la corriente era un poco fuerte. Las piedras que había en el fondo eran muy resbaladizas y eso dificultaba nuestro avanzar, pero no era algo de otro mundo. En el medio del río el cual era ancho, vimos unas burbujas salir, parecía que alguien estuviese allí abajo acechándonos por así decirlo. Daphne preparó su arco y sacó una flecha de la funda de su espalda, tensó la cuerda y disparó. La flecha entró en el agua pero al parecer no había nada allí.

Todos nos miramos y decidimos seguir avanzando. Sin esperarlo, Daphne pegó un grito y entró al agua con brusquedad, como si algo la hubiese succionado, empezó a chapucear en el agua como si estuviese peleando con algo hasta que le ocurrió lo mismo a Carl, poco después a Mariana y de repente a mí. Sentí que algo me tomó del pie y jaló de él haciendo que perdiera el equilibro y cayera en el agua boca abajo. Empecé a batallar como los demás logrando ponerme boca arriba con mucha dificultad. En medio de la visión verdosa y borrosa distinguí una mano que estaba medio descompuesta, me tomó del pecho y me puso en el fondo del río. El aire que tenía en mis pulmones ya no me servía, necesitaba otra bocanada de aire. Vi unos dientes amarillentos acercarse a mi cuello, sentía esos asquerosos dientes cerca de mi yugular. Con mi mano derecha logré tomarlo de la garganta y con la otra lo agarré del pecho... para ser más exactos de una costilla, lo empujé hacia la izquierda y logré levantarme rápidamente. Vi a Carl librarse por completo y a Daphne levantarse. Sentí nuevamente que me tomaron del pie, por instinto tomé aire y caí nuevamente al agua sintiendo un fuerte "planchazo" en mi pecho. Ésta vez el zombie acuático se movía con más fuerza y me era mucho más difícil de sostenerlo o batallar con él. Su fea y asquerosa boca se acercaba más a mí, tenía demasiada fuerza y no podía aguantar más. Mi cuello estaba ya a 1 centímetro de sus dientes, trataba de alejarme pero era inútil. De repente, la cabeza del engendro se empujó hacia la izquierda y dejó de forcejear. Al ver más claro vi que tenía una flecha incrustada en su cabeza. Me levanté asustado y respiré nuevamente.

El Despertar ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora