CAPITULO 100: CONFIANZA

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*Antes de empezar el capítulo, quiero enviarle un saludo especial y un abrazo a AbyLuco :D. Empieza el cap*

El científico:

Después que saliera de esa habitación y con el perro en mis brazos, me fui a mi cuarto, allí lo puse en el suelo, le acaricié la cabeza y comencé a revisar su cuerpo para ver cuantas heridas tenía. Estaba muy débil, trataba de hacer unos cuantos chillidos, pero no era capaz. Le levantaba las patas y se las palpaba para averiguar si estaba fracturado, pero todo parecía estar a la normalidad. Le palpé parte del pecho y su vientre y justo cuando lo retiré, sentí mi mano un poco húmeda. Me revisé la palma de la mano y pude ver unas cuantas manchas de sangre. Puse al perro boca arriba y buscaba la herida. Poco después, vi una serie de pequeñas cortadas, y alrededor de éstas, se tornaba de un color entre violeta y verde.

-Espero que las hemorragias no sean tan graves -Dije mientras seguía revisando su pecho y vientre.

Cada que palpaba esa zona de color verde y violeta, por más suave que la tocase, el perro se desesperaba y emitía chillidos débiles y apagados.

-Esto no me gusta -Dije por lo bajo -Pero ¿Qué fue lo que te hicieron? Malditos cobardes.

Revisé su cabeza y pude ver que tenía varias cicatrices en su hocico, era ya de hace tiempo... ¡Claro!, sus antiguos dueños, de seguro le hicieron algo al pobre perro. Una razón más para odiar a esos imbéciles.

Necesitaba calmantes y morfina para calmarle el dolor al perro y poderlo tratar y cuidar con más facilidad, para ello debía saquearlas, porque si decía que era para el perro, obviamente no me iban a dar nada. Afortunadamente era el científico de la base y tenía mi excusa perfecta para todo "Lo necesito para hacer pruebas con los prisioneros"

Pasados ya 30 minutos aproximadamente, Fred llegó, abrió la puerta y la cerró. Yo al principio me estremecí creyendo que era otra persona, pero después me dio un gran alivio. Fred al girarse y al verme arrodillado junto con el perro, abrió los ojos y exclamó susurrando:

- ¡¿Qué hace ese perro aquí?! ¡Te pueden matar si lo ven aquí y junto contigo!

-Dime algo que no sepa -Le respondí.

- ¡Esto es serio!

- ¡Lo sé! Pero es el único animal doméstico vivo que he visto desde que toda esta mierda empezó. ¡Hay que cuidarlo! De hecho, tengo pensado escaparme con él.

- ¿Escaparte? Por favor, no vas a ser capaz de pasar un solo centímetro fuera de la entrada. Todo está vigilado las 24 horas, por favor.

-No sé cómo, pero hallaré la forma... Además, no estás ayudando mucho que digamos.

-Te dije que también quiero irme de aquí, pero es muy complicado. A pesar de haber sufrido tanto con Big no has captado la gravedad de la situación.

-Éste perro no merece lo que le están haciendo. ¡Mira!, le han golpeado -Le enseñé el vientre.

-Wow... Pero... Eso se ve muy mal.

-Lo sé, ¿Ya ves por qué quiero sacarlo de aquí?... O por lo menos lo mantendré escondido.

-No es por desearte la mala suerte, pero Big no va a tardar en darse cuenta de que tú lo tienes.

-Recuerda, tengo mi excusa.

Fred se quedó observando al perro por un momento y le acarició suavemente la cabeza.

- ¿Aquí hay morfina? -Pregunté nervioso.

-Si... Creo que sí.

- ¿Dónde y cómo la consigo?

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