CAPITULO 114: INCOMODIDAD

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Julian:

Mis brazos los sentía muy entumecidos, el no moverme por mucho tiempo me estaba afectando. Los pies los tenía dormidos y sentía como si me estuviesen enterrando mil agujas. La cabeza en ocasiones me dolía, no habíamos comido o bebido algo... Esto nos estaba desgastando poco a poco. Jhon estaba muy inquieto, movía su cabeza con brusquedad a todos lados como si buscara algo, se le podía notar sus nervios y su miedo.

Mariana y Rachel estaban muy calladas, estaban quietas sorpresivamente y Carl, era el más tranquilo de todos, en ocasiones respiraba profundo y nos decía uno que otro chiste para cambiarnos el ánimo, aunque esos intentos, la gran mayoría de veces eran fallidos.

yo, por otra parte, me sentía muy agobiado. Necesitaba moverme, aunque fuera un poco, las sillas eran muy incómodas y las cuerdas estaban muy apretadas.

—Rachel... —Dije—¿Cómo te sientes?

Ella me observó un poco cabizbaja y respondió:

—No sé cómo responder a eso, estoy mal... Estamos mal, todos estamos en la mierda.

—Entendía su inconformidad. De hecho, poco a poco nos estábamos volviendo locos, excepto por Carl, que demostraba tener mucha paciencia y tranquilidad.

Me quedé observando a Rachel y le dije:

—Ojalá pudiera darte una caricia y un beso para calmarte.

—No te preocupes —Sonrió—Con el hecho de verte aquí conmigo me haces sentir bien. Solo que hay momentos en los que todo parece ser el final.

Jhon rápidamente nos observó y después apuntó con sus ojos a Mariana... Creo que Rachel no debió decir eso en voz alta, pues William no estaba, y, por ende, Mariana se iba a sentir mal ya que estaba sola. No hubo reacción alguna por parte de Mariana, quizás no había escuchado bien... O se estaba haciendo la que no había escuchado nada. En cualquier caso, eso era algo muy hiriente para ella, ya que no teníamos ni una sola noticia de él. No sabíamos qué le había pasado, si seguía con vida, si le estaban haciendo algo... Que era lo más probable. Necesitábamos saber algo de Will, toda esta intriga hacía que pensáramos cosas peores y graves.

Mientras observaba a Mariana, pude ver que, a un costado de la puerta, había un pedazo de hierro suelto que parecía tener filo. Sin decir nada, empecé a moverme tratando de dar saltos e ir avanzando poco a poco.

Todos me observaban confundidos y Jhon soltó la pregunta obvia:

—¿Qué haces?

Yo seguía tratando de avanzar, sin responder. Estaba concentrado, ya que un error podía hacer que cayera al suelo.

—Julian... Responde —Insistía.

Me detuve en cierto punto para descansar, pues era agotador. Lo observé y le respondí:

—Junto a la puerta hay un pedazo de hierro suelto, lo sostiene la pared y parece ser filoso. veré si puedo cortar la cuerda con eso.

Todos dirigieron sus miradas hacia donde estaba lo que había dicho y Carl respondió:

—Es mejor que te quedes quieto y no gastes energías que puedes usar más adelante.

—¿Más adelante? Más adelante nos van a matar, necesitamos irnos de aquí.

Mariana exclamó:

—¡Julian tiene razón! No creo que haya más oportunidades de salir de aquí. Hay que ir por William y escapar.

—Muchachos, es mejor que esperemos otro tiempo, hay que tener paciencia. Mientras tu tratas de cortar la cuerda, pueden llegar los hombres de Big... Y si te ven haciendo eso te matan en frente de nosotros —Insistía Carl.

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