El Despertar Z

CAPITULO 56: SENSACIONES

Todo era de locos, hace momento habíamos visto como las personas se suicidaban al lado de las tumbas de sus seres queridos y como si fuera poco, la manera en que Carl observaba ese cuchillo me preocupaba.

- ¡¿QUE ESTÁS HACIENDO?! ¡VÁMONOS! - Le grité.

- ¡CARL! - Gritó Julian para llamar su atención.

De repente Carl nos volvió a observar y corrió con nosotros con el cuchillo en su mano.

- Lo siento, es que este cuchillo se parece mucho al que mi padre usaba y me trajo recuerdos de repente. - contestó un poco apenado.

No le respondimos ya que lo único que nos importaba era largarnos de ahí.

Al llegar de nuevo a la casa, Mariana y Toby se alegraron de vernos. Acaricié a Toby en su cabeza y después saludé a Mariana con un beso.

- ¿Qué ha pasado? - Preguntó con mucha intriga.

- Esto se fue al carajo, así de simple - Respondió Rachel.

- Todos se suicidaron... o se siguen suicidando no podemos hacer nada, aparte de que están envueltos por la depresión también están muy violentos. - Agregué mientras me sentaba en el suelo dando un suspiro.

Mariana abrió los ojos por la impresión y preguntó:

- ¡¿Que están haciendo que?!

- En pocas palabras, ya no queda nadie vivo... Bueno sí, los que alcanzaron a sobrevivir a la guerra pero son muy pocos. - Dijo Julian.

- Lo bueno es que aún no saben lo que está pasando - Aclaró Carl mientras seguía observando el cuchillo.

- Pero no tardarán en darse cuenta - Aseguró Rachel.

- No lo sé, pero si quedamos pocos creo que a ellos no les va a gustar. - Agregó Alexander.

- ¿A que te refieres?

- Si ellos ven que hay pocas personas en este poblado pueden suceder muchas cosas. La primera opción es que se vayan, cosa que no creo mucho. La segunda opción es que se suiciden como lo hicieron los demás, sé que suena algo estúpido pero ahora espero cualquier cosa desde que vi lo de hace rato, y la tercera es que se queden pero con cierta inconformidad. - Respondió un poco tímido.

No sabíamos si eso era una gran estupidez o si tenía sentido, pero con todo lo que había pasado no descartábamos nada.

- ¿A alguien más no le agrada como Carl ve ese cuchillo? - Preguntó Mariana con miedo.

- Tranquila, no haré nada. Éste cuchillo me recuerda mucho a mi padre, como dije antes, él usaba mucho uno como éste y me trae recuerdos, es sólo eso.

Lo observamos por un instante y después hubo un pequeño silencio.

- ¿Qué vamos a hacer? - Pregunté.

- No lo sé, habrá que esperar y ver lo que sucederá - Dijo Carl levantando su mirada.

Cualquier cosa podría pasar, pero de todos modos nos preparábamos para lo peor.

- ¿Y si de repente quedamos solos aquí? - Preguntó Mariana suponiéndolo.

- No lo sé quizá nos tengamos que ir también - Dí mi opinión.

- ¿No sería algo estúpido?, tendríamos un terreno amplio sólo para nosotros, estaríamos más seguros, viviríamos en confianza. aunque nos tocaría salir para buscar comida y eso, reconstruir el muro. - Aclaró Alexander.

- ¿En serio quieres quedarte aquí hasta que mueras? Yo por ejemplo buscaría una salida a todo esto, en algún punto del planeta se debe estar planeando una cura, construyendo una ciudad segura en la que todos sean normales, sinceramente me aburriría estar aquí siempre - Le contestó Rachel.