CAPITULO 40: EXPECTATIVA

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Todos los que estaban presentes en ese momento estaban muy decididos. Su entusiasmo era notorio pero había un pequeño detalle que era preocupante.

Sin duda esas personas nunca habían matado a alguien, lo cual era normal, pero había que hacerles entender que si ellos no lo hacían terminarían muertos en manos de los Cuervos Rojos.

Jerry, al ver los gritos de las personas y sentir el potencial que ellos podían tener, dijo:

- Van a ser recompensados, pero no miren eso. El objetivo es defendernos y sobrevivir.

Dicho esto, bajo de la tarima. Se podía ver cómo las gotas de sudor bajaban por su cabeza debido a la tensión y por tantos gritos.

Jerry al vernos, se acercó y nos pidió que lo acompañáramos. Lo seguimos hasta una casa de color blanco y entramos con mucha intriga.

Llegamos a la sala principal de la casa, se podía notar que estaba muy agitado y nervioso pues jamás había pasado por estos momentos.

- Bien, en esta hoja tengo un pequeño inventario de las armas que hay en este momento incluyendo las de los guardias.

- Perfecto - Dije - Veamos que tipo de arsenal hay.

Al ver el contenido, empecé a maquinar una estrategia. Habían dos armas de francotirador, cinco minas, cuarenta M4, quince AK-47 y diez granadas de fragmentación. Y la buena noticia era que teníamos una buena cantidad de municiones.

- ¿Ustedes de donde sacaron tantas armas? - Pregunté.

- Posiblemente vinieron de parte de los Cuervos Rojos o de un saqueo que se hizo al batallón de Manizales. No estoy seguro pero lo bueno es que contamos con armamento.

- Lo veo un poco difícil. - Dijo Carl.

- ¿Por qué lo dices? - Preguntó Jerry un poco alterado.

- Bien. Sucede que hay pocas minas y pocas granadas. Hay que usarlos sabiamente porque cada uso cuenta. Además vamos a llamarla atención de los zombies así que en esta pelea van a haber tres bandos, y no sólo eso, sino que el muro va a colapsar de alguna manera.

- Hay que estar preparados para lo que sea. Hay muchos riesgos pero es lo que tenemos.

- Déjame pensar - Interrumpí la conversación.

Carl y Jerry me observaron. Una idea pasaba por mi cabeza así que la expliqué:

- Podemos poner dos minas en la carretera y tres en la entrada.

- William... - Me interrumpió Jerry.

- Afuera hay pavimento, se van a notar. Además no podemos hacer agujeros porque más se notaría.

En ese momento me dí cuenta que no era viable, hasta que se me ocurrió lo siguiente:

- Tenemos prácticamente un bosque en frente del poblado, podemos llenar de tierra una parte de la carretera y problema resuelto.

- Me gusta eso, pero igual van a sospechar. - Contestó.

- Bien, entonces por ahora dejemos las minas y concentrémonos en la posición de las personas. Los dos francotiradores que estén en las torres de vigilancia, así nos avisaran cuando esos malditos se acerquen y podrán dispararles mientras llegan. Por otro lado, debemos hacer barricadas o algo para cubrirnos.

- Eso suena bien, me gusta... Yo me encargo de liderar a las personas. Oye Will, tu estarás de francotirador. He visto que eres muy atento y eso nos sería de mucha ayuda.

En el momento en el que me dijo eso, recordé el primer francotirador que tuve en mis manos y seguido de esto, un recuerdo invadió mi mente. Acepté, pues una de mis armas favoritas eran de esa clase. 

Al atardecer: 

Las barricadas ya estaban a punto de terminar, tres de las minas las ubicamos al borde de la carretera para después dispararles y dos en la entrada del poblado. Las personas ya habían aprendido a manejar sus armas y lo mejor de todo a moverse en el campo, esto era esencial. También se les repetía a las personas constantemente que debían matarlos y sin tener remordimiento ni miedo, Se les decía que era la única manera de mantenerse con vida y triunfar. 

Las personas estaban temerosas, y muchas especulaciones estaban recorriendo entre todas las personas. Jerry, se me acercó, me entregó un francotirador de cerrojo y me dio unas cuantas indicaciones a la hora de usar el arma.

Fuimos a casa, estábamos todos reunidos en la sala, Toby al sentirnos entrar y vernos cruzar el dintel de la puerta, empezó a saltar de emoción, a mover la cola y a ladrar de felicidad. Me agaché para darle un fuerte abrazo, seguido de esto, nos sentamos en la sala, un silencio reinaba en el ambiente y como si fuera poco, teníamos que llenar los cartuchos de nuestras armas. 

- Espero que ninguno de nosotros muera - Dijo Julian mientras tomaba una bala y lo metía en un cartucho.

- Va a morir gente y es inevitable, sólo espero que no mueran mucho de los nuestros. - Decía Rachel cabizbaja.

- Debemos animarnos, sé que lo que se viene es muy feo y posiblemente vayamos a morir...

- Gracias por esa moral - Le interrumpí a Mariana sarcásticamente.

Ella sólo me observó de reojo y siguió hablando:

- Si trabajamos en equipo y nos adelantamos a sus movimientos podremos vencer.

No sabíamos cuantos hombres iban a atacar ni que clase de armamento tenían, pero temíamos lo peor. 

Ahora sólo quedaba esperar hasta el día siguiente, dónde la hora de la verdad llegaría.

Continuará... Capítulo 41.

*Hola ricolinos lectores 7u7. Sé que este capítulo estuvo muy pero que muy corto, pero sólo me enfaticé en esto para que después en el próximo capítulo, se metan en la escena y en la guerra xD. También quiero decirles que en éste capítulo también hay un mensaje subliminal... o bueno, más bien es un recuerdo, cuando le dicen a William que será de francotirador. ¿Que recuerdo es ese?. La pista es: William deja de estar solo o que llega alguien. Creo que éste esta muchísimo más fácil que el anterior xD. Espero que no se guíen por los comentarios y respondan antes de verlos. Espero que hayan entendido, es que soy nuevo en estos "juegos" xD.  Bueno, sin más que decirles, hasta el próximo capítulo.*

PD: Como les gustó lo de los mensajes subliminales haré muchos más 7u7.

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