William:
El dolor en los ojos ya había desaparecido pero había dejado mis ojos inservibles. Sólo escuchaba los pasos en el techo, los gemidos que hacían los zombies afuera y sus pies arrastrándose por el suelo mientras caminaban.
Sentía mucha ira pero a la vez tenía muchas ganas de llorar, el sentido más importante que yo consideraba se me había apagado.
Sentí que alguien puso una mano sobre mi pierna, dirigí mi cabeza hacia ella y sentí que Mariana me preguntó:
- ¿Cómo te sientes?
Yo no le respondí, me quedé callado y volví a mirar el suelo. Sentía que todos me estaban observando, sintiendo lástima por mí. También pensaba que tarde o temprano me abandonarían por mi condición, a lo mejor estaba exagerando pero tenía muchos sentimientos encontrados y mezclados.
Sentí que Alexander le dijo a Carl:
-No le hagan preguntas a William de lo que tiene o siente, es mejor evitar cualquier cosa de esas.
De repente cerca de nuestra casa se empezaron a escuchar gritos de una mujer y un hombre.
- ¡Fuera de aquí! -Gritaba el hombre.
Los pasos que habíamos escuchado en el techo comenzaron a dirigirse hacia el ruido, después de un tiempo los zombies comenzaron a gruñir y a golpear la puerta de la casa.
Se escucharon cristales romperse y después los gritos de miedo se convirtieron en gritos de dolor, los zombies habían entrado en esa casa y estaban desgarrando los cuerpos de esas personas.
- ¿Tanto les costaba estar en silencio? -Murmuró Rachel.
Todos estaban a la expectativa, las pocas personas que estaban vivas en el poblado estaban en riesgo de morir devorados.
Sentí que Toby se subió al sofá y se acostó sobre mi torso, le acaricie el lomo y después sentí un lametazo en mi mejilla derecha, posó su cabeza cerca de mi cuello. Sonreí un poco y después Mariana tomó mi mano.
-Todo va a estar bien -Me dijo.
Todo estaría bien para ellos, pero para mí ya era demasiado, aunque todavía tenía esas ganas de sobrevivir pero ya no tan fuertes como antes.
Mariana se levantó y caminó hacia los demás para ver que sucedía, abracé a Toby como si fuese un peluche y le besé la cabeza.
Los zombies al parecer no se marchaban, caminaban muy cerca de las casas gruñendo y mostrando sus podridos dientes.
Tiempo más tarde se volvieron a escuchar otros gritos, esta vez eran de una niña, un hombre y una mujer, un Killób los había detectado y habían empezado a golpear toda la casa.
Todo se estaba yendo al carajo en el poblado, como estaban las cosas había que irse.
Todos querían ayudar a esas personas, pero si salían de la casa terminarían muertos habían muchos zombies afuera, lo mejor era esperar a que se largaran por su cuenta.
-Es mejor que nos alejemos un poco de las paredes -Aconsejó Julian mientras retrocedía.
-Creo que es lo mejor -Agregó Carl.
Todos se sentaron nerviosos en el suelo y Mariana se sentó junto a mí.
- ¿Has sentido algo más? -Me preguntó Alexander.
-No.
Cuando contesté rotundamente hubo silencio, no tenía ganas de hablar con nadie y al parecer a todos les había quedado claro.
ESTÁS LEYENDO
El Despertar Z
TerrorEn un laboratorio, un experimento fallido es el inicio del caos en el planeta tierra. Un apocalipsis zombie es inmediato provocando muertes, catástrofes, tragedias y probablemente el fin de la humanidad. Un chico lucha por sobrevivir y buscar una sa...