CAPITULO 71: BIG V

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Cuando el científico entró al maletero con toda esa humillación, Big cerró la puerta fuertemente y dijo:

—Al parecer la suerte está a nuestro favor. Encontramos a un científico por lo que es posible que éste hombre haga experimentos y pueda fortalecernos.

Estaba contento, había tenido un hallazgo que no tenía previsto y por supuesto le venía muy bien.

Estaba atardeciendo, todos subieron a la camioneta y una vez cerradas las puertas uno de los hombres de Big dijo:

—Hasta con ese viejo en la cajuela se siente el olor de su mierda.

—Abran las ventanas, nos toca aguantar este hedor, ya pondré a que lo bañen en la base —Contestó Big seriamente.

Pasó el tiempo, todo ya estaba casi oscuro y de repente la radio de Big comenzó a sonar:

—Aquí espía.

Big inmediatamente reaccionó y comenzó a hablar con el sujeto:

—Aquí Big, ¿Qué novedades tienes?

—No tengo mucho tiempo para hablar, estamos buscando comida en la catedral, aproveché el momento ya que nos separamos.

— ¿Catedral? ¿Qué pasó con el poblado?

—El poblado se fue al carajo, ahora estamos en Manizales, buscando recursos y demás.

—Interesante... Sigue con ellos, me pueden ser de mucha utilidad para unos planes que tengo.

—Entendido. Por cierto señor, uno está ciego, hay un perro el cual puede ser una molestia y siguen vulnerables.

— ¿Ciego?

—Si, no se lo había notificado antes por ciertos motivos, siguen vulnerables. Emocionalmente están un poco jodidos igual, el ciego anda medio deprimido.

—Todo está mejor de lo que esperaba, vas a recibir tu recompensa después de que esos infelices estén en mi poder.

—Le advierto que tenga cuidado con Carl, el de la habilidad, puede ser peligroso y aparte de eso es valioso ya que es inmune al virus, creo que eso ya te lo había dicho.

—No recuerdo, pero de todas formas gracias, esta información me es muy valiosa.

—Entendido señor, le seguiré dando noticias, me tengo que ir, no quiero que sospechen de mí.

Big enseguida soltó su radio y dijo:

—Doctor, ¿Me escuchas?

El científico contestó desde el maletero:

—Sí.

— ¿Te interesaría hacer experimentos?

—Obviamente, es mi trabajo, además me encanta.

—Te tengo a unas personas para que puedas experimentar con ellas, haz lo que quieras con ellos, haz un antídoto o trata de crear algo que sea para mi beneficio.

— ¿En serio quieres que haga esa clase de cosas con personas?

—Si no quieres morir de una forma lenta y dolorosa supongo que tendrás que hacerlo.

—Tranquilo, está bien... Pero para eso necesito instrumentos, un laboratorio, luces, máquinas.

—Bien, bien, lo que sea, eso lo hablaremos más adelante, piensa lo que necesites, espero en estos días traerte a las personas para que las conozcas y sobre todo empieces con tu trabajo.

— ¿Y en cuanto a lo que necesito?

—Cuando salgamos de búsqueda de recursos vienes con nosotros, pero lo primero que hay que hacer es lavarte el culo, tu hedor está en todo el auto, es insoportable.

El Despertar ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora