(+21) (Libro 3) Las situaciones que sucedieron entre Adrián y Alysha causaron lo dolorosamente inesperado. Sin embargo, a pesar de que la última intención del médico cirujano fue para protegerla de sí mismo y sus demonios, este no pudo evitar que un...
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CAPÍTULO 11
(Adrián).
No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Sabía mejor que nadie lo hermosa y deliciosa que es esa mujer, pero no podía entender porqué carajo tiene que mostrar tanto.
«¡Maldita sea!». Me quejé mentalmente, impotente ante las maravillosas vistas que estaba deseando que fueran solo para mí.
Presioné mis labios e instintivamente mis dientes, queriendo romperle la cara a todos los que se la estaban comiendo con los ojos.
Me quedé tan petrificado, que olvidé por completo que estaba al lado de Jesse y Amanda. No pude evitar fruncir el ceño al sentir como mis ojos se encendieron de furia al ver a Alysha mostrando lo que es jodidamente mío.
"¿Es qué a caso quiere joderme?"
— Mírate... — Jesse bufa con fastidio, fijándose en cómo estoy de atontado mirando la sensualidad Alysha. — Como te tiene Nere... Igual de imbécil que siempre. Pero no la saborees tanto, Andy, porque es mía.
— Cierra... la... boca. — Susurré al sentir como mi oscuro ángel se estaba alterando entre todas las mezclas de emociones que me estaban atormentando.
Jesse jodiendo con sus patéticos comentarios de cabrón, no estaban congeniando con mi vista fija sobre las tetas de mi Aly.
"¡Esto no me podía estar sucediendo! ¿¡Cómo es que ella se atreve a faltarme el respeto de ésta manera!?"
Comenzaba a pensar en un sinnúmero de situaciones que podrían hacerla reflexionar sobre su revolucionaria vestimenta...
"Amonestarla, marcarle el culo con azotes sin remordimientos, joderla a orgasmos hasta el desmayo..."
Todo eso eran mínimos detalles que desearía hacerle en momentos como este.
— ¿Qué, Andy? — Jesse ríe con malicia, pero sé que se muere de rabia porque no me está importando mirarla como cuándo un león acecha a su presa. — ¿Aún te molesta saber que no podrás probar a esa delicia?
— No jodas conmigo. — Zanjo con frialdad al seguir cada movimiento de Alysha, sin importarme lo acosador que me estoy mostrando delante de él y de Amanda.
— ¡Ambos deberían mirarse! — Amanda se queja, metiéndose entremedio de Jesse y de mí. — Babeando por esa niñita mimada... ¡Ahora resulta que la mosquita muerta es toda una atracción entre los hombres! — Sus palabras comienzan a martirizarme, lo que causa que presione mis labios y mis dientes con cierta fuerza. — Así es ese tipo de mujer... — Continúa, pero mi respiración comienza a entrecortarse. — Siempre son las más inocentes y las que nunca rompen un plato delante de la gente para luego sacar las garras de maldita.
— Eres la menos indicada para hablar de ella como se te pegue la gana. — No puedo evitar decirle al darle un rápido y furioso sorbo a mi cerveza. — Jugaste ese papel durante mucho tiempo, haciéndole creer que eras su amiga de verdad. — Intento ignorarla al sentir emoción de ver a mi Aly tan sensual, aunque los celos me estuviera consumiendo. — Si no fuera por las sandeces tuyas, Jesse no estaría a mi lado, como un cabrón infeliz viendo lo que quiero para mí.
