Capítulo 71.
Cuando Adrián comenzó a realizar las consultas atrasadas del sábado, me dispuse a tomar un relajante baño. Y es que, verdaderamente, lo necesitaba ya que sentía una pesadez en el cuerpo, como si tuviese espasmos musculares.
Sonreí para mí misma al envolver una toalla sobre mi cuerpo para dirigirme hacia mi armario.
Él se había preocupado por mi estado mañanero y me dio un medicamento sencillo para el dolor y la tensión. Sin embargo, eso me hizo recordar que muy pronto debía tomarme la píldora de todos los días. Había programado una alarma diaria como recordatorio.
Cuando me coloqué mi ropa interior de seda fina, opté por vestirme con piezas sencillas y cómodas ya que estaría todo el día en el apartamento esperando que él terminara su trabajo.
Me puse unos jeans extremadamente cortos. Eran tan descarados que se ceñían sobre mis marcadas nalgas. Luego, me coloqué una blusa gris que iba ajustada sobre mis pechos, mucho más arriba de mi ombligo.
Me miré en el espejo y me encogí de hombros de forma despreocupada. Me reí para mis adentros, porque estaba siendo muy persuasiva con él al llevarle la contraria como siempre me gustaba.
Luego, cepillé mi cabello y lo dejé suelto de forma natural. Me sentía tan cómoda que ni siquiera quise utilizar maquillaje.
Después, fui por mi taza de café al recalentarla y me dispuse a estudiar ya que quería repasar para asegurarme de que las siguientes semanas marcharan bien en las rondas.
🔹
Eran más de las 5:30 de la tarde, pero todavía la claridad del trópico se reflejaba en la única ventana del rústico despacho. Estaba sentada sobre un sofá y con las piernas acurrucadas cuando bostecé después de tantas horas leyendo sobre las técnicas quirúrgicas y las suturas más comunes.
Hace un par de horas atrás me habían traído el almuerzo, tal y como Adrián lo había ordenado. Sin embargo, aún estaba esperando que él terminara de trabajar muy pronto ya que teníamos una salida al cine que por el momento ni siquiera sabía.
«Esto será muy divertido, Nere».
Me levanté del sofá con una sonrisa de niña mala. Con descaro, tomé el teléfono de uso exclusivo que reposaba sobre el escritorio de madera y presioné los números de su oficina de consulta que ya me sabía de memoria. Me había acostumbrado a que él tuviese tantos medios de comunicación, lo cual me resultaba factible por su ocupación.
—Doctor Wayne —responde con profesionalidad y brevedad, aunque se escuchaba un poco liado.
—¿Cree que tenga un cupo de su valioso tiempo para realizarle una rápida consulta a otra paciente? —enrollo un mechón de mi cabello sobre mi dedo índice y siento mis mejillas calientes.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 3) Las situaciones que sucedieron entre Adrián y Alysha causaron lo dolorosamente inesperado. Sin embargo, a pesar de que la última intención del médico cirujano fue para protegerla de sí mismo y sus demonios, este no pudo evitar que un...