Capítulo 87.
No supe en qué momento exacto ya estaba sobre la cama de Adrián Wayne atada de manos desde el cabezal. Pero entre las constantes cosquillas en mi panza y en mis pechos que él realizó una y otra vez, logró hacer que yo me rindiera para que aceptara la locura de examinar mis partes íntimas.
—¡Maldita sea, Wayne! —avergonzada, apreté los párpados al intentar calmar mis carcajadas gracias a sus dedos cosquillosos—. ¡Ya basta! ¡Bien! ¡Me dejaré examinar, pero ya quítame estos putos vendajes de las muñecas! —le dije al tirar de ellos ya que había sido ingenioso al utilizar los mismos materiales médicos para retenerme.
—No mientas —bufó y se levantó de la cama para dirigirse hacia su armario. Cuando volvió, lo hizo con su maletín.
Continuaba desnudo al igual que yo, pero eso no le impidió proseguir con su examinación médica. Puse los ojos en blanco cuando colocó el maletín sobre la cama y se subió a esta. Me miró con diversión al pedirme permiso con sus ojos para abrir mis piernas.
—¿Quieres qué te haga más cosquillas, lengua viperina? —susurró con arrogancia—. Para la próxima, piensa mejor lo que vas a decir antes de retarme —me riñó tranquilamente.
Abrí las piernas y miré en diferentes direcciones, excepto a sus verdes ojos. Él había encendido la luz principal de la habitación al tomarse la acción muy en serio. Era increíble cómo habíamos hecho tantas cosas en un solo día.
—Esa es mi nena —me alentó—. ¿Ves cómo también puedes ser una buena paciente?
—¡Solo procede de una vez, Adrián Wayne!
—Shh... Déjame disfrutar esto —me advirtió—. Mientras más habladora estés, más me tardaré. Eso te lo prometo, jovencita.
—Oh, por Dios.
—No seas tan quéjica.
—¿Cómo no serlo? Mi hermoso y elegante novio está a punto de examinar mi vagina...
—Y tu culo —zanjó.
—¡Andy, por favor!
—Aly, ¿podrías dejar de moverte? Intento ser profesional.
—Lo estoy intentando... —observé la claridad verde de sus ojos ya que mantenía su ceño fruncido entre mis piernas.
—Solo relájate. No voy a hacerte nada malo.
—No puedo relajarme con esos hermosos ojos ahí abajo...
—No creas que me distraerás con eso.
—¡Es la verdad! —expandí mis piernas aún más y presioné los ojos.
De repente, percibí cómo Adrián se acomodó entre mis piernas y carraspeó al colocarse los guantes elásticos.
—Mucho mejor, Aly. Solo te pido que eleves un momento tus caderas.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓
Lãng mạn(+21) (Libro 3) Las situaciones que sucedieron entre Adrián y Alysha causaron lo dolorosamente inesperado. Sin embargo, a pesar de que la última intención del médico cirujano fue para protegerla de sí mismo y sus demonios, este no pudo evitar que un...