Capítulo 57.

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Capítulo 57

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Capítulo 57.

En la mayoría de las ocasiones que Adrián y yo comíamos juntos siempre lo hacíamos en silencio. Sin embargo, esta noche cenábamos con más comodidad y hablábamos sin ningún tipo de inconveniente por su parte.

—No entiendo las razones de Jesse para hacer todo lo que hace, pero me alegra demasiado que decidieras no dejarte pisotear nunca más.

Se encogió de hombros mientras masticaba delicadamente. Luego, le dio un sorbo a su copa de vino para continuar respondiéndome.

—Me parece que son conductas aprendidas —confiesa—. No son justificables, pero creo que por ahí empiezan sus problemas. Es decir, él y yo tenemos conflictos muy diferentes, pero estoy más que seguro de que yo no podría maltratar a una mujer o herir a las personas de la manera en la que Jesse lo hace. No así. Y sabes muy bien a qué me refiero... —me aclara, queriendo diferenciar los puntos de nuestra sexualidad.

—¿Cómo? —me sorprende el nuevo detalle—. ¿Y de quién crees tú que Jesse haya aprendido a ser un maltratante?

Suspira levemente y continúa informándome.

—Su padre —zanja con seguridad—. Es un maltratante desde que lo conozco.

—¿Qué? —niego con la cabeza y con suma impresión—. No puedo creerlo. ¿El señor Enrique Montenegro?

Adrián asintió mientras continuó comiendo. Yo no podía dejar de asimilar dicha información ya que, desde que conozco al señor Enrique, jamás lo había visto de esa manera.

Aunque sé que las personas pueden aparentar delante de otros, y estaba suponiendo que fue mi caso. También debía tener en cuenta que muy pocas veces me presenté en la casa de los padres de Jesse

—Sí, Aly —Adrián me confirma, asumiendo lo que estaba analizando en silencio—. Es una familia llena de apariencias. El señor Montenegro le pega a su esposa, la hace pasar malos ratos, y luego todo vuelve a estar como si nada pasara —se encoge de hombros y me doy cuenta de que nada le sorprende ni lo hiere—. En fin, creo que entre esa situación en específico y varias circunstancias más, lo han hecho ser así.

—¿Tus padres lo saben? —pregunto perpleja—. Es decir, como tu madre es amiga de sus padres...

—No, no lo saben —le da otro sorbo a su copa—. Así como nunca les di quejas de todas las cosas que pasé por cuenta de Jesse, tampoco les dije sobre esa situación. Como te había dicho, para no causarle disgustos a Marcella, preferí callar. Tal vez no fue lo correcto en aquel momento, pero yo tenía otra mentalidad, otra visión. Era un chico, así que todavía no adquiría la madurez ni la capacidad para actuar de formas más elocuentes en ese sentido.

—Entiendo —le dije con sinceridad—. Entonces, ¿con el tiempo Jesse se hizo cargo del bar de su padre?

Presiona los labios, pero decide continuar respondiendo.

MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora