Capítulo 54.

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Art Deco|Lana Del Rey ♪

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Capítulo 54.

Estiré mis brazos lo mejor que pude cuando desperté de una larga siesta en el cuarto de descanso. Después de los incontables besos que tuve con Adrián, me dejó a solas para que tomara un descanso, uno que había
necesitado ya que llevaba demasiadas horas activas, y en ellas se incluían las rondas de intimidades que él y yo habíamos tenido a escondidas.

Nunca sabía qué era lo que él estaba haciendo exactamente cuando se marchaba a trabajar. Sencillamente, podría estar dando órdenes desde su nueva y lujosa oficina, como también estar practicando alguna cirugía. Era eficiente en tantas facetas que, a fin de cuentas, comprendía las horas en las que teníamos que estar separados, incluso así sea todo el día.

Y es que, después de los deliciosos besos de la tarde, no lo había visto más, a pesar de que me pidió con suma amabilidad y sinceridad que lo esperara.

Sin embargo, las horas habían transcurrido y no me había dado cuenta de que ya que eran más de las 8:30 de la noche. Prácticamente, vivíamos en el hospital por decirlo de alguna manera.

Presioné y sacudí un poco mis ojos, sentándome sobre el acolchado mueble en el que había estado durmiendo hace algunos minutos. Tomé mi teléfono que se encontraba sobre la mesita que se situaba al lado y revisé las llamadas y mensajes, siendo todos de mi familia.

Justo cuando estaba a punto de llamar a mi madre, una llamada entrante de Kenneth se reflejó en la pantalla de mi teléfono. Con una sonrisa, decidí responderle de inmediato, ya que quería saber si se encontraba mejor después del episodio vasovagal.

—¡Cuéntamelo cantando o deletreando! —es lo primero que me dice cuando respondo.

—Eso debería decirte yo a ti —sonrío y recuesto mi espalda sobre el mueble al enrollar un mechón de pelo sobre mi dedo índice—. ¿Estás mejor? No puedes desmayarte cada vez que veas a Adrián.

—La emoción y el corazón pudieron más que la razón —ríe muy travieso—. Y yo, querida, prácticamente estoy loquito. Pero ahora me siento más loco con ese anillo de roca. Literalmente, soy como una perra en celo en estos momentos con tu noticia —su voz suena muy fina. Ya lo puedo imaginar observando sus uñas muy maniático.

—Entonces, ya puedo comprobar que estás bien —sonrío con sumo gusto.

—¡Claro que estoy bien, mamacita! De hecho, estaba midiéndome una pila de ropa, porque hoy saldré con Félix. ¿¡Cómo la ves!? —me dijo con emoción—. Digo, no espero que me de una puta roca para que me pida ser su novio, pero...

—¿Está interesado en formalizar? —no lo dejo terminar de hablar al otro lado del teléfono.

—Eso creo. Aún es muy pronto para saberlo, querida. ¡Pero no estemos hablando de mí, por Dios! ¡Necesito saber qué le hiciste al Príncipe del Bisturí y a su velón! ¡Y no aceptaré un "no" por respuesta, quiero que lo sepas!

MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora