Capítulo 89.
Me sentía muy ruborizada al ver cómo Adrián me pilló husmeando entre sus cosas. La realidad era que comprobar lo que había en la caja me sorprendía y a la vez no. Todo estaba siendo tan contradictorio para mí al reaccionar. Y es que lo que me inquietaba un poco eran los artefactos del interior, no el propósito ni el fin de su uso.
Me levanté del suelo y respiré profundamente cuando miré a mi novio a sus ojos verdes que me observaban con suma curiosidad. Él se mantuvo tranquilo, con sus brazos cruzados. Luego cuando carraspeé y rasqué mi nuca con rubor, Adrián me mostró una leve sonrisa de medio lado, mirándome con cierta diversión y perversión.
—Lo siento... —me apresuré a decir, pero negué con la cabeza repetidas veces y la bajé un poco. Podía sentir mis mejillas calientes—. O sea, yo no quise husmear entre tus cosas...
Adrián rodó los ojos y caminó hacia mí al alzar la mirada de manera imponente. Cuando se detuvo en mis narices, su sonrisa se borró y la expresión de seriedad se apoderó de su hermoso rostro.
—No sientes nada —murmuró por lo bajo, con la voz ronca y cortante—. Recoge la caja del suelo —me ordenó muy tajante—. Recógela y sígueme —me dio la espalda y salió del armario, dejándome observar las vistas maravillosas de su trabajado cuerpo.
Me quedé congelada por algunos segundos, rogando para mis adentros no haberla cagado. Mi mente y mi corazón querían calmar la impresión en mi sistema, pero no podía tan siquiera respirar pausadamente con todo lo que vi. Cuando solté un suspiro pesado, me doblé y cerré la caja para recogerla.
Seguí a Adrián, quien se encontraba parado junto a la cama con los brazos cruzados. Sus labios presionados y su ceño levemente fruncido me alertaban y me hacían sentir que realmente el asunto era serio para él.
—Colócala justo ahí —me ordenó al mover levemente la cabeza, señalando su lado de la cama.
Hice lo que me pidió al tragar saliva. Adrián sabía cómo hacerme sentir intimidada y pasmada cuando él entendía que estaba desobedeciéndole o averiguando a escondidas.
—Andy, lo siento... —me disculpé con sinceridad al inflar mis mejillas y tocarlas con mis manos.
—Ábrela y toma lo que quieras —volvió a ordenarme—. Los compré para ti, pero ya que eres tan ávida y no puedes esperar que a mí me dé la gana de hacer lo que me plazca, pues vamos a tu modo —su voz ronca fue casi un regaño. Sin embargo, parecía muy interesado en explicarme.
—¿Me vas a explicar cómo desearías usar todos estos juguetes sexuales? —abrí la caja y volví a engrandecer mis ojos.
—Te voy a explicar cómo funcionan y cómo los usaré contigo —me corrigió—. Al menos intentaré explicarte lo esencial.
—Mierda... —miré algunos un poco asustada—. Esto es un poco inquietante. Más bien, esto es muy jodido. Andy, aquí hay cosas que no caben en mi vagina —me reí nerviosa, pero a él no parecía causarle nada de gracia mis comentarios.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 3) Las situaciones que sucedieron entre Adrián y Alysha causaron lo dolorosamente inesperado. Sin embargo, a pesar de que la última intención del médico cirujano fue para protegerla de sí mismo y sus demonios, este no pudo evitar que un...