Capítulo 85.

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Capítulo 85

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Capítulo 85.

Sentía que la boca se me secaba por todas las deliciosas perversiones que Adrián recitaba para mí al mantenerme excitada.

Desde nuestra posición, apoyé una de mis manos sobre su nuca y lo besé con voracidad, gimiendo de pura excitación, sintiendo su duro y dotado miembro sobre mis nalgas y la parte baja de mi espalda. Meneé mi culo y rocé su pene para provocar su manipuladora personalidad.

—Esto te gusta, ¿verdad? —jaló mi cabello hacia un lado y mordió mi piel bajo mi cuello—. Así, Aly... —me alentó en susurros cuando sintió cómo yo continuaba moviéndole mi culo. Sonrío engreído sobre mi oreja—. Así de puta debes ser conmigo —azotó mis nalgas y sujetó mi cuello con su mano desocupada.

Luego, comenzó a masturbarse lentamente sobre la piel de mis nalgas y la parte baja de mi espalda, apretando mi cuello con cierta firmeza. Sentía que me mojaba mucho más al sentir su acto perverso sobre mí.

—Mmm, por favor —me desesperé cuando continuó masturbándose, ya que me había dejado excitada—. Andy, por favor —chillé cuando sentí mi clítoris latir con ímpetu al él dejarme percibir lo que hacía detrás de mí.

—Silencio —gruñó con su boca pegada en mi mejilla, apretando sus dedos sobre la piel de mi cuello—. Primero quiero que la sientas caliente en tu piel, porque así la sentirás adentro.

—Oh, por Dios... —me quejé al sentir que mi vientre se inundaba de cosquillas placenteras por esa acción de su parte.

—Suplícame —me azotó y volvió a masturbarse con más insistencia—. Suplica que me venga encima de tu culo —sus dedos chocaron en una de mis mejillas cuando sentía que mi clítoris continuaba palpitando con suma insistencia. Juraba que si no se detenía, yo volvería a llegar al clímax por su jodido juego mental—. Aly... —me advirtió y comenzó a rozar su dureza contra mis nalgas.

—Por favor, Andy.... —le supliqué más que desesperada—. Por favor, la quiero encima de mí...

—Eres mía —susurró en mi oído con actitud y continuó sujetando mi cuello—. Toda mía, Alysha Nerea.

—Oh, por Dios. Andy, por favor —cerré los ojos—. Te lo suplico, mierda.

Sonrío con perversión sobre mi mejilla y mantuvo su boca entreabierta por leves instantes.

—¿Así? —se masturbaba con más insistencia y rapidez, gruñendo de placer al sentir el líquido caliente salir—. Dios, Aly... Me tienes jodidamente loco... —gimió con gusto al elevar mi cabeza, posando su boca bajo mi barbilla al mantenerme aprisionada con su agarre en el cuello, mientras que yo sentía que la respiración me faltaba a la vez que un vuelco en mi vientre torturaba mis ansias—. No te vengas todavía —me regañó en un susurro cuando sentí que colocó su miembro en la apertura de mi sexo.

MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora