Capítulo 43.
—¿Te gusta? —me pregunta mientras su lengua continúa jugando con la mía, refiriéndose al experto sexo oral que sabe manejar.
—Sí...
Sonrió ante mi respuesta y se apartó al volver a sujetar su copa para darle otro rápido sorbo. Cuando tragó el líquido con tranquilidad y gusto, derramó el vino restante sobre mi sexo.
Luego, apartó la copa y sujetó mis piernas con vehemencia, posando su boca de sopetón sobre mi sexo, chupando con sed y hambre de mí, lamiendo con más comodidad, sintiendo como su respiración se entrecortaba entre cada succión.
—Podría embriagarme con gusto si es de esta manera —chupa mis pliegues al degustarlos con seguridad, causando que yo me arqueara sobre la mesa mientras intentaba ahogar los gemidos sin éxito.
Me relamí los labios. Sin darme cuenta, volví a posar mis manos sobre sus hombros, presionándolos al soportar una ola de placer inquebrantable con su lengua aniquiladora.
—Escúchame bien —vuelve a elevarse y sujeta mi quijada—. Apoya tus manos sobre el borde de la mesa —frunce el ceño—. Sujétate como puedas. Pero si no me obedeces y vuelves a pasar por encima de mi orden, no te haré venir —él mismo sujeta mis brazos y los estira sobre la madera, mirándome de forma segura y manipuladora—. Hablo en serio —asiente muy cerca de mi rostro—. Obedéceme y te daré uno de los mejores orgasmo del sexo oral.
Asiento desesperada y sin poder articular palabras.
—Bien —su apetecible boca volvió a posarse sobre mi sexo una vez que se agachó muy decidido, sintiendo sus labios un poco más fríos por el vino mientras los rozó en mis pliegues.
Cerré los ojos ante la lentitud y suavidad con la que me estaba tratando por momentos. Con esa simpleza estaba logrando desesperarme sin piedad.
Mi clítoris palpitaba con ansias al sentirlo y saberlo dueño de nuestro íntimo y descarado acto. Sabía a la perfección que él estaba sintiendo cada latido de mi húmedo y excitado sexo, disfrutando y sonriendo por momentos sobre mi piel.
Los mechones de su frente estaban causándome cosquillas en mi parte baja abdominal, muy cerca de mi vagina. Agarré con mis dedos el borde de la mesa, presionando con más insistencia al intentar mantener mi fuerza de voluntad.
Adrián se da cuenta de lo que me está costando y logro percibir cómo enarca las cejas desde su posición, manteniendo su boca entreabierta, dejando que yo recobrara la respiración por leves instantes mientras mi vientre subía y bajaba con violencia.
—Tan simple que es acatar una orden, mi jovencita —susurró con sarcasmo y seriedad. Sus jodidas palabras me tenían en la perdición de sus actos—. Puedes hacerlo... —me incitó a obedecerle para que mantuviera mis manos donde él las había colocado.
ESTÁS LEYENDO
MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 3) Las situaciones que sucedieron entre Adrián y Alysha causaron lo dolorosamente inesperado. Sin embargo, a pesar de que la última intención del médico cirujano fue para protegerla de sí mismo y sus demonios, este no pudo evitar que un...