Capítulo 75.

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Capítulo 75

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Capítulo 75.

Adrián y yo habíamos llegado a la casa de mis padres. Por suerte, ambos junto a la abuela Anita habían salido de compras, así que por el momento no los tendría a mi lado haciéndome un sinnúmero de preguntas sobre el imponente médico cirujano por el cual estaban más que encantados.

Adrián se había quedado en el exterior de la propiedad, apoyando su cuerpo sobre su blanco e impoluto Lexus mientras atendía una llamada telefónica de su padre con mucha discreción y cuidado. Aunque me pareció un poco extraño, no dudé en creer que se trataba de los temas laborales de siempre.

Le avisé a mi hermano que habíamos llegado a recogerlos, pero tenía que mencionar que Leslie y él estaban más que acaramelados sobre el sillón de la sala de nuestro hogar. Tuve que carraspear para que se dieran cuenta de que yo estaba presente. Y aunque ella pareció ruborizarse, Jimmy estaba como si nada hubiese pasado.

«Hombres...»

Cuando apagué todo en el interior de la casa y Jimmy se aseguró de cerrar la puerta de la entrada, nos dirigimos hacia el vehículo de Adrián, quien nos esperaba con los brazos cruzados y con una expresión que reflejaba seriedad. En su pose natural parecía un irresistible modelo de revista ya que aún portaba sus lentes de sol.

—¡Andy, doc! ¡Tan carismático como de costumbre! —Jimmy lo saludó de manera exagerada cuando se abalanzó sobre él para darle un abrazo fraternal, palmeando su espalda levemente—. ¿¡Y esta jodida belleza de puta madre!? —silbó.

—Un nuevo juguetito —la expresión de mi novio se ilumina, muy parecida a la de mi hermano cuando ambos se quedan observando el vehículo—. De hecho, le ofrecí a tu hermana el que más le guste de todos —se encoje de hombros—. Pero aún no me ha dicho nada. Ni siquiera se ha decidido si aceptará una de mis humildes inversiones.

—¿¡Qué!? —Jimmy me asesina con la mirada—. Pero, Nere... ¿Cómo puedes ser tan descortés con semejante gesto? —la mandíbula casi se le cae al suelo—. En esta vida, uno debe ser agradecido cuando existen personas que tienen buenas intenciones, porque sale de lo más profundo del corazón —se toca el pecho al cerrar los párpados, pero luego procede a abrir la puerta posterior del vehículo, dejando que su acompañante entrara primero.

Sin embargo, Leslie Holán parecía asustada por la presencia de Adrián Wayne. Y yo sabía el por qué de su estado...

—Jimmy, esto es una completa locura —le dice en un susurro que, obviamente, Adrián y yo escuchamos.

Mi novio se tensa un poco al rodar sus claros ojos.

—Ese hombre con parpadear puede despedirme de mi trabajo si así lo desea —aunque Leslie continúa susurrándole a Jimmy, no puedo evitar divertirme con la expresión gruñona y seria de mi novio.

—¿De qué estás hablando, hermosa? —mi hermano masculla por lo bajo, pero Adrián y yo nos miramos como dos idiotas ya que estábamos un poco ruborizados ante los comentarios de ellos—. Él es un buen tipo, Leslie. Te puedo asegurar que hasta pondría mis manos en el fuego por él. Ahora entra, nena.

MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora