Capítulo 103.
—Andy, te amo —espeté, pero él se detuvo en seco, sin darme la cara—. Y mis profundos sentimientos por ti son reales, tanto como para dejarte saber que no me importa tu pasado ni tus errores. Te amo tal cual eres. Y si te digo que te amaría más si cambias tu forma de ser estaría mintiendo, porque amo cada mínimo detalle de ti. Eres mi hombre, mi gran amor, a quien admiro y respeto profundamente —sujeté su mano por la espalda y él bajó la cabeza—. Por favor, esta vez no seas tú el que salga por la puerta. No podría soportar que te vayas así, sin dejar que yo te consuele cuando el alma te duele. Quédate, mi amor —caminé delante suyo y enfrenté sus tristes ojos—. Quédate, mi niño.
Justo cuando me iba a derrumbar, cuando pensaba que me dejaría con las palabras en la boca, me abrazó y no dudó en soltar el bajo llanto que se estaba aguantando desde que la conversación se tornó muy intensa. Su fuerte y cálido abrazo no solo lo reconfortaba a él, sino que a mí también. Mis ojos buscaron los suyos con desesperación y no dudé en besar sus pulcras manos con respeto y adoración.
Adrián y yo permanecimos en silencio. Dejé que liberara la tristeza y el miedo que lo seguía atormentando. Su abrazo fue uno más tembloroso, lleno de temor, buscando alivio y refugio para un dolor que todavía yo no lograba comprender del todo. Imaginaba lo mucho que debía costarle abrirse hacia mí y ser quien buscaba protección, cuando era él quien siempre llevaba el control de las situaciones en cualquier aspecto de su vida.
Sus ojos verdes se escondieron bajo mi cuello y no dudé en acariciar su cabello de la forma que más le agradaba. Había aprendido que ese simple acto lo podía relajar de una manera increíble. Así que, automáticamente, pensé que podía alivianar su temor.
—Escucha, mi amor... —le susurré y él solo se quedó en silencio, prestándome toda la atención posible a pesar de su estado. Parecía querer transar y yo no iba a desaprovechar la oportunidad de demostrarle que podía enfrentar sus cambios de actitudes emocionales—. Entiendo que todo esto te cueste, pero debes confiar en que no te dejaré por nada del mundo. Te amo, Andy. Te amo tanto que daría lo que fuese para que tú estés bien, para que nuestro amor sea uno fuerte y seguro. Es lo que me has enseñado, ¿no? Qué debo ser fuerte y segura de mí misma en cuanto tengo algo y lo quiero proteger a toda costa.
Todavía con sus ojos escondidos bajo mi cuello, asintió como un niño asustado. Y es que eso era él en el fondo, un infante perdido que solo buscaba protegerse de los recuerdo y el pasado que lo atormentaba hasta más no poder.
"¿Pero a qué precio?"
—Siempre eres tú él que quiere cuidarme y protegerme sin importar lo que te cueste —continué hablándole pausadamente—. Pero en algunas situaciones debes dejarme a mí ese papel, porque a veces hasta el hombre más poderoso necesita descansar de esa firmeza que lleva. Y ese eres tú, Adrián Wayne.
Con valentía, él fue capaz de mirarme a los ojos con los suyos húmedos. Acaricié sus mejillas con adoración y sequé sus lágrimas con mis pulgares, pegando mi nariz contra la suya.
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MCP | La Residencia ©️ (Parte 1) (¡Completa!) ✓
Romance(+21) (Libro 3) Las situaciones que sucedieron entre Adrián y Alysha causaron lo dolorosamente inesperado. Sin embargo, a pesar de que la última intención del médico cirujano fue para protegerla de sí mismo y sus demonios, este no pudo evitar que un...