(+21) (Libro 3) Las situaciones que sucedieron entre Adrián y Alysha causaron lo dolorosamente inesperado. Sin embargo, a pesar de que la última intención del médico cirujano fue para protegerla de sí mismo y sus demonios, este no pudo evitar que un...
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Capítulo 39.
Varios días habían transcurrido desde que Adrián y yo nos vimos a escondidas en la biblioteca clínica del hospital. Sin embargo, a pesar de que trabajábamos en el mismo lugar, no siempre teníamos el tiempo a nuestro favor.
Y eso era lo que había sucedido últimamente...
Después de aquel día en el que continuábamos sintiéndonos como dos novios adolescentes, no habíamos podido permitirnos más tiempo a solas en horas de turno. Mayormente, porque nuestros horarios confligían o porque él se encontraba ocupado en alguna de sus tantas cirugías programadas.
Llevaba varios días sintiéndome un poco desanimada por el simple hecho de que queríamos estar juntos, pero las oportunidades no se nos habían presentado hasta el día de hoy.
Jueves...
Era el día que estaba ansiando con locura y curiosidad para continuar adentrándome en la vida de Adrián Wayne. A pesar de que nos habíamos escrito en muchas ocasiones, no había podido verlo, ni siquiera en el momento.
Me encontraba en uno de los vestidores mientras le contaba a Kenneth algunos detalles sin exagerar.
—Te lo hace como un dios del sexo, te trae flores, es un perverso en la cama, te trata como su consentida y es capaz de escaparse solo para verte... ¿¡Podría ser más jodidamente perfecto, carajo!? —enumera con emoción mientras se remueve entre los casilleros de forma muy dramática.
—No es un ser fácil, pero sí... —acepto al enarcar las cejas, colocando la mochila sobre mis hombros y alistándome para volver a mi hogar.
—Nadie dijo que los hombres como él son personas fáciles, cariño —me sigue cuando decido ser la primera en salir del vestidor—. Es decir, se nota que el hombre es inalcanzable para las masas. No creo que sea el tipo de persona que uno se gana tan fácil.
«Y cuánta razón tienes, Kenneth...»
—A pesar de que ya puedo aceptar que tenga novia, o sea, tú, se sigue mostrando como distante e inalcanzable —continúa parloteando mientras seguimos nuestro camino hacia el ascensor—. Lo sigo recalcando... Algo tienes que le encanta a ese hombre.
«Si supieras...»
—¿Sabes? En cualquier momento podríamos cambiar de tema —me rio cuando accedemos al ascensor—. Quiero decir... Podríamos hablar de los acontecimientos de Gloria y el doctor diablo.
—Pero es que ya me enteré de los nuevos acontecimientos que han ocurrido con esos dos.
—¿Qué?
—¡Sí! —exclama con emoción—. Y para que te enteres, el doctor Del Valle parece estar verdaderamente enamorado de nuestra amiga —aplaude para sí mismo.
—¿Tú crees? —una chispa de esperanza nace en mí cuando lo menciona de tal manera—. Es que como sigue con la tal Lily esa...
—¡Por eso mismo es que creo que está muy enamorado de Gloria!
