NARRA PATO
Guido iba demasiado rápido, pero entendía que estaba fuera de sí.
- ¿Cuanto falta? - Preguntó agitado.
- Veinte minutos aproximadamente... Tranquilo, vamos a llegar...
El rubio sólo asentía, con una leve capa acuosa en la parte inferior de sus ojos.
- Están muy callados ustedes - Exclamé para mirar hacia atrás.
David sonrió y le pregunté que era tan gracioso.
- Mai no es estúpida - Pronunció el.
- Ah, pero vos si... - Dijo Guido...
- El combustible alcanza para un solo destino.
Cuando pronunció estas palabras, el auto comenzó a detenerse, y Guido estaciono a un lado de la lodosa calle.
- Bajense... ustedes no sirven de mucho...
- Entonces nunca vas a saber si Paula les dio las indicaciones correctas - Dijo Eugenia aún atada por el cinto.
- Entonces decime ¿Vamos bien? - Guido estaba enojado, pero asustado. Sus ojos no paraban de moverse de un lado a otro buscando señales de Paula.
El micro se detuvo justo detrás de nosotros y Gastón bajo.
Caminó hacia el auto, y sin siquiera saludar bajo a David de un tirón.
- ¿Donde está Ema? - Preguntó con una voz firme.
Él no respondió, pero seguía sonriendo. Gastón le quitó la sonrisa con un golpe en la cara, y David cayó al piso.
Eugenia gritó y yo solo rodé los ojos porque era obvio lo que pasaba entre ellos...
Paula me llamó, y le advertí que estábamos cerca. Subimos al micro con los "rehenes" y seguimos lo que decía el GPS.
Dos kilómetros más adelante encontramos un pequeño auto negro y Paula estaba parada junto al auto, acompañada de un chico.
Ese debía ser Gabriel...
Bajamos del micro rápidamente, y yo corrí hacia los brazos de Paula.
Sus ojos se humedecieron y me abrazo fuerte. Sentía el miedo en su cuerpo, pero sabía que todo iba a estar bien.
- Tranquila, sólo tenemos que seguir...
Paula no paraba de llorar, pero luego se calmó, y subió rápido al micro.
- ¿Sos Pato? Patricio de Airbag... ¡Si Paula hubiera mencionado ese detalle!
- Gracias por acompañarla, sinceramente ya no existen personas como vos... espero que nos veamos en otra ocasión más... acorde...
- ¡Seguro! Paula tiene mi número, ahora vayan... ¡Seguro encuentran bien a la chica!
Gabriel se subió al auto y se fue.
Nosotros seguimos adelante con el super micro.Llegamos al pueblito, y el señor de la despensa nos indicó que yendo al sur había un galpón abandonado, ese era un lugar donde mucha gente se quedaba o usaba para cosas no muy buenas...
Eran las cinco de la mañana cuando llegamos al galpón.
Gastón encontró unas linternas de emergencia y nos dió algunas.
Bajamos del micro, y nos decidimos a buscar.
NARRA GUIDO
Me temblaba cada pelo del cuerpo, no tener a Ema a mi lado me partía el alma.
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¿Dónde mueren las promesas?
ФанфикDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...