NARRA MAI
Tomé mi arma al ver que ella estaba allí, apuntandome con el arma. Y en nuestra pequeña charla pude notar su voz temblando, como siempre la pobre Ema no era capaz de pinchar un brazo sin llorar, creo que disparar era impensado para ella.
- Yo no haría eso si fuera vos - Me dijo muy despacio.
- Yo te diría lo mismo - Saqué mi arma.
Apreté el gatillo apuntando directamente a su pierna, y la bala salió. Pero escuché un segundo disparo.
Mi cabeza estaba entumecida, y me encontraba en el suelo empapada en sangre.
Cuando quise levantarme una horrible corriente eléctrica en mi hombro me lo impedía. Allí estaba la bala. Siempre tan sutil mi amable prima.
Me paré como pude y envolví mi hombro izquierdo en un pedazo de tela de una bandera que Paula había dejado en la trafic, que al menos sirvió de algo.
Luego de analizar la situación, decidí que no podía hacer más que agradecer a mi puntería y a la mancha de sangre en el piso.
Observe dentro del contenedor y nuevamente, al líquido que consumió uno de mis grandes problemas.
Ahora sólo me quedaba esperar a Guido, y la pandillita de super héroes...
Mi brazo dolía, y era consciente de que una bala estaba incrustada en mi articulación, así que me dirigí al baño, y con unas pinzas más pequeñas me asomé al herrumbrado espejo del inmundo baño.
Miré detenidamente la herida, me iba a dejar una hermosa cicatriz. Gracias Ema, una más no es nada.
Me acerqué al espejo y con la pinza tomé el extremo de la bala, el dolor viajó por todo mi brazo provocando que un grito saliera de mi boca.
Luego de treinta minutos pude sacar la bala. Y la oscuridad llegó, y con ella, la pandillita.
NARRA GUIDO
- ¡AHÍ HAY ALGO! - Gritó Gastón desesperado, Oscar se ahorillo, y bajamos fugazmente al enorme galpón iluminado.
Patricio nuevamente encabezó el grupo, y Gastón iluminaba el camino con una linterna enorme que encontramos en la parte trasera del micro, que esperemos no se rompa.
Pato tiro de la puerta, pero esta tenía un tope. Así que está vez la empujo y una mancha de sangre llamo su atención nuevamente. Estaba intacta en el piso, dejando ver que era reciente. David se unió junto a Paula al grupo.
Claro que ella lo vigilaba, pero diez ojos sirven más que ocho.
Gastón apagó la linterna pero se quedó en la parte de afuera vigilando el micro.- Hola amigos... ya se estaban tardando...
Me puse pálido, y la furia me devolvió el color. Me acerqué a Mai que se encontraba muy tranquila en una silla.
- ¿DONDE ESTÁ EMA? - La tomé del brazo, pero ella sólo me miró de manera perversa y sonrió.
La solté de inmediato, nadie me causaba más desprecio que ella.
Patricio la atrapó, pero la soltó rápidamente, porque claro que ella tenía un arma.
- No tan rápido, la estadía es parte de la diversión - Nos arrincono y Gastón seguía afuera, yo rogaba que siguiera la directivas de "sino llegamos..." y que no entrara.
- Respondeme... Mailen, yo se lo que sentís, David me lo confesó todo...
Mailen cambio su expresión pacífica a una muy hostil, y se acercó a David para dispararle en la pierna.
Él gritó horriblemente y quedó tirado sobre una plataforma de madera que se encontraba en una esquina del galpón.
Gastón escuchó el grito y apareció.
Mailen se quedó petrificada, y Gastón sólo la miró unos segundos sin decir nada. Se acercó a David y le hizo un torniquete sobre la herida.
- Mailen, respondé... - Patricio rogó por última vez, y Mai señaló una pequeña cajita apoyada en suelo, junto a la esquina en la que se encontraba David.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente, a esta altura seguro podía tener un ataque cardíaco.
Pato se acercó a la caja sin dejar de mirar a Mai. La abrió, y la cerró en un pestañeo.
- ¿DONDE ESTÁ? - Volvió a preguntar Pato, pero esta vez su voz temblorosa ató un nudo en mi estomago, Paula sólo se basó en la expresión de Pato para poner su cara furiosa.
La morocha se acercó a Mailen sin miedo alguno y pateo su brazo, provocando que en un error disparara al techo y que luego el arma cayera al piso.
- Tenes una oportunidad más - Dijo Paula tomando el arma mientras apuntaba a la cabeza de quien solía ser su prima.
- Disparame entonces - Dijo Mai sabiendo que nadie aquí tenía las agallas de hacerlo.
- No lo vales, además, creo que ya te hirieron bastante - Paula señaló el hombro de Mai, estaba sangrando.
- Tu hermana no se rindió tan fácil... Al menos tuvo más valor - Mailen seguía tirada en el piso, bajo la vigilancia de Paula. - Acercate rubio, despedite de tu Ema de una vez...
Ella señaló la caja, y sin ninguna esperanza me asomé y la abrí.
Un par de huesos se encontraban encerrados en ese pequeño cofre de terror, y sólo bastó una mirada para perder la cordura.Ema, mi Ema...
No podía ser cierto. Mailen señaló un contenedor, y nos explicó que si no queríamos perder una mano, no tocaramos el líquido.Las lágrimas no paraban de salir, Paula se acercó a mi, y me abrazo. El aire me faltaba, y mis pulmones estaban por colapsar. Me acerqué a la puerta y me senté sobre una piedra en el camino de tierra.
Las estrellas seguían brillando, pero no había nada más que buscar. La noche cayó sobre el lugar y me arrancó el corazón.
Podía escuchar la risa de Ema en mi cabeza, sus brazos rodeandome y todo eso que no nos dijimos millones de veces.Las promesas murieron aquel día. En el último rincón de la tierra, el lugar más oscuro pero el más iluminado irónicamente. Las estrellas se apagaron en mi corazón, y las flores que sucumbian en mi cuerpo cuando ella sonreía se secaron por completo. Las hojas ya no tenían color, y la luna sólo iluminaba de manera lúgubre el río que se escapaba de mi con todos los abrazos, los besos, las miradas, los bailes, las risas, las peleas, las reconciliaciones, los amaneceres y atardeceres. Las promesas de una hermosa vida juntos, el orgullo y el ego que nos alejaron, y el tiempo y al amor que nos volvieron a unir. Pero lo que siempre recuerdo es el día que la mire por primera vez a los ojos. Ese día se me iluminó el corazón después de mucho tiempo. Pero hoy como todo lo bueno, se apagó.
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Bueno... hemos llegado al final, pero de la maratón.Él sábado que viene subo el siguiente capítulo. Y les cuento que nos acercamos al final...
Espero que hayan disfrutado está pequeña búsqueda, y espero no haberlxs decepcionado con los hechos, pero quien sabe...Todo puede cambiar! Lxs adoro! Nos vemos prontiuuu
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¿Dónde mueren las promesas?
FanficDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...