NARRA GUIDO
Habían pasado dos semanas desde que a Ema le dieron el alta.
Y la verdad, es que no se si ya le pedí que fuéramos novios, pero si fue así, no me importa.
Quiero hacerlo de una manera especial. Ya la conozco suficiente y es una mina de oro, de las que ya no hay.- Guido, ¿Podes secar el desastre que hiciste en el baño? - Me pregunto con el ceño fruncido.
- Ya voy - Le dije riendo, con la toalla atada a la cintura.
Me acerque y le di un beso en la frente. Ella sonrió un poquito y se fue con una mirada pervertida.
Tome un trapo de piso y seque "mi desastre" mientras pensaba como pedirle a Ema que fuera mi novia oficialmente...
Patricio era muy romántico en ese sentido y también tenía buenas ideas. Podría consultarlo con el...
Una vez que me cambié y desayune con Ema, le dije que iba a ver a Pato.
- Anda tranquilo, ya enseguida viene Mai a comer, así que si queres vení y sino quedate con tu hermano. Mandale saludos a mi hermana también!
- Bueno, dale - Dije dándole un beso fugaz en los labios - ¿Segura que vas a estar bien?
- Si tonto, anda!
Me abrazó fuerte y me despidió con un beso en la mejilla. La mire mientras caminaba hacia la cocina y me fui.
Que linda vista...
Cuando baje, Aurelio me comento que sus nietas estaban emocionadas por conocernos.
- Obvio Aurelio, ¡Traigalas cuando quiera! Aviseme...
- Claro Guido, ¿Cómo no?
Me subí al ascensor y presione el botón que decía "S" por "Subsuelo".
Y allí estaba mi bebé. Ni un solo rasguño, pero Paula me daba miedo igual.
Entonces, Eugenia apareció detrás de las puertas del ascensor.
Su cara seria había pasado a tener una sonrisa enorme y provocadora, mientras batía sus pestañas delante de sus ojos verdes.- Rubio lindo, ¿Cómo estás?
- Eugenia. Bien. ¿Vos? - Respondí mientras le quitaba el seguro al auto.
- Bien... ¿Ya te vas?
- Si, estoy muy apurado... otro día, hablamos.
- Guido espera... es un poco incómoda esta pregunta, pero ¿podrías llevarme? - Su sonrisa se disminuyo, me imagino la cara de atónito que debió de ver en mi - es que llego muy atrasada, y por ahí no te costaba nada...
- Eugenia, yo no tengo drama en llevarte, pero no hagas ninguna estupidez que perjudique mi relación con Ema.
- Pero si vos no queres, nada va a poder perjudicarlos ¿O si?
- No me refiero a tus provocaciones, me refiero a que no quiero fotos, ni videos, ni audios, ni nada.
- Ay, esta bien... lo prometo.
Luego de que pusiera sus ojos en blanco, me dio la dirección del lugar: a dos cuadras del hotel.
Eugenia no era una mina muy desagradable, pero era una rubia plástica, y no solo por su aspecto, si no también por sus pensamientos.
- Bueno, así que Malena nos llevó al shopping y estuvimos nueve horas adentro ¿Te imaginas? ¡Nueve horas! - Su sonrisa iba al compás de sus gestos - Así que creo que sobrepase el crédito de mi tarjeta y bueno...
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¿Dónde mueren las promesas?
FanfictionDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...