43. Esa es la condición.

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NARRA GUIDO

Patricio salió del banco con el bolso negro de viaje de Cuty.
Fuimos a comprar a ''Rezagos militares'', un lugar con muchas cosas de cacería, armas, abrigo, carpas y todo tipo de cosas de supervivencia.

Y teníamos todo lo que necesitábamos.

Eran las 9 PM, solo teníamos que esperar un poco. Cuty vigilaba desde el auto. Ser transportado en las giras por Víctor tenía sus beneficios, pero solo los usábamos en caso de emergencia, como este.

- Hola Horacio – Salude al amigo de Víctor, el oficial de la estación 114 – ¿Te acordas de mi?

- Obvio pibe – Horacio era un hombre de unos 47 años, o por ahí. Hace dos años habían sido los 15 de su hija mayor, y nosotros tocamos para ella como regalo sorpresa. Así que le debía una a Víctor, e indirectamente también a nosotros - ¿En que los puedo ayudar? Les debo una enorme...

- Si hermano, pero tal vez hoy saldes tu deuda – Dijo Patricio

Horacio se río al escuchar nuestro plan, algo muy loco, pero le agradó mucho, dijo que era una buena lección. Todo por Ema.

- Ya voy a buscarlo...

El oficial se fue por el pasillo de la comisaría, a buscar al tipo que necesitábamos, y obviamente hablábamos de aquel cazador furtivo en la ciudad de cemento.

Horacio vino con un tipo encapuchado.

- ¡¿Quiénes son?! – Gritó Marco.

- Perdón hermano, yo no puedo hacer nada. El juez de tu caso determino tu sentencia y yo no me puedo oponer – Horacio nos guiño el ojo, y Patricio trato de ahogar una carcajada.

- ¿Pero que quieren? ¿Por qué me ponen esto en la cara? – Horacio lo esposo y nos dio la llave.

Y si, he leído 1984 de George Orwell, y el que lo haya leído ama la ficción tanto como yo, y también la entiende.

- Confío en ustedes muchachos, no lo hagan sufrir. Después de todo es un humano - Nos dijo Horacio para hacer que Marco se asustara.

- Por supuesto oficial, estos cerdos son los primeros en caer, se matan solitos – Dije con la voz más gruesa que pude hacer.

- Bueno... - Dijo el oficial dando un falso suspiro – Que tengas una buena vida del otro lado...

- ¿Del otro lado? ¿Del otro lado de qué? – Gritaba Marco, desesperado...

- Callate flaquito, camina dale... - Patricio lo agarro de un brazo y yo del otro...

No podíamos reírnos, porque si no se iba a dar cuenta.

Cuty hizo las llamadas necesarias a la próxima parada. Actores.

En menos de veinte minutos habíamos llegado a la agencia...

- Quedate acá, si intentas algo lo vamos a saber por esto... – Dijo Patricio a Marco, tocándole el reloj de pulsera con mallas estirables que le habíamos puesto en el tobillo – Un guardia esta vigilándote desde afuera también.

- ¿Qué tengo en la pierna? – Dijo, aún encapuchado y esposado.

- Es una mini granada activada. Te escapas y ¡Ka bum! – Le dijo en tono ruso.

Salimos del auto y nos reímos, Cuty se quedo revisando algunas cosas en el celular y nosotros entramos con pasamontañas negros que después íbamos a utilizar como las típicas mascaras de ''ladrones''.

Entramos a la agencia de actores y nos presenté...

- Hola muchachos... Somos Guido y Patricio Sardelli. Afuera esta Gastón con el tipo de la lección de hoy.

¿Dónde mueren las promesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora