51. Amor de Verano

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NARRA EMA

Era pleno verano, menos de un mes para mi cumpleaños numero 24 y con una inicial tan hermosa.

Guido vino al patio con algo para tomar. Mi cuerpo absorbía el calor del sol, y yo lo aprovechaba para tomar el color que siempre quise.

- Mmm, limonada... - Dije dándole un sorbo a la pajita que Guido había colocado

- Ema te vas a poner violeta, ¿No queres entrar?

- ¿Para que? Disfrutar de este silencio es mejor que aguantar al amargado de tu hermano

- ¿A quien le dijiste amargado? - Dijo Patricio, apareciendo en el ascensor de la terraza de su hotel.

- A vos - Respondí cortante, en broma

Paula apareció atrás de el, y yo esperaba que notara la cara que su novio tenia. Pero no.

Mi cuñado seguía mirándome con el entrecejo fruncido y una sonrisa sinica en sus labios.

Guido lo miraba extraño, y negaba un poquito con su cabeza. Pato le respondía con un si. Y yo y Paula nos mirábamos riendo un poco, al no entender la situación.

Como Pato seguía mirándome así, me di vuelta para evitar su cara y morir de miedo.

- Mala idea - Me dijo el rubio

- ¿Que? - Dije bajando mis gafas sutilmente

Me di vuelta para observar a Patricio, pero ya era muy tarde. Cuando quise despegarme de sus brazos, su fuerza me impulso de manera directa a la pileta. Y todo lo que sube, tiene que bajar.

- Puedo escuchar el agua evaporándose - Dijo Paula entre carcajadas.

- No me subestimes, linda - Dijo Pato agachándose sobre mi cara

- A mi tampoco, bonito... - Dije, y cuando lo estire del brazo no hizo mas que cerrar sus ojos.

Patricio cayó con celular y todo a la pile. Me sentí un poco mal, pero después me reí...

- Menos mal que es a prueba de agua... - Exclamó el morocho haciendo referencia al teléfono. Salió a la superficie con todos los pelos en la cara.

- ¿Ema sos loca? Guido ¡decile algo! - Dijo Paula chillando

- Bueno, es tu hermana, vos deberías decirle... - Paula se acercó lentamente hacia mi, haciendo la trampa de Guido mucho mas fácil.

Patricio sabia lo que venía, así que se acercó hacia donde yo estaba y espero el impacto.

Guido vio que Paula venia desprevenida y la tiro, también con ropa y todo.

El chapuzon y la cara de mi hermana me alegraron el momento.
- ¿QUE HACES, RUBIO HUECO? ¡TENGO EL CELULAR! - Ella se tanteaba intranquila los bolsillos, pero Guido alzo en su mano izquierda un celular por sobre su cabeza.

- ¿Lo queres? - Preguntó. Paula grito al ver que sus contactos estaban a salvo.

- Si si rubio por favor no lo tires es mi vida ese celular - Dijo con los ojos abiertos y rogando con las manos.

- Mmmm, primero: es muy superficial tu vida si es que esta en este celular - Dijo señalándolo - Segundo: nunca subestimes a este rubio, ya que no es tan hueco como parece...

Guido dejo el celular en la mesita de vidrio junto a la reposera, y comenzó a desnudarse de a poco. Hasta quedar en boxers...

- ¿Que haces? - Le dije temblando un poco al ver su figura perfecta.

¿Dónde mueren las promesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora