NARRA GUIDO
Ema no respondía mis mensajes, ni mis llamadas.
Algo en mi se apagaba de a poco. Y no quería que fuera así. No quería.
Pero Ema siguió su camino. Y debería hacer lo mismo.
El departamento de Pato no estaba muy lejos, así que decidí hacerle una visita express.
- ¿Y hablaste con ella? - Me pregunto el
- Sip, Y quedo todo en claro... ya no creo que quiera algo.
- ¿La invitaste a la gala de hoy?
Lo había olvidado completamente. Todos los años somos invitados a una entrega de premios, a los que van cantantes de todo género.
- Le aviso ahora.
- No va a ser necesario creo... - Paula apareció con el teléfono girando entre ambas manos - Ya le avise... creí que si la invitaba iba a ser más fácil para vos. Y va a venir. ..
- ¿En serio? - Pregunté con todas las ilusiones del mundo
- Pero dijo que ya tiene pareja...
Mi corazón se rompió en mil pedazos, y me dolió mas que cualquier cosa en el mundo.
Seguramente mi hermano y mi cuñada me miraban así porque mi expresión era deprimente.
- Bueno, no importa. Mientras vaya esta todo bien.
Paula me tocaba el hombro, y me abrazo por un ratito.
Supongo que para ella era difícil verme así, por que alguna vez fue mi mayor fan.
No quería ser malo, pero debía dejar de pensar en Ema y pensar en mí.
Agarre mi celular, y marque ese contacto al que jure nunca mas llamar.
- ¿Hola? - Dijo una voz femenina.
- ¿Eugenia? - Ella me saludo como si nunca la hubiera humillado, prácticamente me grito un "Si" cuando la invite a la gala de esta noche.
- ¿Cómo me visto?
- Con lo que mejor te quede, aunque todo te queda.
Sentí su sonrojo prácticamente en el ambiente, me saludo y corto.
Ya esta, lo hecho hecho esta.
Decidí ir a buscar el smoking que había comprado, porque Pato me obligó.
- ¿Estas seguro de que queres hacer esto? Mira que si a Ema le quedan esperanzas se las vas a destruir con esto.
- No me importa ya, Pato. Ella decidió su camino con otro, y esta bien. Yo debería preocuparme por mis esperanzas que fueron las que se destruyeron. Además, ¿Porque va a llevar a un tipo que nada que ver?
Patricio se rió un poco. Me dio la razón, pero siempre me reclamaba que yo fui quien cago la relación.
Y tenia razón, pero me arrepentía con el alma de haber dejado que Eugenia me enredara. Estaba pasándola muy mal, y sin embargo seguía.
Se hicieron las 7, y prometí buscar a la rubia como a las 8:30, así que debía cambiarme veloz.
Paula me dijo que parecía un mendigo con el pelo enredado, que mejor me hacía una colita.
- Eh, es mi pelo, y a mi me gusta.
- Pero esta muy feo Guido. Te lo ato dale - Me sentó en un banquito de madera, y me estiro el pelo como si fuera de goma. Me dejo mas chino, pero me quedaba bastante bien.
Eran las 8, y me había olvidado de que Eugenia vivía en el mismo edificio que Ema.
- Estoy abajo - Le dije un poco amargado.
Ella hizo la típica risotada y me colgó.
Estaba apoyado en la puerta del auto, y cuando miré hacia las puertas del edificio, Aurelio las abría con una sonrisa que al verme se convirtió en lastima.
Ema venía despampanante en un vestido rojo, que dejaba mi imaginación agotada de pensamientos.
La cosa es que su mano se enlazaba a los dedos del medico, que, tenía que admitir, tiene un buen porte.Ella me dirigió una mirada gélida, y sus ojos brillaron tristemente cuando vió que mi acompañante venía detrás de ella, con un vestido rosa muy bonito.
- Hola rubio, ¿como estas?
- Bien Euge, ¿Vos?
Ella me respondió con un inesperado beso, mientras yo veía como Ema hacia caso omiso a la situación y se subía a una nuevo auto plateado.
Yo obviamente, trate de fingir que no pasaba nada.
Maneje hacia el hotel en donde se haría la fiesta.
Generalmente no somos nominados a premios así, pero es algo bueno para la banda.
Llegamos y me baje a abrirle la puerta a Eugenia.
Patricio le sonrió un poco, y Paula le dedicó una preciosa cara de orto.
No bastaban las palabras para describir lo horrible que era tener que ver a Paula abrazando a su nuevo cuñado, o a mi hermano abrazando a la que alguna vez fue mi novia.Ema estaba espectacular. Es de esas morochas que nunca pasan desapercibidas. Pero a la vez si.
Eugenia en cambio, es la típica rubia que describe Sumo en su canción.
Me sentí un poco excluido, pero luego caminamos hacia dentro.
Nos siguieron, hasta que llegó Cuty de la mano de Mai.
Ambos hacían una pareja estupenda.
Una chica de vestido negro vino y nos indico los lugares.
- Por aca, por favor. Les rogamos que se sienten en los lugares indicados. Es para su comodidad. Cada pareja esta indicada por los carteles.
Entonces, Eugenia echo un gritito de furia al ver los lugares indicados: Guido Sardelli y Ema Ciaretti estaban enlazados por una cinta dorada, al igual que Gastón y Mai o Paula y Pato.
- Disculpame, - Dijo Ema - Guido y yo ya no estamos juntos, vengo con el - Indicó a David con su dedo índice.
- Ay, disculpen - Exclamó la chica sonrojada - Desconocíamos loa situación, pero ya los reubico.
- No hay problema - Dijo David - Después de todo es un lugar.
Entonces Ema lo miro con los ojos muy abiertos, y se encaminó hacia mi.
Yo le sonreí, pero ella solo me ignoro.
Eugenia se sentó junto a David, y no me importo en lo absoluto. Y parece que a Ema tampoco.
Me encantaría poder abrazarla como antes, y mirarla con otros ojos mas que de amigos.
Los otros en la mesa estaban observando la situación, pero trataban de evitar la incomodidad.
Deberia volver a ser como antes. Pero no.
Era hora de decir Adiós.------------------------
Es un poco triste, y tal vez un poco densa la historia. Pero les prometo que todo tiene su significado ajajaj, el penúltimo capítulo.
Sigan para encontrar el ultimo!
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¿Dónde mueren las promesas?
FanfictionDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...