64. Retomando el rumbo.

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NARRA EMA

Mi vida había dado un vuelco enorme desde ese noviembre, parecía que habían pasado unos días, pero ya casi un año me perseguía con esa historia.

Guido era un tipo especial, carismático, alegre, tierno, entre sus cualidades mas notables.

Y nunca me había sentido así por nadie. No fue el primer chico que me gustaba, pero si el primer amor real.

Cada vez que estaba con el sentía mariposas en la pancita, como decían mis primas mas chiquitas.

Sentía que eramos eternos, que nada ni nadie nos iba a separar. Pero de la noche a la mañana, las cosas cambiaron. 

Tal vez venía hace tiempo, pero ese tiempo fue tan real como las primeras palabras que me dirigió.

La vida es así, da mil vueltas y al final te escupe en el mismo lugar.

Era un nuevo día, el sol iluminaba el lado en que Guido dormía, y me era inevitable tocarlo.

Mis párpados estaban pesados, y me dolía la cabeza.

Decidí tomarme un te de hierbas, la mezcla secreta de mi abuela. Siempre me hacía sentir mejor.

Mi vida era bastante tranquila. No tenía responsabilidades prácticamente. Aunque en este momento no me vendría nada mal un poco de pensamiento en otro lado.

Mis papas ya no deberían colaborar conmigo.

Decidí cambiarme y dirigirme al hospital mas cercano, luego del almuerzo. Grandes problemas se resuelven con grandes cambios.

- Hola, estoy buscando al Dr. Durruty.

- ¿Usted es Ema Ciaretti, no? - Me dijo la recepcionista de la clínica.

- Si, ¿el esta acá? - Respondí amablemente.

- Puede pasar ahora, esta esperándola.

Asentí, luego agradecí a la rubia y me dirigí al consultorio de David.

El había sido mi compañero desde el pre de medicina. Eramos muy buenos amigos pero habíamos elegido distintas especialidades, así que el trato había disminuido entre nosotros.

- ¡David! ¿Como estas, rubio loco? - Auch, sin pensarlo me había clavado una daga en el corazón al usar ese adjetivo con mi amigo.

- ¡Emita! Tanto tiempo...

El vino hacia mi y me dio un abrazo extra enorme. Vale resaltar que ademas de buen amigo, se me había insinuado, pero en ese entonces yo seguía con mi ex-ex-novio.

Le conté que estuve un tiempo mas viviendo en mi casa, pero ahora que vivía en un departamento necesitaba mi propio dinero.

Entonces el entendió de inmediato que necesitaba una antigua camarada trabajando con el.

- Obvio, necesitas hablar con el director del departamento de pediatría. Es un tipo espectacular, no como Oscar, el de kinesiologia - Dijo haciendo referencia a su especialidad.

- Bueno, dale. ¿Y cuando puedo hacer esto?

- Hoy mismo si queres, pero tiene que ser ahora...

Me acompañó hasta el ala oeste de la clínica. Golpeamos una puerta blanca y un señor con gel en el pelo haciendo conjunto con su barba gris nos atendió.

- Doctor Durruty, ¿como le va?

El doctor Sergio era un amigable pediatra de sesenta y pico de años. Le conté de mi situación y accedió a probarme durante un mes. Si le agradaba mi trabajo me quedaba.

- Muchas gracias... - Dije recibiendo el apretón de manos.

- Por nada Ema. Si David piensa que podes ocupar un puesto en mi clínica, yo lo creo aún mas.

El doctor nos saludo, y David me acompañó hasta la recepción de la clínica.

- Che Ema, hace mucho que no te veía, ¿Queres ir a tomar algo? O mañana... Cuando puedas...

- ¡Obvio! - Intercambiamos números y lo salude con un beso en la mejilla - Nos vemos mañana.

Me dirigí hacia la calle, y detuve un taxi. Llegué a mi edificio y salude rápidamente a Aurelio, así podría evitar hablar de Guido.

Cuando atravesé el ascensor hacia mi piso, un vagabundo se encontraba en mi puerta.

- Paula... ¿Que haces acá? - Dije riendo, al verla sentada con tantas bolsas en la mano.

-¿Cómo que hago? ¿Cuándo pensabas contarme lo de Guido?

Abrí la puerta y luego de que Paula pasara, cerré y me golpee la cabeza en forma de queja por haber dejado que pasara.

Me saque los zapatos y los tiré en el pasillo.

- ¿Que pasó con Guido?

- ¿Cómo que paso? - Le dije buscando unas tazas - Sabes bien lo que paso, vos y el resto del mundo. Se supone que sos MI hermana. Sos mi confidente, no la de Pato.

- Bueno para, tampoco es para que los trates así, estábamos tratando de ayudar a Guid...

- ¡A mi me tenían que ayudar! ¡A mi me partieron el corazón, no a él! - Grite interrumpiéndola - El me engaño frente a mis ojos, planeó todo eso de la cena romántica y el hotel para tapar la cagada que se mando -Dije moviendo mis manos irónicamente.

- Pero Ema, entendé, no era su intención. Y todo lo que pasó entre ustedes SI fue real. Fue a casa anoche, no sabemos a dónde esta ahora. No nos llama, se fue caminando...

- No me importa en donde está, sinceramente mientras más lejos mejor.

- ¿Te estás escuchando? No sabemos en donde esta GUIDO - Dijo Paula, gritándome en el oído, y luego de un suspiro... - Vos sos mi hermana, sos mi mas grande confidente y siempre voy a estar de tu lado, pero tenes que entender que ahora Pato es parte de mi vida también, y sus hermanos igual.

La mire y asentí, algo de compasión había aparecido en mi gran corazón.

Le entregue la taza con el te de frutilla que tanto le gustaba y le dije que se quedara a dormir, en la mañana lo íbamos a buscar.

Ella accedió. Y luego de un largo silencio, comenzó el segundo cuestionario.

- ¿Y a dónde fuiste a la tarde?

- Fui al hospital, el lunes empiezo en la clínica pediátrica.

- ¿En serio? ¡Buenísimo! - Paula me abrazo, y me gritó nuevamente en el oído, algo me dice que el tímpano se me reventó.

Nos dormimos luego de una maratón de películas.

Hice que mi hermana medio zombie caminara hasta mi cama y me acosté a su lado, la tape y la empujé un poco.

Pensé en donde estaría Guido, y con quien.

También imagine que si el tuvo su oportunidad estando conmigo, yo tengo mas aún estando sin el. Le había respondido unos pocos mensajes a David, pero por lo que había entendido íbamos solo a tomar un café.

Y me daba miedo ponerme a pensar que iba a hacer con mi vida: retomar el antiguo rumbo.

El antiguo estilo anticuado, aburrido, insípido. El antiguo rumbo de vida sin Guido.

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Hola hola buenas buenas! Como les va?

Bueno, en donde estará el rubio?...

Las cosas se ponen mas tensas entre el grupo, y aun falta mas.

Espero que les guste, hoy subi a tiempo jejejje.

Bueno, comenten que parte les gusto mas, la actitud de Ema les parece bien? O creen que Paula y los chicos hicieron bien en encubrir al rubio?

En fin, no falta nada para los 2000 votos, y yo estoy encontrando la inspiración, asi que: Manos a la obra!

Entonces, saludos, besos mil besitos! Los quiero!!! ♥♥♥

¿Dónde mueren las promesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora