Llego el gran día y Paula había subido trescientas mil fotos de la entrada a todas sus redes sociales, mientras que en mi caso, estaba totalmente tranquila viendo una de mis series favoritas en la compu.
- Nena, levantate, dale que con ese pelo inmundo no vas a ver a tus futuros cuñaditos
- Callate tonta – Le dije a mi hermana tirándole mi almohada
- Sos lo más Ema... Gracias
- No hay porque... Aunque me debes 3 meses de aseo, no te creas – Dije yo mientras mi hermana se retiraba de la habitación riéndose
Eran las doce del mediodía y a las cinco tenía que ir a una juntada, así que me fui a duchar y apenas salí, ya estaba mi hermana con la planchita en mano y los ruleros en la otra.
Ay Dios, lo que me espera...
Paula me tomo varios mechones de cabello, los planchaba una y otra vez, y después enredaba un mechón en un rulero. Terminamos como a las dos de la tarde y tuve que comer rapidísimo para cambiarme y maquillarme, natural como siempre.
Me puse unos jeans ajustados, una remera suelta y unos zapatos bajitos. Mi hermana vino y con toda la velocidad del mundo me quito los ruleros...
- ¡Ta tan!, te quedaron re lindos – Exclamaba frente al espejo en que me observaba – Nunca me quedan así los bucles... Mas te vale que no te robes a Pato, el resto es todo tuyo...
- ¡Que tonta que sos!
- Mira, necesito que estés a las siete acá, ¿sí?... Mai llamó y ella viene a buscarnos...
- Okay nena, elegime la ropa, que llegó y me visto...
Dicho esto camine hacia la salida, me despedí de mamá y papá, y emprendí mi viaje.
Llegue al lugar de la juntada, nos reímos un rato y Marco me pregunto a qué hora me iba. El era uno de los del grupo de estudio, pero no me caía muy bien, era un poco entrometido, además Candela (otra del grupo) me decía que el gustaba de mi. Por eso era un poco cortante con él.
Se hicieron las seis y media, y ya tenía que partir.
Me despedí de todos, y Marco también, el dijo que me acompañaba a la parada de micros...
- Entonces, ¿Por qué te vas temprano?
- Porque tengo un concierto...
- ¿A si?, y ¿de quién? – Preguntó intrigado
- De Airbag, una banda que le gusta a mi hermana – Dije yo con indiferencia
- Aaaahh – Dijo, dejando en el aire una tensión que podía rasgar con mis manos – Y ¿A vos no te gustan?
- Mmm nop, pero son lindos los cantantes... - Dije con pura maldad
- Ah... Ema, v-v-vos sabes qu-que...
- ¿Que que? – Dije rotundamente
- Ay – Dijo mientras daba un suspiro – Vos sabes que me gustas... mucho...
Ay, santa madre. ¿Por qué este tipo era tan inoportuno?
- M-mira Marco, yo-yo te quiero mucho, y la verdad es que... solo como amigos...
- Ahhh – Me dijo él, un poco ruborizado
- Pero no me malinterpretes, no me gustaría perder una relación tan buena como la que tenemos, sos re buena persona y re buen amigo, así que... ¿sin rencores? – Dije tendiéndole la mano
- Si si, obvio – Dijo extendiéndome la suya. Atrapó mi mano con sus dedos y las entrelazó, sentí algo que no me gustaba para nada...
- Mmmm, uy mira, ahí viene mi bondi... bueno, nos vemos – Le di un beso en la mejilla y subí. Trate de no hacer contacto visual para no pasar más vergüenza, pobre, me siento re mal...
Llegué un poco cansada a casa, pero Paula me esperaba en lo alto de las escaleras con la mitad de su pelo lacio y la otra mitad, deforme.
- ¡Hasta que llegaste! – Dijo bajando a toda velocidad - Vení, así te vestís. Papá y mamá salieron dijeron: ¡NO VUELVAN TARDE!
- Ay Paula, dejame sentarme UN minuto, solo eso pido - Dije arrodillándome ante ella.
- Bueno está bien, pero subí rápido así ves lo que te elegí...
Fui a la cocina por un vaso de agua y mi prima llamó:
- ¡Hola Ema! Tengo un problemita...
- Para servirte Madame – Dije un poco agitada por la rapidez con que había bebido mi agua
- ROPA
- Ay no, ¿Por qué a mí?, bueno mira, hagamos una cosa: venite ahora a casa y traete todo lo que consideres ''usable''
- Bueno dale, en 20 llego
- Okay – Dije antes de cortar la llamada.
Deje el vaso en la mesada de la cocina y subí a mi habitación...
- ¿Con quién hablabas?
- Con Mai, dice que viene con toneladas de ropa porque no sabe que ponerse
Mi hermana se reía y yo miraba el atuendo que había elegido ella: Unos jeans negros ajustados, una remera de encaje del mismo color que dejaba mi ombligo al desnudo y unos borcegos a juego tipo: ''rockero malo'' que no usaba nunca...
- Dios, esto es muy...
- ¿Heavy? Ya sé, ya se, decime que me amas y con eso me basta
- No Paula, no puedo usar esto...
- Ay decime, ¿Porque no?, si yo tuviera ese cuerpo – Dijo señalándome de arriba a abajo – Lo usaría sin dudar, además, nunca te vestís así. Una sola vez no cambia nada...
Tiene razón, no estoy disgustada con lo que tengo, mi cintura es lo que más me gusta de mi, pero aun así me da vergüenza que me vean, y nose porque.
Empezamos a hablar de chicos y le conté lo de Marco. Paula tiene más experiencia en chicos que yo, pero me dijo que lo que había hecho estaba perfecto: ''No tenes que complacer a nadie que vos no quieras''.
En eso llega mi prima, con una enorme bolsa negra...
- ¡Ding dong! – Dijo tirando la bolsa al suelo para abrazarme.
- Si no te conociera bien, creería que ahí dentro tenes un cadáver – Dije riendo
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Bueno, este es el segundo capitulo de la maratón navideña.
Espero que les guste mucho. Un besooooo!
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¿Dónde mueren las promesas?
FanfictionDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...