72. Destino: Unidad de medida del cosmos.

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NARRA GUIDO

Mientras comíamos, escuchaba el tema principal: La gira.

Pero había alguien que también tenia derecho a saber que nos estaba yendo bastante bien...

- Che Mai - Le susurre al oído, ella se mostró nerviosa y hasta con un escalofrío - ¿Invitaste a Ema?

- No - Exclamó bastante firme - ¿Para que? Si ella ya no es del grupo... y además no quería ocasionar problemas entre vos y Euge...

- Pero ¿Vos sabes que aún siento cosas por tu prima? ¿Verdad?

- ¿Y porque estas con Eugenia? ¿Y que es eso? - Dijo sonriendo mientras me señalaba el cuello.

Yo le sonreí delirandola, no tenía que haberlo visto.

La cena culminó, y Cuty destapó una botella de vino... dos, tres... y un vino espumante.

- Biennnn... Cuty se puso las pilasss - Dijo Pato

Como todos estábamos pasados de copas (exceptuando a Cuty, obvio) nos reíamos de la mas mínima estupidez.

Cerca de las 7 de la mañana, ya todos estaban a punto de dormirse, entonces Gaston se ofreció a llevar primero a Pau y Pato, y luego a mi y a Eugenia.

Mai estaba dormitando en el sillón, mientras yo trataba de hablar con la rubia.

- Euge... ¿De que hablaban vos y Mailen? ¿Cuantos secretos se llevo esa lasagna?

- Muchos, pero seguro te los comiste - Dijo indiferente.

- Eugenia, ¿seguís enojada por lo que paso en tu casa?

- Y... a ver, ¿que haces si estas con a Ema, y ella te llama por el nombre de otro?

- Perdoname, se que te dolió. Pero no hace falta que la metas a ella en todos tus ejemplos. Realmente la he pasado muy bien con vos, y quiero que entiendas que me he encariñado bastante...

- Bueno... pero yo n... - Ella estaba a punto de pronunciar ciertas palabras, pero Mai se levanto de una forma muy extraña, e interpuso su mano entre la información de Eugenia.

- Shhhh - Se rió.

- ¿Pero que es lo que no me puede decir? - Le exclamé

- No hay nada que tengas que saber - Me dijo, frívola.

Mailen me miró desafiante, y se llevó a la rubia a su habitación.

Cuando cerró la puerta, me saque los borcegos y me puse a escuchar...

- Entende que esto da frutos si perseveramos. Si te rendís ahora no tiene sentido todo el trabajo que hicimos, ademas David también esta siguiendo el plan según lo acordamos. Deberías hacer lo mismo.

- Ya se Mai, pero es bastante difícil. Ella sigue en su cabeza...

No sabía si los efectos del alcohol ya estaban explotando mi organismo, o si esto era real.

Cuty entro y me descubrió escuchando lo que decían.

- ¿Qué hacés ahi, rubio? - Dijo. Pero Mailen abrió la puerta y nos descubrió. Sus ojos se abrieron enormemente, y mi mirada pasiva se convirtió en una mas inquisitiva.

- ¿Los llevo? - Dijo Cuty. Ambos asentimos, ella se dieron una mirada cómplice y me miraron con algo de temor.

Llegamos al auto y Cuty se sentó en la parte del copiloto, yo de acompañante y Eugenia, atrás.

- Que blandito este volante - Dijo Gaston - Es una nave posta...

- Seeee - Exclamé, y trate de mirar por la ventanilla; pero mi cabeza se golpeó contra el cristal.

- Uh boludo ¿Estas bien? - Me dijo mi hermano

- Guido estas m... - Eugenia se trago sus palabras en el momento en que yo pronuncie las mías

- Cuty, llevemos a Eugenia primero.
El asintió, y llegamos a su edificio.

Mientras el la acompañaba, yo salia a tomar algo de aire. Ahora recordaba que estábamos en el mismo edificio que Ema.

La luz de su cuarto estaba encendida, pero en cuestión de segundos se apagó.

Me acerque a saludar a Aurelio.

- ¿Como les fue?

- Lindo, comimos un montón - Dije tocándome el pelo - Che Aurelio, ¿me harías un favorazo?

Le pedí que se comunicara con Ema por el inter, y asi lo hizo.

- ¿No lo puede recibir usted? Por favor, es muy tarde, o muy temprano...

- No señorita, insisten en que tiene que ser usted quien lo reciba.

- Esta bien, ya bajo - Dijo ella luego de un bufido

Aurelio me guiño el ojo y yo corrí a esconderme. Seguramente Ema vendría en el ascensor, así que me quede en el costado, en las escaleras.

De repente, apareció una chica con un short de conejitos y una remera de pijama igual. Era ella, deslumbrante aún lista para dormir.
- ¿Te desperté? - Susurre luego de tocarle hombro.

Ella sonrió y salto sobre mí. Como si hubiésemos sido buenos amigos desde hace mucho tiempo.

- Rubio... me asustaste - Dijo con una sonrisa y la mano en el pecho - pero estaba despierta todavía

Le devolví la sonrisa, y me pregunto que sucedía.

- Se que tengo olor a tanque de fermentación de vino, pero necesito decirte algo... como tu amigo - Ella aspiro el aire que nos rodeaba, y me dirigió a un coffee room que tenia el edificio.

- Así que ya no soy del grupo... - Dijo Ema tomando un sorbo del capuchino que reposaba en su taza - Que prima tan agradable tengo...

- Si, pero la peor parte, es que escuche que David es parte de su plan... - Tome un sorbo de mi café amargo y la mire.

- No se Guido, para mi estas alucinando...

- Mmmm bueno, puede ser, pero por las dudas tené cuidado.

Ella cambio rotundamente de tema, y le conté sobre la gira. Me sonreía un poco nostálgica, y me felicitó.

El carraspeo de Gastón, que bajaba del ascensor, nos interrumpió.

Ema se levanto a abrazarlo, y yo la seguí.

Luego de unos minutos mas de charla nos despedimos.

- Chau... solo, tené cuidado - Ella asintió y me beso la mejilla

- Vos también... gracias - Dijo dándose la vuelta, y luego retrocediendo - Y felicitaciones a los tres por la gira!

- No hay porque enana... gracias!

Ella se rió y vi su hermoso trasero subiendo las escaleras. Y no la quería dejar, el estúpido de David estaba arriba, y espero que ella no le diga que estuve aquí.

Me despedí del amable Aurelio con un choque de puños mortal, y me dirigí al auto con Cuty.

Ambos nos reímos de la situación, y nos dirigimos a mi casa.

- ¿Y en que te volves? - El plan de Gastón no fue muy inteligente que digamos

- En taxi - Dijo riendo.

- Nooo, no seas choto, tenes un auto disponible si querés, los de la recepción lo piden. Deja, es a mi cuenta...

Cuty rio y me pego en el hombro, así que esperamos juntos el auto que lo llevaría a casa.

En cuestión de minutos, un auto negro llego a buscarlo. Lo salude con mi cerveza en la mano, y vi como se alejaba.

El tiempo pasa muy rápido, tal vez pasen dos horas, pero para el reloj del universo no fueron mas que dos segundos.

Así que decidí aprovechar el tiempo que me quedaba y esperar al destino. Después de todo es lo único que puede pasar.

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Sigannnnn →→→

¿Dónde mueren las promesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora