22. Tal vez mañana entiendas.

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NARRA GUIDO:

- Llegamos chicos, bajen - pronunció Víctor, abriendo las compuertas del micro.
Los tres nos peinamos un poquito, aunque Gastón estuviese desganado.
Bajamos saltando, y yo sali corriendo antes que los otros dos, para entrar primero.
Toque el timbre varias veces, pero nadie abría, asi que decidi mirar a través de las rejas; las luces estaban prendidas, pero las cortinas me impedían ver para adentro.
Me apoye en la reja, provocando que las tachas de la parte inferior de mi campera de cuero rayara un poco la pintura, no me preocupo eso, pero si lo hizo el hecho de que casi caigo de espaldas al sentir que la puerta se abría y no habia nadie alli.
- Que raro... - Dijo Pato
Los tres nos miramos con los ojos abiertos, y sin importar nada; entre al jardín delantero, subi las escaleritas y golpee la puerta una y otra vez, se escuchaba musica adentro, muy suavecita, pero eso era un indicio de que alguien estaba alli.
Me cansé de golpear, entonces pense: "¿Y si esta también esta abierta?" No perdia nada con intentar ¿no?
Apoye la mano, baje el picaporte y la puerta se abrió.

NARRA EMA:

- Por favor Marco, soltame - Dije entre sollozos
- Mmno bonita, no - Dijo mientras me besaba el cuello
- Basta - Repetí esta vez, un poco mas impaciente. Senti los asquerosos labios de el sobre mi piel, causaba cierta astringencia entre mi saliva y mi garganta.
Queria que el que fuera entrara ya por esa puerta, lo estaba rogando con toda mi alma... hasta que lo vi a él.
Marco seguia encima de mi, en el sillón, mientras yo gemia del dolor y el asco que me causaba, el estaba a punto de quitarme la remera, cuando vi los dulces ojos miel de Guido.
No podía creer lo que veía, o si, pero no importaba, el estaba aca para salvarme...
- ¡GUIDO! - Pronuncie, dando un salto y tirando al maldito psicópata al suelo. Nos miramos por unos segundos, todos estabamos en shock.
Marco en el piso, Guido con los ojos vidriosos y yo sin saber que queria decir esa mirada, y mas feliz que nunca
- Ema... - Pudo decir el rubio, con su voz entrecortada - ¿Quién es el?
- El es...
- Su novio, ¿y vos sos? - No podia creerlo...

QUE?! NO!

Cuando estuve a punto de soltarme de su agarre, Marco me apoyo algo frio en la espalda, un arma plateada, pequeña pero letal, y no apuntaba mas que a Guido, escondida entre mi ropa.
- Veo que interrumpo - Dijo Guido aclarandose la garganta - yo no soy nadie en especial, los dejo solos.
- NO GUIDO PARA, EL NO... - grite desesperada
- Ema, tengo suficiente con lo que vi, suerte con el.
- Pero... no estas entendiendo - Exclamé llorando - por favor escuchame...
Una lágrima se resbaló por su mejilla, y se safo bruscamente de mi agarre
- Chau, suerte rubiecito - Dijo Marco.
Un angel había caido en la trampa del mismísimo Lucifer.
Caí en seco al piso, Marco cerró la puerta, antes de que terminara de escuchar varias voces afuera, luego lloré. Lloré a mas no poder, lo habia arruinado todo ¿Por que no le dije? ¿Por qué no me dejo hablar? Y lo peor: Que pelotuda fui al creer que iba a reaccionar bien, luego de ver una escena como esa. Es obvio que no iba a sospechar de que el era el psicópata, habian rosas, velas y hasta música. Nadie sospecharia que un desquiciado haria eso, ¿O sí?
Quería morirme, me preguntaba donde estaba mi familia, ¿donde estan cuando los necesito?
Escuche un auto llegar, y no se en que momento el escenario romanticon desapareció del Living. Vi a Marco por última vez en la cocina cuando me dijo "Esto no se acaba aún", abrió la puerta corrediza, y desapareció.
Yo estaba despeinadisima y tenia un olor horrible. Su perfume.
Paula entró riendo al living con varias bolsas en las manos, al igual que papá, y mamá venia detras de ellos, limpiándose los pies en la alfombra.
- Ema, querid... ¿que te paso en los ojos?
- Nada mami, debe ser una alergia, o que me acabo de despertar - Imite una sonrisa. El cuello me dolia mucho, asi que ante la sospecha me lo cubrí con el pelo.
Ayude a mama a hacer varias cosas, hasta que vi las velas y los petalos en una bolsa de basura
- Voy a sacar esto -  dije señalando la bolsa - ya vuelvo mami...
- Yo te acompaño - Exclamo Paula
Ambas tomamos varias bolsas y salimos a la vereda.
- ¿Ema que te pasa?
Yo simplemente no podía hablar, un nudo helado me tapaba la garganta - Ema...
- Nada Paula, no me pasa nada
- Contestame tonta - Dijo mientras me tomaba de ambos brazos para sacudirme, lo que desplazo mi cabello hacia atras, dejando ver las marcas que Marco había causado. Las lágrimas corrian sin cesar en mis mejillas. No sabia que hacer.
Guido herido por mi. Marco suelto por ahí.
Mi hermana tiro de mi brazo hasta que nos introdujo a ambas a la casa.
- Ch ch ch ch, ¿a donde van ustedes dos tan rápido?
- Ya bajamos Ma, Ema me quiere contar algo - Dijo sonriendo, yo asentí y trate de imitarla.
Estabamos en mi cuarto, escaleras arriba con la puerta cerrada
- ¿¡Que?! ¿VINO GUIDO? ¿Y Pato?... bueno no importa, el hijo de puta de Marco esta hasta las manos, el te hizo esto - dijo señalando las marcas moradas en mi cuello...
- ESO NO ME IMPORTA PAULA! QUIERO A GUIDO! - Exclame entre sollozos - QUIERO EXPLICARLE TODO. Quiero hablarle, decirle cuanto lo extraño y cuan linda fue su sorpresa al venir aca, solo por mi... y bueno, los otros dos por vos y Mai.
Ese dia llore mucho, de la rabia y la impotencia que sentía.
Cuando nos llamaron a cenar, mis ojos ya no estaban tan hinchados, y Paula me había disimulado las marcas con un poco de base.
Terminamos de comer, la cena fue rápida y demasiado tranquila, menos mal que mis papás no tenían muchas ganas de hablar.
- ¿Les vas a contar? - Me preguntó
- Paula, vos estas mal. Si les digo, ni en pedo me dejarían vivir sola...
Esa noche Pau durmió conmigo, y cuando ella ya estaba en el quinto sueño, le quite los auriculares que tenia en la mano y me puse a escuchar una de mis listas de reproducciónas antiguas.
Cuando estaba a punto de dormirme le preste atención a la canción que estaba oyendo: "No era mi intención, privarte del amor. Es que yo no quería lastimar. No hay luz en la ciudad, no veo a donde vas. Talvez mañana vuelvas, talvez mañana entiendas, talvez mañana vuelvas a venir..."
Y al derramar mi ultima lágrima, caí en un sueño profundo. Y ojalá hubiera sido para siempre.
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Oops, no me maten, pero la historia necesitaba un salseoooo
Tranquilas, después de la tormenta sale el solllll.
Bien, este seria el primer cap de la maratón peeeeero, no hemos llegado a las 500☆ aunnn, asi que les prometo que cuando lleguemos a esa meta hago una maratón, pero una de verdad, con varios capítulos bonitos!

La historia va tomando su forma, y prometo que les va a encantar, solo, denle tiempo a Guido. Las amo demasiado y por eso subo a esta hora :) Nos vemos (o nos leemos) en el siguiente capitulo!

Chauuuuuuu!

¿Dónde mueren las promesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora