102. Mañana es tarde.

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NARRA GUIDO

Cuando llegamos a la habitación Paula nos empujó abriéndose paso y entró corriendo al baño. 

- Siempre tan sutil - Exclamó Ema un poco avergonzada por el comportamiento de Paula.

- ¡Tenía ganas desde que llegamos al estacionamiento! - La voz de Paula desde el baño nos hizo reír, y pronto seguimos en lo nuestro.

- Bueno, ¿a donde fueron? - Volvió a insistir Ema. Como es de esperar me puse rojo, y Gastón también. No somos buenos mentirosos, pero Pato sí.

- A comprar las guitarras, ¿o a dónde pensas que iríamos con tu hermana? - Dijo Patricio totalmente convencido de que así fue.

- ¡Te escuché! - Paula seguía aclarando, y a todos nos daba gracia, excepto a Ema. Ella me miró con los ojos entrecerrados.

- Ya vamos a ver... - Sospechosamente se dirigió a la cocina. Lucía y Gastón se acomodaron demasiado juntos... y no era rara la mirada que me dirigió Patricio con cierta sonrisa extraña.

Paula salió al fin del baño, y con las manos mojadas atormento a Pato despeinandolo, ambos corrieron a la habitación y se tiraron en la cama para procesar una batalla campal de cosquillas y almohadazos. Sutiles como siempre.

Ema terminaba de lavar unos vasos que quedaron de la noche anterior mientras yo me acercaba sigilosamente, sospechaba que estaba un poco molesta.

- ¿Que te pasa? - Pregunté apoyando el borde de mi cabeza en la alacena

- Nada, ¿porqué? - Me dijo de una manera sofisticada y cortante.

- Te conozco, perdón por no llevarte, de verdad necesitaba que recibieras esa entrega... ¿Llegó al final? 

- No me enojé... por eso. Siento que no me estas diciendo la verdad... - ¿Ahora de donde saco una guitarra nueva para que me crea? - Además no llegó nada...

- ¿Estuviste todo el tiempo en el restaurante? - Pregunté con una pequeña sonrisa. Ema asintió lentamente y se sonrojó.

Tres toques en la puerta nos sorprendieron, ese debía ser el paquete...

- ¡VOY YO! - Gritó Patricio desde la habitación con los pelos en la cara, mientras tiraba a Paula para levantarse de la cama y correr a toda (su) velocidad hacia la puerta. La cara de Lucía después de eso fue épica, y la de Gastón ni hablar.

Ema que tomaba agua, miraba la peculiar escena con detenimiento. Y Paula seguía recostada en el piso riéndose sin parar.

- ¿Que tal? Necesito la firma del señor Sardelli - Una voz masculina y amigable traía algo para nosotros.

- ¿Cual de los tres? - Dijo Patricio - No, mentira, es para mi...

El chico de las entregas se rió un poco incómodo, pero al fin y al cabo tomó la firma y dejó los paquetes en la puerta.

Pato comenzó a tirar de un carrito con tres paquetes bastante grandes sobre el.

- Abrilos... - Dijo Gastón expectante.

Pato sacó dos guitarras hermosas (que no sabía que tendríamos de verdad) y Ema me sonrió en manera de disculpa al interrogarnos. Al final funcionó. Patricio me miró sospechoso en complot con nuestro plan.

- Tomá, este tiene tu nombre... - Pato me lo tiro directo al pecho, y tome el paquete. 

- Es para ustedes en realidad... - Dije señalando a Paula que estaba apoyada en la puerta. 

Era un paquete pequeño, y Ema lo abrió emocionada. Otra pequeña caja blanca salio de adentro, y Ema lo abrió con poca paciencia.

Dos pequeños pases para la prueba de sonido aparecían frente a sus ojos...

- Ay, gracias... - Dijo un poco emocionada y un poco decepcionada - Son hermosos...

Todos reímos, y Paula comenzó a saltar como si tuviera dos neuronas... claro que habíamos logrado el objetivo... pero faltaba algo mas.

Mientras festejaban, mi plan salía a la perfección.

- ¿En que momento pediste las guitarras? - Le dije en un susurro a Pato

- Y... Si queres que funcione tenes que hacerlo lo mas real posible, a parte las necesitamos de verdad... - Dijo Pato mientras tocaba las cuerdas de una guitarra roja.

- Hay otro para vos Lucía, si hubiéramos sabido que ibas te lo traíamos - Dijo Gastón entre risas...

- No por favor, no quiero causarles ninguna molestia - Dijo muy tranquila y de manera amable.

- Para nada - Exclamó mi hermano rápidamente  - Es mas, si queres quedarte hoy, nos vamos todos juntos en la mañana...

Patricio, Ema, Paula, Lucía y yo nos miramos atónitos... Los dejamos solos y nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones...

- Si preferís, nosotras dormimos en la habitación de al lado, sino acá hay una habitación de mas... - Exclamó Paula antes de que Patricio la estirara hacia el interior de la habitación.

- Mmmm, ¿Y vos dormís acá? - Dijo Lucía señalando la habitación de mas mientras miraba a Gastón.

- No, yo duermo en la que esta al final del pasillo...

- Bueno... te acompaño - Exclamó ella mientras tomaba del brazo a mi hermano mayor... 

- Los acompañamos... Paula quedate acá - Dije mientras sostenía la puerta...

- Que tortura... - Dijo ella mientras se reía maliciosamente al ver la cara del pelilargo.

Por supuesto que de nuevo todos nos sorprendimos, pero dejamos que los dos nuevos tórtolos siguieran con lo suyo.

- Guido, arriba de la mesita quedó una carta, es para Ema...

El pelilargo entró en su habitación y Ema lo saludó con un pequeño grito.

Ambos caminamos hacia la salida, Ema tomo la carta y la miró de manera preocupada.

Esas miradas siempre llevan a los lugares mas oscuros... Inclusive cuando estamos en el momento mas iluminado.

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Jjajaja holaaaa

Lo sé. Tal vez el título del capítulo pegue con la realidad: mañana es tarde para otro capitulo mas.

Pero yo siempre digo, mejor tarde que nunca! Hoy les dejo el bonus, mañana subo la siguiente parte... 

Espero que les esté gustando mucho... dado que sí. Presiento que el final está llegando.

Pero eso nunca se sabe, no conmigo!

Les mando un abrazo virtual amigxsssss, cuidense y hasta mañana!




¿Dónde mueren las promesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora