112. Mensaje.

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NARRA GUIDO

Un auto negro recientemente conocido apareció en el subsuelo, tal y como nos avisaron, asi que rápidamente subimos las escaleras y esperamos a que llegaran Eugenia y David.
Subimos algunos peldaños y luego de quedarnos en la mitad de las escaleras escuchamos lo que tenían para decirnos.

- Imaginamos que pudieron observar la publicación con la ubicación... claramente fue todo parte de una estrategia - dijo Eugenia, un poco conmocionada por los recientes hechos entre David y Guido - No podíamos transmitir ninguna información desde este lugar dado que así como nosotros vigilamos, Mai también... Mai ha estado vigilando todo en los anteriores días. Sabe absolutamente todos los movimientos de cada uno, y probablemente ya la hayan visto porque su idea psicópata de que la observen y sepan que están siendo vigilados es la gracia de su plan...

- Mai pretende que ustedes no se enteren de esto pero nosotros ya no podemos formar parte de una situación que sabemos que perjudica a gente que no tiene la culpa de la locura de una persona cómo ella - Dijo David, aún tomandose la zona del golpe mientras presionaba para 'eliminar' futuras marcas.

- Estoy segura de que Mai conoce la situación en la cual nos puso - Dijo Eugenia - Y de la cual estamos saliendo, así que lo más probable es que ella sepa que en algún momento nosotros ya no vamos a participar de esto...

- ¿Y por qué decidieron alejarse de ella? - Exclamó Gastón, mientras sostenía la mano de Lucía. Esto llamó la atención de la rubia

- Porque, si bien nada de lo que sucedió anteriormente estuvo bien, planear un homicidio con esa determinación no me parece nada cuerdo - Dijo David

- ¿El homicidio de quién? - Exclamé acercandome lentamente a el. Luego me percaté de mis anteriores actitudes fuera de lugar, y volví hacia atrás.

- No sabemos... Después de esa información decidimos desligarnos de sus acciones y pensamientos... - Eugenia miraba a Ema con un poco de lástima, y enojo a la vez, un sentimiento indescriptible.

- ¿Que información que no sepamos nos pueden dar, entonces? - Exclamó de manera directa Paula.

- Mai Espera que en algún momento, como sucedió hoy, ustedes tres - La rubia nos señaló solo a los masculinos - Tengan alguna situación, un concierto, una reunión o algo con la discográfica... Eso va a dejar a las chicas, según ella, vulnerables - Ante esta afirmación, los ojos se desviaron a Paula, quien con una ceja hacia arriba y una sonrisa de lado desmentía toda vulnerabilidad.

- Vinimos para advertirles, que podemos vigilar desde lejos... pero Mai utiliza sus trucos engañosos para convencer a los del servicio del hotel... en todo caso deberían irse de acá - Dijo David - Porque no se si se han dado cuenta... Mai muchas veces ha sido quién entregaba los desayunos, u otras situaciones...

Gastón abrió sus ojos enormemente y palideció, y ni hablar de Lucía, quién lo sostenía fuerte desde el brazo derecho. Pato frunció un poco su ceño cuando Gastón lo miro, pero luego desvío todo a la pregunta del millón.

- ¿Y como sabemos que podemos confiar en ustedes? Si han sucedido estos recientes hechos de los cuales ustedes han sido participes - exclamé un tanto enojado.

- Solo les queda confiar, dado que no tenemos otra manera de probarlo. Solo contándoles el plan de Mai...

- Sabemos que sus intenciones son simplemente deshacerse de Emma. Si ella no puede tener lo que ella quiere, nadie lo va a tener - Eugenia cambió su mirada fría a un tono de angustia y miedo...

Ema palideció... y sus ojos observaron mis pupilas directamente.
Pero luego se compuso, como evadiendo el horror que todos sentíamos por dentro.

El hecho de saber que Mai en realidad siempre estuvo cerca, y que a Ema no le ha sucedido nada de milagro recorre mi espina como un la punta de una lanza fría.

Eugenia y David no tienen razones para darnos esta información, pero al parecer tampoco para ocultarla.

- Bueno, lo mínimo que podemos hacer es agradecerles por avisarnos - Dijo Lucía, quien siempre mostraba algo de diplomacia cuando los demás no podíamos. Se había con vertido en una parte vital de nosotros.

- No hay de que... - Dijo Eugenia, rascándose la nuca en señal de desentimiento.

- Ema, ¿puedo hablar con vos? - David expresó estas palabras y mi cara subtitulada no tardó en aparecer en señal de desaprobación total y completa

Ema me miró, y con sus cálidos ojos y un contacto de su mano sobre mi brazo me tranquilizó, y asintió en señal de que "todo iba a estar bien".

Ellos dos se alejaron unos metros, y yo vigilaba como un halcón mientras Paula le comentaba a Eugenia que de igual manera habían sido muy poco considerados (por no repetir las palabras de Paula) y la rubia solo comenzó a sollozar en silencio.

- Tienen razón... no queremos su amistad ni nada, solo advertirles de esta situación, además Mai tiene acceso a las habitaciones, y...

Esto último resonó en mi cabeza, estamos siendo completamente espiados por una persona que lo único que quiere es dañar.

Ema sonrió y abrazó a David, mi corazón latía a mil, y Pato presionó sutilmente mi hombro...

- Pareces un perro rabioso - Dijo riéndose de mi "actitud poco madura", en sus palabras.

Cuando ingresamos al hotel, Eugenia y David ya se habían ido. Y esa iba a ser tal vez, la última vez que los viéramos.

Paula pidió 7 copas y un vino tinto, algo tranquilo. Todos quedamos impactados, porque no sabíamos si había algo que celebrar... pero algo planeaba en su mente astuta.

Subimos, y Paula nos dirigió a su habitación primero, tomó la botella de vino y la descorchó.

- A ver... si supuestamente todo lo que averiguamos - dijo, y luego se llevó suspicazmente un dedo a la boca en señal de silencio, todos observamos sus movimientos expectantes, con una copa en la mano - vamos a encontrar distintos artefactos no tan deseados en este lugar...

Paula tomó la séptima copa, la llenó con agua y lentamente daba pasos al rededor de puntos clave.
Se detuvo en seco y luego, sin pensarlo, golpeó levemente una pequeña mesa donde se apoyaba una lampara de cerámica.

Un pequeño aparato oscuro cayó al vaso de agua que Paula sostenía astutamente en el lugar del golpe, el cual al parecer se encontraba pegado al dorso de la mesa

- ¿Es un... - Exclamó Lucía con un grito ahogado - Paula se llevo el dedo índice a los labios nuevamente, y Lucía asintió.

Buscamos mas por todo el lugar.
Debajo de las lámparas, mesas ratonas, incluso en las alacenas y en el baño, encada departamento encontramos en total 62 aparatos espías de maldad programada por Mai.

Era escalofriante, pero era una victoria, una enorme.

Esa noche los hombros no me pesaban. Ema dormía a mi lado, y solo pude apreciarla al dormir, el perfil de su rostro, el olor de su piel, cada sonido que emitía, la tranquilidad en su rostro...

Muchas ideas daban vueltas en mi cabeza, la mayoría lindas, pero un pequeño resorte seguía saltando:
Al haber descubierto cada uno de esos micrófonos, mi duda existencial es: ¿Como carajo llegaron ahí?...

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Hola hola!
Ha pasado mucho tiempo,y he prometido cosas que no he podido cumplir, pero por ahora les traigo este pequeño fragmento que me había quedado pendiente...

Espero que hayan empezado muy bien su año, les mando un abrazo a todos los que siguen ahí...
Esta radio va a transmitir hasta el fin de los tiempos, o hasta que esta historia llegue a su fin.

Los leo en comentarios, nos vemos en el próximo capítulo! Abrazoooooo

¿Dónde mueren las promesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora