NARRA GUIDO
Las cosas se habían puesto feas cuando salimos del cine. Aún no podía contarle a Ema el porque de que Eugenia me persiguiera.
Y había ocurrido algo peor.
Solo que no tanto, y comence a mentirle a Ema, inconscientemente.
No sabía como remediarlo, y me sentía todo un caos. Asi que había decidido reparar la herida que Ema aún no tenía.
- Amor, hice una reservación... es en un hotel... - Mientras le contaba los detalles a Ema, su sonrisa crecía, y los latidos de mi pecho también.
Decidí concurrir al gurú del amor para que me aconsejara...
- Bueno, alquila un traje, o compralo, lo vas a necesitar mas adelante, compra lo que mas le guste, hacela sentir como en realidad se lo merece...
- Si Patricio, pero las cosas materiales no van a remediar este daño...
- Mira Guido, Eugenia te dio UN BESO, no tuvieron nada mas... además, vos le cortaste el rostro de una...
El tenía razón, como siempre. Pero Ema no lo iba a ver así, ella simplemente se va a enfocar en "sus" errores del pasado y se va a alejar de mí. Y eso es de lo que nunca me voy a dejar de sentir culpable.
Le mande un mensaje, diciendole que sobre la mesita de las llaves habia un sobre.
Cuando lo abriera tendría todos los detalles necesarios para que la velada fuera lo más perfecta posible.
Pato me acompañó a una tienda de trajes. No era Versace, pero habían trajes bastante chetos. Y con uno negro me conformaba, aunque usar traje ya fuera de careta... en ciertas ocasiones.
NARRA EMA
Cuando volví al departamento, sobre la mesa de las llaves, junto a la puerta, había un sobre amarillo antiguo, con las siguientes indicaciones:
"Pasos para la noche perfecta"
• Abrir las cajas de la habitación.
• No uses perfume, tu aroma es perfecto.
• Esperar a las 8 por tu príncipe rubio. Se puntual!!!
Te amo, Guido.
Se me había salido el corazón. Guido había escrito esto para mi, y no podía morir ahora. Tenia unas cajas que abrir.
Entre a la habitación, y sobre la cama había una caja negra, y una rosada pálido.
Abrí la mas grande primero, de ella saque un vestido negro. Era corto sobre las rodillas y encajaba perfecto con mi cuerpo, tenia la espalda totalmente descubierta.
En la caja negra, habían unos zapatos a juego con el vestido. Sin duda era el estilo de Guido, buen gusto para todo.
Me fui a dar una ducha cantando lo mas alto posible.
Cuando salí, abrí el cajón de la ropa interior y encontré una caja negra mas finita, con una cinta a su alrededor.
Desate el nudo, destape la caja, y dentro había un conjunto de ropa interior. Ya veía porque lado íbamos.
Me senté un rato en la cama a pensar sobre el tema. Me reí un poco y admito que me ruborice. Pero luego pensé en que llevaba tiempo con Guido, y no había hecho nada mas que amarme y protegerme anteponiendome a toda situación. Jamas había insinuado algo sobre el tema, y siempre fue a mi ritmo, sin mencionar que era un bombonazo con una voz que me ponía la piel de gallina. Simplemente quiero pensar en esto para dejar las preocupaciones de lado y disfrutar la velada con el.
Tome la parte inferior del conjunto.
Era hermoso, pero constaba de una pequeña porción de seda negra en la parte delantera, que luego se convertía en un pequeño camino rodeando mis caderas, y desencadenando en una porción mas finita y delicada en mis nalgas. No cubría absolutamente nada de mi pequeño traste.El corpiño era muy delicado, casi todo de encaje, y resaltaba las pequeñas curvas de mis senos.
Me metí en el vestido negro, y me puse los zapatos negros. Eran las 7:45 y aun no me ponía maquillaje.
Cuando termine con el peinado, que constaba de simples bucles, tome el perfume de la cómoda, pero recordé que debía respetar los pasos de Guido para que todo fuera perfecto.
A las 7:55 presione el botón del primer piso nerviosamente, y las puertas del ascensor se abrieron frente a mi en menos de veinte segundos, indicándome que esta era mi parada.
A las 7:57 después de mirarme al espejo por dos minutos seguidos, pude observar en el la silueta de un Audi gris plata en la puerta.
Guido había llegado. Y estaba apoyado en la puerta del acompañante.
Respire profundo y me encamine hacia la puerta. Una sonrisa pícara apareció en sus labios. Obviamente me sonroje como nunca. Muchos pensamientos pasaban por mi mente, y no eran sobre comida.
Tenía un traje negro que lo dejaba como un rubio sexy, y era hermoso saber que se vestía así por mi.
Llegue a sus brazos y me beso tiernamente, sin quitar su sonrisa, y provocando que me riera un poco también.
Me abrió la puerta del auto haciendo una reverencia. Corrió a mi lado, y arrancó hacia la noche perfecta.
Llegamos al hotel del que me había hablado anteriormente, muy elegante, tal vez demasiado para el pero aun así estábamos acá.
El recepcionista nos llevó hacia la mesa de reserva, y luego un mozo vino a traer el menú de la cena.
- Esta bien, el vino tinto, y como primera entrada camarones y canapés de cangrejo... - Guido señalaba los platos que al parecer le llamaban la atención, y el mozo anotaba en su mente.
- ¿Porque tanto espamento con el menú, precioso?
- Porque quiero que pruebes una de las mejores comidas de la ciudad. La probé cuando estuvimos en Las Vegas y creeme que no te vas a arrepentir.
- Jamas había probado caviar...
- Es re de chetos, pero creeme que te va a encantar... Parece que va a ser una noche de primeras veces...
Me sonroje al ver su expresión mientras hablaba metafóricamente. Y parece que se percató de ese detalle, porque también se sonrojo.
Miro hacia abajo y tomo un canapé. Me tendió un pequeño bocado, y yo abrí la boca para probar.
Me dedico una sonrisa de costado.
Me sonroje por millonésima vez.
Me tiene en sus manos.---------------------------
JOJOJOJO
Regalito de navidad. Si si si si sigan que abajo esta la siguiente parteeeee, los amo!
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¿Dónde mueren las promesas?
FanfictionDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...