NARRA EMAMi mente daba vueltas sobre el tema del que Guido me había hablado.
Realmente miento si digo que no lo extraño.
Mai venía actuando un poco raro hace rato. Enredada entre secretos, mentiras, miradas cómplices, mi mente trataba de descifrar que le pasaba.
Eugenia era parte de su plan; y si pienso en un plan malévolo no me sorprendería.
David se ha portado muy bien hasta ahora.
Y por ahí Guido tenia razón, pero por ahí no. Lo conozco hace varios años aunque no nos veamos hace tiempo.
La puerta estaba entre abierta, así que fingí que mi tramo por las escaleras fue a velocidad de la luz.
Cuando entre al cuarto me di cuenta de que David seguía en la misma posición que cuando me fui.
- Wow, tuve que aguantar bastante - Dijo, desnudo sobre las sabanas.
Me reí, y tenía que inventar la mejor excusa para estirar este momento lo mas que se pudiera. O al menos hasta que descubriera que clase de chico tenía en mi cama.
- David, me siento un poco cansada, perdón - Dije, acercándome mientras el se sentaba como podía, sin doblar mucho su pierna derecha - Entre las idas y vueltas agote la poca energía que tenia tenia.
El se rió un poco y me beso.
- No hay problema bomboncito, se que hay temas agobiantes en esta vida. ¿Quien era?...
Se puso su ropa interior y se metió a la cama para abrazarme.
- Era un tipo que venía a traerme un paquete. Era para mis papas, así que le tuve que explicar como seguir la dirección prácticamente.
David se rió, me beso el pelo y a los pocos minutos me dormí, pensando que tal vez dormía entre los brazos del enemigo, pero como dicen algunos: A los amigos hay que tenerlos cerca, y a los enemigos aún más.
NARRA GUIDO
Eugenia me había llamado varias veces. Pero claramente no tenía ganas de hablar con nadie. Solo quería que la gira llegara para olvidarme de mis problemas un rato.
Las entradas se anunciaban mañana y esperábamos agotarlas en, como máximo, una semana.
Todo se remontaba en uno de los mejores conciertos que tuve, porque a parte de la buena onda de la gente, vi los ojos mas hermosos e hipnotizantes que podría haber visto en mi vida.
A veces me olvido de algunos momentos, y siento que cuando los revivo, vuelvo al pasado.
Y cada vez que la veo a ella me transporto a la mejor parte de nuestra relación, aquella en la que decidía y las cosas me salían bien.
Gastón estaba a punto de llegar, pero el intercomunicador con recepción me saco de mis pensamientos.
- Señor Guido, su hermano llego - Dijo mi buen amigo Alberto; el recepcionista
- Dale, dejalo subirrr - Dije riendo.
Patricio golpeó la puerta y deje que pasara, puso la cajita de las seis cervezas sobre la mesa, y luego exclamó:
- EN TRES SEMANAS NOS VOLAMOS LA PELUCA - Sus manos golpearon la mesa, y no pude evitar reír.
- Pato, tenes una ansiedad... - El me miró serio y me paso una cerveza.
- Y bueno... los conciertos son mi vida, rubia...
No pasaron mas de quince minutos, cuando Gastón se encontraba en casa.
Los tres nos sentamos a hablar de todo: la gira, las chicas, los secretos, el pasado, el futuro, entre otros chismes.
- Bueno, no sabia que Mai era taaaan rara - Dijo Pato.
- La verdad que yo tampoco, tal vez es un tema mio...
- No creo - Dijo Cuty - Venia a hablarles de eso. Hace bastante que la relación con Mailen viene un poco seca, y no sabia porque... hasta que me contaste lo que escuchabas...
Con Patricio nos miramos sorprendidos, esto realmente era nuevo para nosotros.
La relación de ellos era la más tranquila, y la que menos pensamos que saldría mal.
- La he escuchado hablar de temas raros con Eugenia. Una vez salió de casa durante dos horas, supuestamente a ver las propuestas de la Facultad de Artes teatrales. Pero cuando la lleve; Eugenia la esperaba en la puerta del lugar - Dijo Cuty con su dedo en la barbilla - Así que me fui y supuse que era para integrarla al grupo, ya que se llevaban bastante bien. Pero en cierto modo, es bastante raro.
- Bueno, quien sabe; por ahí tiene destellos de actriz.
- No... - Dije seco - Si algo se es que Eugenia es una pésima actriz, y tal vez trate de enredarlos con sus trucos, pero conmigo no puede.
Ellos rieron por mis palabras dignas de una novela, pero trate de mantener la postura firme.
De nuevo se me ocurría un plan genial, para descubrir un plan malvado, un plan que tal vez me ayudara a recuperar a Ema, y si eso pasaba, prometía no dejarla ir, nunca mas.
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Wuwuwuwu →→→→
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¿Dónde mueren las promesas?
FanfictionDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...