NARRA GUIDO
Eran las 11 de la mañana cuando abri mis ojos, el sonido de alguien golpeando la puerta me había despertado. Desayuno a la habitación!
Me puse los boxers negros, y recibi el carrito con el desayuno.
Cuando volví al cuarto Ema seguía durmiendo. Su cuerpo estaba cubierto por las sabanas, pero dejaba sus curvas a mi imaginación. Y nunca iba a poder olvidarme la noche de ayer.
Me recoste a su lado antes de que despertara. Su pelo estaba esparcido por toda la almohada.
El sol la iluminaba, y su cara estaba de costado, lo que dejaba su cuello al descubierto. La besé lentamente y una sonrisita se asomó en su rostro.
- Buen día hermosa - Dije sutilmente
- Buen día hermosa - Me respondió ella. Estaba desconcertado, pero luego se sentó riendo, y olvidando que no estaba cubierta con mas que esa sabana.
Le señale sus pechos, fingiendo que me tapaba los ojos (obviamente) y ella se tapo y luego me pegó en el hombro.
Después de reírnos un rato de la situación, acerque una taza de te negro con las tostadas y el jugo de naranja a ella. Un tazón de frutas tropicales para mi bastaba.
Había recibido una llamada de Pato pero decidí cortarle.
No podía creer que al fin Ema fuera completamente mía. Y no me refiero a eso de una manera posesiva, si no a una forma espectacular en la que había ganado su confianza.
Eso me recordaba a una frase:
"La confianza tarda mucho tiempo en ganarse, pero perderla es tan solo cuestión de segundos"
Y eso también me recordaba que aún tenía que decirle a Ema la verdad de lo que venía pasando con Eugenia.
Si lo ponía así en realidad sonaba como si le estuviera metiendo los cuernos, pero eso implica que tengo que querer a Eugenia, y eso no es nada cierto.
Pato seguía llamando, y yo seguía evitándolo.
Pero luego la llamo a Ema.- Hola Pato - Dijo tratando de parecer mas despierta - Sip... esta acá Guido!... Que te importa tonto! Chau - Dijo mientras se reía de algo y me lo pasaba
- Asi lo hicieron...
- Pato, sos tan sutil y delicado... ¿Que pasa?
- Mira rubia, no quería alarmarte, pero creo que ya es hora de decirle a Ema lo que pasa... Antes que lo sepa por otro lado...
Me aleje un poco de ella, fingiendo que necesitaba algo para escribir.
- ¿Por quién mas se enteraría?
- Estuvieron muy ocupados, ¿no? - Dijo provocando que me subiera un extraño calor por el cuerpo - ¿Te metiste a Instagram? ¿O a face? ¿O a alguna red?
Agarre mi celular, lo encendí, y vi que tenía mas notificaciones de lo que usualmente suelo tener.
Si, varias revistas habían decidido que Eugenia era mi amante. Puta madre.
Le corte a Pato luego de una fugaz despedida, y volví a nuestro cuarto, Ema se estaba comiendo las frutillas de mi tazón.
Me reí aliviado al ver que no estaba viendo el inicio de ninguna red.
- ¿Donde esta tu celular? - Pregunté agitado
- ¿En tu mano? - Dijo señalándolo y riéndose
Me alivie mas aun, y le propuse el trato de alejarnos de todo esto por un día. Ella asintió. Trataba de extender mi plazo al máximo.
No quería que Ema dejara de verme como nadie lo hace.
Una vez listos salimos del hotel, y nos dirigimos a un "día de campo".
Pero tome rutas desviadas, para llegar lejos, sin ningún periodista merodeando por ahí.
- ¿Porque el repentino cambio de idea mi amor? - Me pregunto ella dulcemente, mientras buscaba una manta parecida a las blancas con cuadritos rojos
- No se... necesitaba alejarme de todo eso por un minuto, pero con vos
Ella sonrió y me dio un besito. Trajo el paquete que contenía el pedido de comida del hotel, y nos sentamos a ver que formaban la nubes.
En esta escena podría escuchar "La vie en Rose" de Louis Armstrong, dando vueltas en mi cabeza.
Ema se recostó en mi pecho, a contarme sobre todos sus sueños y metas. Todos esos de los que me hablo un millón y medio de veces. Y de los que nunca me iba a cansar.
En poco tiempo iba a empezar en una clínica privada, aunque le gustaría trabajar ad honorem en algún lugar como el norte del país.
Ema tenia el corazón mas puro que había conocido, jamás me haría daño, y sin embargo no sabe lo que ha estado pasando conmigo.
Sabia que Eugenia planeaba algo, pero nunca creí que fuera a influir así en mi, y tal vez en mi relación.
No podía mirar a Ema sin sentirme culpable.
La amaba tanto, pero tenia miedo de no merecerla.
Cuando ya se hizo mas tarde me propuso volver al departamento. Pero preferí decirle que fuéramos al hotel.
Cuando llegamos subimos a la terraza para refrescarnos en la pileta, ya que pudimos pasar por trajes de baño.Ema batía sus pestañas rápidamente, y decía que le hacia a acordar a "Blue jeans" de Lana del Rey.
Trate de mil millones de formas de que no agarrara su celular, pero siempre lograba encontrarlo.
Al final del día regresamos al departamento.
- Bueno Guido, no se que te pasa, pero necesito que me devuelvas mi bebé...
- Ema... mira, yo se que ya me estoy poniendo mas viejo, pero no creo que debamos tener un bebe aún... recién ayer pudim...
- ¡Tontoooo! - Dijo pegándome en el hombro - Dame mi celular, Guido.
Sus ojos estaban mirándome fijo, y una mano estaba tendida esperando el celular.
Ya era hora.
Apoye el celular en su palma y ella la retiro rápidamente.
- No tenes nada que esconderme Armido... no te preocupes
Ella se refería a todo mi pasado pero no conocía lo que debía decirle. Mi corazón empezó a latir mas rápido de lo normal. Y ella lo noto.
Me agarro la mano fuerte, pero solo era un truco para medirme el pulso por la muñeca.
- ¿Que te pasa Guido?
Mis piernas querían darse la vuelta e irse corriendo de ahí, pero mi cerebro estaba como congelado.
Ema abrió los ojos, y luego los achino, como hace cuando necesita respuestas. Lo malo es que no para hasta tenerlas.Mis ojos eran los únicos que le contestaban, dejando que el agua apareciera en la parte inferior del párpado.
Y no podía hacer nada mas que decir la verdad. Y tal vez podía perderla para siempre.
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Y bueeeeeno, aca los capítulos del mes que les debo.
Queria pedirles perdón por tardar tanto. Este viernes subo el que sigue. No les voy a prometer que vaya subiendo seguido, pero por ahi suba dos capítulos un viernes, y el siguiente viernes no subo, se entiende?
Buenoooo esto ha sido todo todo por ahora. Nos vemos en la próxima! Besosssssss!
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¿Dónde mueren las promesas?
FanficDonde tu risa se desborda, donde brillan las estrellas, donde ya no queda nada... Una verdadera historia de amor entre dos jóvenes contemporáneos. El, una estrella de rock. Ella, una simple joven con grandes expectativas para su vida. Los astros se...