Capítulo 30

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A la mañana siguiente ambas se encontraban en la misma cama, al fin volvían a dormir juntas. Alcina fue la primera en despertar observando con máximo detalle a la menor quien estaba perdida en el mundo de los sueños. Se dio cuenta de un pequeño toque en su mano, la miró y vio como la tenía entrelazada con la de ella.

Es tan cálida.

Sin despertarla se acercó a ella y la sostuvo entre sus brazos con delicadeza abrazándola mientras acariciaba con su otra mano la cabeza de Elizabeth. Tenía tantas cosas en las que pensar después de la conversación que había tenido con Donna y entre ellas estaba su deber de protegerla a toda costa.

-Hm.-salió un pequeño sonido de sus finos labios indicando que pronto despertaría y así fue. Abrió los ojos poco a poco encontrándose en el pecho de Alcina-.......-se separó un poco y sonrió mirándola-. Si me querías ahogar solo tenías que decirlo, habría sido una muerte dulce.

-No empieces con tus comentarios querida.-la mayor dio un toque en su nariz-. ¿Dormiste bien?

-Si, mejor que en mucho tiempo. Extrañaba dormir en tus brazos Alci.-se incorporó un poco y se estiró dejando ver un poco sus cicatrices sin darse cuenta.

Si tan solo pudiera reparar el daño que te hice.

-Sé lo que piensas.-bostezó y se levantó mirándose en el espejo del tocador-. A mi me gustan, me hacen ver más dura.-rió un poco-. Parezco una guardaespaldas.... ¡Oye! ¡Ese título me queda mucho mejor que el de mascota!

-Cervatillo por si no te has dado cuenta no necesito un guardaespaldas.-dijo levantándose para abrazarla por detrás.

-En términos de necesidad tampoco te hace falta una mascota.-miró hacia arriba tratando de convencerla.

-No te voy a nombrar mi guardaespaldas Eli.-palmeó su cabeza viendo el puchero que ponía-. Y así pareces una ternura.

-¡Si hombre! ¡Lo que me faltaba ya, que me llames tierna!-se quejó ante las risas de Alcina. Iba a seguir discutiendo cuando vio algo desde la ventana. Se acercó a ella para desconcierto de la mayor-. Hay mucha más nieve de lo habitual... ¿En qué mes estamos?

-En diciembre ¿Por qué la pregunta?-la rubia saltó un poco de la emoción.

-Por nada.-sonrió-. ¿Podemos salir en la noche? Por favor.-pidió juntando sus manos.

Alcina quería hacerlo, sabía cuanto la gustaban esas fechas pero tenía que pensar en ella y su bienestar.

-No esta vez Eli.

-¿Por qué no? Venga Alci no puedes hacerme esto.

-Puedo y lo haré, espera unos pocos días para empezar a salir otra vez del castillo. Y nada de caritas ni morritos, no funcionaran esta vez.

No puedo dejar que salga por un tiempo, no hasta que Madre Miranda este entretenida con algo y no pueda fijarse en ella.

Con esto y habiendo dejado las cosas claras bajaron para pasar el rato con las niñas, las cuales se aburrían mucho al no poder salir.

-Silencio ahora hijas mías.-habló llamándolas la atención-. He estado pensando en algo y quiero anunciarlo.

-¿De qué se trata madre?-preguntó Bela con curiosidad.

-¿Va a haber algo nuevo? ¿Ha pasado algo?-habló ahora Cassandra.

-No es nada de que preocuparse, solo quiero cambiar una cosa.-sonrió de lado mirando de reojo a Elizabeth quien seguía sin comprender del todo la situación-. Voy a cambiar el título de Elizabeth.

Eres mi único pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora