Capítulo 102

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La batalla continua.

Cada bando ya estaba situado con cada rival. Ninguno se libraba de la pelea.

-¡Escucha de una puta vez! ¡Te esta engañando!-gritó Heisenberg tratando de convencer a su hermano-. ¡Nos estaba utilizando a todos Moreau!

-Mi-Mientes.-estrelló parte de su cuerpo contra el suelo haciéndolo temblar bajo sus pies-. Madre me querrá, la importare más que vosotros.-escupió ácido hacia él, pero Heisenberg calculó el ataque y ya tenía un gran trozo de hierro cubriéndole como un escudo.

-¡Si sigues así no me quedará más remedio!-amenazó aún sin ser escuchado-. Tsk... No me dejas de otra, maldito saco de babas.-gruñó aún más alto siendo rodeado por una oleada de metales. Ya lo había decidido, se iba a transformar para pelear al mismo nivel.

***

-¡¿La tienes ya?!-preguntó Ethan angustiado mientras disparaba con la escopeta a la cabeza de las criaturas.

-¡Esperate, estúpido! ¡Esto no es fácil!-gritó Angie ordenando al resto de muñecas por donde atacar.

-¡Donna!-llamó su hermana mayor-. ¡Puedes hacerlo pero intenta darte prisa!

Donna asintió e invocó a las sombras de su alrededor con solo juntar sus manos. Debía protegerse a si misma contra la megamiceta y aquellos espíritus caídos iban a ayudarla. Entonces volvió a meter sus manos en aquella sustancia viscosa susurrando unas palabras contrarias al ritual para detenerlo.

-Ya casi.-murmuró bajo para que Alcina pudiera escucharla mientras asestaba otro golpe.

Por su parte, la vampira estaba con los nervios más allá del cien por ciento al ver la sangre que caía tanto de Elizabeth como de Miranda. Ambas se atacaban una y otra vez de forma agresiva y se regeneraban a gran velocidad para seguir repitiendo el ciclo. Era un círculo vicioso que ninguna parecía querer cambiar.

-¡¿De verdad crees que puedes derrotarme?! ¡¿Tú?!-rió fuerte esquivando las garras de la menor cuyos ataques no cesaban-. ¡Resultas tan patética intentando controlar aquello que no puedes!-revoloteó alrededor de ella creando cortes por todo su cuerpo-. ¡¿Acaso tu nuevo poder es demasiado para ti?!

-¡Callate!-rugió mostrando sus colmillos. Flexionó sus piernas y dio un gran salto atrapandola entre sus brazos. Clavó sus uñas varias veces en su abdomen y ambas golpearon el suelo con fuerza creando un gran agujero.

La primera en levantarse fue Elizabeth quien, con sangre cayendo por su frente, buscó a Miranda por todos lados sin resultado. Sus risas inundaron aquel lugar desconcertandolos a todos. Entonces Elizabeth vio como Miranda cubría todo con una densa niebla.

-¡Cubrios!-avisó viendo a su amada con miedo. Solo se escuchaban los gritos de dolor de distintas cosas, pero era incapaz de distinguir a quienes les pertenecían.

Corrió usando su velocidad en busca de sus aliados y con gran temor de no encontrarlos. Ni siquiera el olor de Alcina la guiaba hasta ella.

-¿Qué te pasa? ¿Ahora tienes miedo?-se burló sin aparecer-. Y yo que creía que te habías vuelto más fuerte.-entonces sintió como la pegaban en las costillas y la estampaban contra una de las rocas sobresalientes rompiéndola del impacto. Elizabeth escupió sangre y se sujetó la zona afectada intentando curarse-. Tu regeneración debería ser mejor ¿Tanto te cuesta controlar el regalo que te di?

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