Capítulo 100

1.8K 206 263
                                    

Mientras Alcina llamaba a sus hermanos para la inminente pelea, Elizabeth se había quedado junto a Ethan descansando por la energía que usaba contra su herida.

-Eso se ve mal.-la dijo sin dejar de observar los dos cortes largos empezando a cerrarse.

-Nah, podré con ello. Solo me pase de la fuerza pero el momento lo ameritaba.-comentó como si nada.

-Sé lo que he hecho pero aún así quiero disculparme contigo. Por haberles hecho daño.

-No estarías vivo ahora de no ser por la regeneración tan rara que tienes, así que las acepto como única opción.-de alguna forma eso hizo reír al rubio.

-Oye.-volvió a llamarla mientras ambos se apoyaban mejor contra la pared-. Dijiste algo de cuatro partes. Mi hija... ¿Qué la habéis hecho?-sus ojos mostraban preocupación y hasta terror.

-¿Qué le ha hecho Miranda? Esa es tu pregunta. Yo ni siquiera he visto a la niña en todo su esplendor.-negó con la cabeza-. De hecho, creo que deberíamos darte la parte que tenemos. Los otros dos traerán las suyas y la cuarta tendrás que recuperarla.

Antes de poder preguntar el por que de ello, la puerta se abrió dejando ver a una agotada Alcina. Su cara decía claramente que había hablado con magneto.

-Vienen hacia aquí, aunque Heisenberg tendrá alguna idea de porque los convocas.-la rubia asintió soltando un largo suspiro-. ¿Ocurre algo?

-No es nada, solo tengo que pensar como tratarlo. Pero confio en esos dos.-sintió como se movían a su lado y abrió los ojos viendo como Ethan se levantaba.

-Me gustaría tener el frasco donde esta mi hija.-pidió seriamente y mirando fijamente a Alcina.

-Ethan.-le frenó-. La hermosa Lady aquí presente tiene mucho más mal genio que yo. Dudo que lo quieras comprobar.-la vampira sonrió orgullosa al escuchar aquellas palabras.

-No se quedará a solas conmigo si es lo que te preocupa.-habló ahora ella-. Puede traerlo alguna sirvienta y ya.-llamó a una de las tantas que habían estado refugiadas hasta ahora y la pidió que lo trajera.

-Podría haberlo hecho, no te tengo miedo.-se mostraba seguro de si mismo por sus palabras.

Este tío es tonto.

-No lo dice por tu miedo, sino porque podrías ser perfectamente su próxima cena.-carcajeó volando hacia ella-. Sientate, vas a necesitar fuerzas para cuando llegue tu querido hermano.-sugirió antes de colocarse a su lado.

***

-Entonces dinos rubita ¿Por qué estamos aquí?

Donna y Heisenberg habían llegado hace apenas unos minutos y para sorpresa de ambos vieron a Ethan vivito y coleando.

-Es simple.-se cruzó de brazos ignorando la herida que tenía y siguió-. Creo que sabéis que Miranda no suele dividir recipientes y Ethan aquí presente es un humano bastante especial por llamarlo de alguna manera. Miranda buscaba que él fuera por cada casa para aniquilar a todos los Lords, sin excepciones.

El silencio abundó la sala mientras los recién informados se quedaban pensando en ello. Donna parecía algo triste mientras Angie miraba a todas partes mostrando sus nervios. Y Heisenberg...

-¡JA! ¡Lo sabía! ¡Esa zorra!-rió ante su propia miseria-. Sabía que tenía algo como esto entre manos. Y aquí tenemos al quinto.-señaló al humano entre carcajadas-. Que broma más cruel de parte de Miranda.

Eres mi único pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora