Capítulo 33

3.4K 325 67
                                    

Sueño, eso era lo que más sentía en estos momentos. El pequeño interrogatorio fue divertido para ella y las niñas pero la habían levantado muy temprano y no había tenido oportunidad de volver a la cama.

Frotó su cara empapandola con el agua que salía del grifo del baño tratando de despejarse. Un bostezo después mostró que no había servido de nada.

-......-se quedó mirando fijamente su reflejo intentando centrarse-. Que largo se me va a hacer hoy.-volvió a bostezar antes de salir de allí e ir con las niñas.

-Joder, que frío hace.-se quejó Daniela caminando frente a la chimenea.

-Esa boca mi niña.-dijo su madre quien leía tranquilamente.

-Estamos en pleno diciembre, no te extrañe.-respondió la humana sentándose sin avisar en el regazo de su amada-. ¿Podemos salir hoy?

-No se yo....

-¡Venga! No es tanto y a ti no te afecta el frío.-volvió a pedir como si fuera una niña pequeña.

-Esta bien, saldremos.

El sueño se le había quitado casi al instante. Saltó de su regazo y fue corriendo a las escaleras.

-¿Adonde vas?

-A buscar ropa que me abrigue, preparate que salimos ya.-contestó emocionada.

***

-No me esperaba verte por aquí.-comentó Elizabeth mientras miraba al otro lord.

-¿Qué quieres que te diga rubita? Necesito algunas cosas y sabes que no puedo evitar joderla a ella nada más verla.-soltó entre risas.

-Te acabará matando de un golpe maldito idiota.-rió ella también viendo de reojo la cara malhumorada de la mayor.

-Valdrá la pena.-pasó su brazo por el hombro de la menor sonriendo de lado al ver como su querida hermanita apretaba los puños-. Ahora que recuerdo.... ¿Para cuando lo necesitas?-susurró en su oído.

-Lo antes posible, quiero regalarselo a finales de este mes ¿Crees que puedes conseguirlo para entonces?-murmuró al mismo volumen que él.

-Será difícil pero lo haré, aunque no entiendo porque no te deja ir al pueblo sola.-ella se encogió de hombros.

-Desde lo de Miranda esta así, de milagro y estoy fuera ahora.

-Que fastidio.-bufó girándose a mirarla-. Vaya ¿Y esa cara? ¿No te ha sentado bien tu última cena?

-No me provoques niño.-gruñó.

-¡Ya estamos! Siempre usas el mismo insulto. Tanta cabeza y tan poco cerebro.-iba a seguir hablando hasta que sintió un golpe en sus piernas que le tiró al suelo-. ¡¿A qué cojones ha venido eso?!

-Estas hablando de mi chica ¿Qué te esperabas? ¿Un besito en la mejilla?-le tiró nieve encima y echó a correr.

-¡Oh mujer esto significa guerra!

Alcina los miraba sin saber como reaccionar. No sabía si matar a su hermano, enorgullecerse por la acción de la menor o reírse al ver como peleaban entre ellos. Solo negó con la cabeza aún divertida por la situación.

Elizabeth la miró disimuladamente y empezó a formar una bola de nieve en su mano bajo la atenta mirada de Heisenberg.

-¿Estas pensando lo mismo que yo?

Eres mi único pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora