Capítulo 68

2.7K 254 247
                                    

Elizabeth había dejado las cosas bastante claras, había jodido a Miranda hasta el punto donde esta no sabía que hacer.

Gruñía desesperada sabiendo que no podía obtener a su nuevo recipiente para su hija. Enfrentarse a tres de los lords no era la mejor idea y hasta ella lo sabía.

-¡MALDITA SEA!-gritó golpeando el escritorio frente a ella con los puños. Entonces se percató de unos papeles, entre ellos unos informes que la acababan de llegar y los que había conseguido de Elizabeth-. Si hubiera sabido que esa cría me iba a traer tantos problemas habría estado más atenta a ella. Creí que había muerto por culpa de las pruebas y ahora se esta volviendo en mi contra. Ella y todas mis otras invenciones.-sus alas se extendieron golpeando más cosas y agarró los papeles buscando buenas noticias.

Si que lo eran.

Miranda, lamento escribirte con tanto retraso, se que no querías saber nada sobre el proyecto “Eveline” pero debo informarte de algo que puede serte de interés. El experimento conocido como Eveline consiguió escapar hasta llegar a la granja de los Barkens donde infectó a toda la familia con el hongo, aunque eso no es lo relevante.

Hubo un hombre que consiguió entrar y salir de allí con vida junto a su esposa, Ethan y Mia Winters. No tenemos ninguna duda de que la mujer fue infectada y lo más seguro es que ese hombre ya no sea simplemente humano.

Nos has brindado mucha ayuda desde siempre, sobretodo con el virus progenitor. Lo menos que podíamos hacer era mandarte esto, a pesar de que ocurrió hace casi dos años. Lamento la demora pero sabes como es este tipo de información. Cuento contigo para hacer lo que creas conveniente con ella.

Por desgracia la firma se había borrado pero Miranda conocía perfectamente la identidad de aquel que la informaba. Uno de los tantos trabajadores de su difunto discípulo. Entonces sus pensamientos se sumieron en los Winters, dos posibles infectados.

Si trajeran una criatura a este mundo....

Como si de una bombilla se tratase su mente se iluminó con la idea y sonoras carcajadas fueron escuchadas por todo su laboratorio.

-¡Eso es! La respuesta ya esta cerca de mi y de mi querida Eva.-volvió a fijar su vista en los papeles sobre Elizabeth-. Vigilaré a esa familia muy de cerca y en cuanto a ti mi perfecto recipiente.... Me temo que habrá que tomar medidas de acuerdo a tu exterminio.-su sonrisa se agrandó con tan solo pensarlo.

Con un nuevo posible recipiente ya no la era necesaria y ya había demostrado su peligrosidad.

Disfruta mientras puedas, Elizabeth.

***

-¿En que piensas?-la menor saltó de su asiento al sentir la respiración de su amada en su cuello.

-No hagas eso.-rió empujándola levemente-. Solo asimilaba algunas cosas, nada importante.-Alcina la miró sin fiarse de ella-. No me pongas esa carita o tendré que comerte a besos.

-Oh lo estoy deseando draga mea.-sonrió dejando besos por todo su cuello-. Ya sé en que pensabas. Y creo que es hora de despejar esa mente tuya.-las manos de la vampira fueron a parar a los pechos de ella de forma provocativa.

-¿Necesitada mi amor?-la agachó atrapando sus labios con los de ella en un beso húmedo. Por supuesto que esto iba a ir a más. De un momento a otro ya estaban en la cama desvistiéndose. Alcina se quitaba su vestido mientras Elizabeth dejaba mordidas por su cuerpo antojandola aún más.

La vampira ya iba a atacar los muslos de la rubia cuando sonaron unos golpes en la puerta.

-¿Madre? ¿Podemos pasar?-las dos se miraron rápidamente y se levantaron de un salto de la cama. Elizabeth le lanzó su albornoz y ella se arregló la ropa lo mejor que pudo.

Eres mi único pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora