Capítulo 95

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AAAAAAAHHHH

Así estaba la cabeza de Elizabeth en estos momentos. Apretaba su mandíbula con fuerza mientras caminaba por los largos pasillos del castillo siendo seguida de cerca por Alcina, la cual no paraba de llamarla.

-Elizabeth.-al ver que no reaccionaba optó por adelantarla y ponerse delante de ella para frenarla-. Oye.-se apoyó en sus hombros queriendo mirarla-. ¿Cuál es el problema, cervatillo?

-No pasa nada, Alci.-negó queriendo quitarse de su agarre.

-No, sé que pasa algo. Nunca te pones así cuando hay un extraño en el castillo, mucho menos con las presas.-la menor chasqueó la lengua y voló por encima de ella.

-¿Era totalmente necesario?-preguntó colocando su mano frente su boca y haciendo como si la lamiera.

Vaya, alguien esta celosa.

La sonrisa juguetona de Alcina se mostró en su cara comprendiendolo al momento.

-Oh, ahora lo entiendo. Estas celosa por lo que hice.-se burló entre pequeñas risas.

-¡Callate! ¡No estoy celosa!-se quejó.

-¡Si lo estas! ¡Solo mirate!-rió más al ver como la menor adquiría un tono rojizo en sus mejillas-. Aw, eres tan adorable cuando te pones así.-dijo acercándose a ella y tomando sus mejillas entre sus manos.

-¡Basta! ¡Quita!-apartó sus manos y volvió al suelo para caminar al lado contrario que ella-. ¡Dejame en paz!-gruñó.

Celosita, no sabía que podías llegar a este punto.

Sus risas resonaban por los pasillos cada vez más al escuchar como su corazón se aceleraba por los nervios. Para Alcina esto era todo un espectáculo y lo adoraba.

-Madre.-llamaron sus hijas apareciendo detrás de ella.

-¿Va todo bien?-preguntó Bela.

-Eso ¿Mamá esta bien?-la siguió Cassandra.

-Notamos como estaba antes.-se acercó Daniela tomando la mano de su madre y apretándola levemente-. ¿Ha pasado algo?

-No, no, para nada mis niñas. Solo que vuestra madre esta algo... Molesta por las cosas.-explicó con tranquilidad ante sus caras preocupadas-. Y puede que también haya tenido un pequeño ataque de celos.

-¡¿Mamá esta celosa?!-chillaron las tres al mismo tiempo. Fue entonces cuando empezaron a reír.

-Esa también fue mi reacción. No es algo que nos esperaríamos de ella.-admitió con una ligera sonrisa.

-¡Vamos a buscarla! ¡Será divertido!-antes de que sus hermanas la siguieran, Daniela fue detenida por el gran brazo de su madre.

-No, mis hijas. Ahora no, dejar que se calme y luego podréis molestarla con eso. Pero solo una vez que se le pase.

-Pero mamá.-se quejó la pelirroja poniendo sus temidos ojos de cachorro.

-Pero nada. Venga, ir a jugar.

Yo tengo que resolver este pequeño problema de celos.

***

-Maldita Miranda.......Estúpido plan...-gruñía apretando los puños y dando alguna que otra patada al aire-. Maldito Ethan.....

Se había dado cuenta que Alcina tenía razón pero nunca iba a admitirlo. Menos a esas alturas, sino su poco orgullo caería enseguida.

Eres mi único pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora