Capítulo 44

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El mareo aumentaba y la cabeza de la joven humana daba muchas vueltas. Se sentía como si se hubiera bebido todas las reservas de vino. Heather la ayudó a llegar a su cuarto y la dejó sentada en la cama.

-Gracias por ayudarme, no sé que me ha pasado.-dijo agachando la cabeza incapaz de mantenerse centrada.

-No te preocupes, es completamente normal.-sonrió cerrando la puerta del cuarto sin salir de este.

-Puedes irte Heather, solo necesito dormir.

-Me temo que no Elizabeth.-la mayor de las dos la miró sin comprender-. Llevo un tiempo esperando y no voy a desaprovechar esta oportunidad.

-¿De qué estas...?-tapó su boca al sentir nauseas y evitó una arcada.

-No te preocupes, son los efectos de la droga que te puse. Pero se pasara en cuanto lleguemos.-su sonrisa aumentaba a medida que hablaba.

-Explicate.-gruñó intentando levantarse de la cama.

-No no no, así no se piden las cosas.-la sirvienta posó su mano en el hombro de ella evitando que se moviera más-. Tú y yo tendremos muchas cosas que hablar cuando te salve de ella ¡Oh y estará tan contenta de que complete su trabajo!-rió ligeramente.

-Dime de que estas hablando.-demandó tratando de mantener los ojos abiertos.

-Solo porque eres tú.-acarició sus mejillas disfrutando del momento-. Esa chica que te atacó... No recuerdo ni como se llamaba pero no fue la única enviada.

¿Qué tratas de decir?.... No puede ser...

-Parece que tu linda cabeza empezó a pensar.-dejó un beso cerca de sus labios para disgusto de Eli quien trató de apartarla-. Siempre tan distante conmigo, después de todo lo que hago por ti. Pero no pasa nada, Miranda lo arreglará.

-¡¿Trabajas... para ella?!

-¡Claro que si mi amada! Nosotras dos fuimos enviadas por ella. Nuestro trabajo era espiarte, informarla sobre ti. Y después nos ordenó llevarte hasta ella y creeme que yo no seré tan torpe como aquella estupida criada.-rió de forma psicópata.

-¡¿Por qué?!-trató de apartarla sin éxito mientras Heather sujetaba sus muñecas.

-¿Por qué? Al principio solo eran órdenes pero ahora... Ahora se que puedo tenerte conmigo. Mereces ser feliz y no con ese monstruo.

-¡Ella no es un monstruo!-gritó enfurecida.

-¡Si que lo es! Pero te han lavado la cabeza. Miranda te ayudará y te salvaremos de ellas. Formaremos una bonita familia tú y yo.

-¡Te esta usando! ¡¿No lo ves?! ¡Ella me quiere para sus propios fines!

-¡No es verdad! Me ha prometido tenerte y así será. Confío plenamente en Madre Miranda.

Elizabeth estaba angustiada y las fuerzas la abandonaban. Por cada intento de escape mayor era su debilidad. Necesitaba ayuda.

¡Tengo que avisarla!

-¡ALC.....Mmhp!-Heather tapó su boca entre risas.

-No intentes llamarla, no vendrá a por ti ¿Quieres saber por qué?-se acercó a su oido-. Porque ella estará en un sueño tan profundo como tú lo estarás en unos minutos.-susurró-. Nadie vendrá a por ti.

Esto no puede estar pasando ¡No puede ser verdad!

Tenía miedo, temía a Miranda y lo que podría haberle hecho a su amada.

¡Sueltame! ¡¡Maldita!!

Se movía bruscamente consiguiendo zafarse por un momento de su agarre pero no duró mucho ya que se lanzó sobre ella. El sueño empezaba a invadirla pero no podía dejarse llevar.

Eres mi único pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora