Capítulo 90

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Elizabeth trataba de guardar la compostura ante el gran evento que iba a vivir en apenas unas horas. No se sentía nada preparada, más bien era como si toda su confianza se hubiera esfumado de repente.

Aquella noche no había dormido con Alcina, las niñas la arrastraron contra su voluntad a otro cuarto para poder prepararlas por separado y así evitar que vieran sus trajes.

Mentiría si dijera que no la había costado mucho dormir. Entre los nervios y que no estaba cerca de su amada lo único que había conseguido era pensar una y otra vez en todo lo que habían planeado en las últimas semanas.

Nunca pensaría que una boda necesitaba de tantas cosas. Que si decoración, los trajes, los invitados, el menú, la tarta, la celebración, las flores...etc. Era todo demasiado complicado y parecía que el día nunca llegaría. Pero aquí estaba, frente a un gran espejo contemplándose mientras la ayudaban a acomodarse en su traje.

Era muy similar al que había usado para comprometerse, traje negro con líneas blancas creando algunos símbolos. La diferencia era su longitud, pues la gabardina caía por detrás de ella y se movía al son de sus pasos. Todo ello idea de su diseñadora favorita, la pequeña Donna.

Se sentía rara en esos momentos, muchos sentimientos encontrados. Unos ruidos molestos sonaron justo al lado de su oreja llamando su atención.

-¡Mamá!-gritó Cassandra chasqueando los dedos-. Que te estamos hablando.-se quejó.

-Lo siento mis nenas.-sonrió dirigiendo su mirada hacia ellas-. ¿Qué decíais?

-Dani opina que tus uñas quedaran mejor en negro ya que no vas a llevar guantes.-dijo separándola de ese espejo para sentarla en un tocador para cepillarla.

-Deberíamos maquillarte un poco, madre se va a poner radiante para ti.-habló ahora la pelirroja tomando su mano para hacer lo dicho.

-Estoy deseando verla.-se dejó hacer mientras ambas niñas terminaban de arreglarla. Dejó que Daniela la pintara la línea del ojo como una petición más y se levantó para volver a verse en el espejo.

-¿Qué te parece?

-Depende ¿Me voy a casar o voy a matar a Batman?

-¡Mamá!-chillaron al mismo tiempo sacándola varias carcajadas.

-Lo siento, no pude evitarlo.-rió acariciandolas a ambas con cuidado de no estropear sus peinados-. Lo habéis hecho muy bien las dos. Terminar de prepararos.

-No.-sentenció la azabache-. Te escaparás para ir a ver a madre.-se cruzó de brazos con una sonrisa por haber adivinado sus intenciones.

Me ha pillado.

-Que va, para nada.

-¡Ambas lo sabemos!-se unió Dani a su hermana entre risas. Pararon al escuchar como llamaban a la puerta-. ¿Quién es?

-Soy Judy mis señoras, vengo a avisar de que los invitados ya han llegado y que vuestra hermana os espera.-informó.

-¿Ya? Si que ha pasado rápido el tiempo.-pensó Cassandra en voz alta-. Ya vamos.-se giró hacia su segunda madre-. Y tú ni te escapes.

-Os doy mi palabra.-dijo con sinceridad viéndolas sonreír y desaparecer en sus insectos nada más abrieron la puerta. Por su parte la rubia creyó haberse quedado sola y no pudo evitar volver a mirarse al espejo pasando su mano con cuidado por su cicatriz-. ¿Estoy preparada para esto?-se susurró a si misma.

-Claro que lo estas.-sintió un peso sobre sus hombros y vio a Judy detrás de ella-. Te noto preocupada y nerviosa Eli.

-No. No, estoy bien.-se excusó sin convencerla-. Yo....-agachó la cabeza levemente sin atreverse a mirarla.

Eres mi único pensamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora