OCULTA PASIÓN
by
Lady Graham
. . .
El brillo en sus ojos y la sonrisa en su rostro reflejaban la felicidad que en ese momento sentía. Gritarle al mundo entero la noticia recién recibida quería, pero no; él tenía que ser el segundo en saber.
Cande, amigable y amable, sostuvo la puerta para que una pareja ingresara. Posteriormente, ella abandonaba el edificio visitado.
El ruido del que siempre se quejaba le parecía la más bella de las melodías; y ella era tan feliz que se puso a improvisar las letras para una canción.
Conforme transitaba la avenida, la mujer, de momentos, aceleraba sus pasos, pero de pronto los hacía lentos. Sí, debía ser más cuidadosa a partir de ese día. Correr por las mañanas; jugar deportes por las tardes o ir a bailar por las noches, aguardarían por ella hasta que...
De acordarse, la fémina sonrió abiertamente y al cielo miró agradeciendo por lo que en su vientre llevaba dos meses formándose.
Con regular paso, la futura madre llegó a la estación de autobuses. Ahí, abordó uno que la transportara hasta Plátano Ville, área muy cerca al puente George Washington en Nueva York.
Sus vecinos, —a pesar del poco tiempo de conocerla—, la estimaban mucho y lamentaban no poder decir lo mismo del hombre que vivía con ella que siempre disculpaba sus desplantes y groserías cuando en las calles o en el pasillo del edificio donde compartían departamento él no se dignaba a contestar el saludo que se le proporcionara.
La inquilina del 2018, al verla tan radiante en el momento que ingresara al edificio, fue a su encuentro; y como si años no la hubiera visto, la joven abrazó a la morena mujer la cual tuvo necesidad de preguntarle nada viendo partir a la contenta aquella que al arribar a su vivienda en el tercer piso...
La puerta estaba semi abierta. Habiendo mirado con extrañez a sus lados derecho e izquierdo, la recién llegada empujó levemente la puerta descubriendo poco a poco que su sala estaba ocupada.
Dos trajeados hombres, al verla, se pusieron de pie siendo la portera quien tomara la palabra:
— Discúlpame por traerles hasta aquí; pero me dijeron que era muy importante entrevistarse contigo, así que yo pensé...
Cande se sentía tan dichosa que para nada se molestó; al contrario, sonriendo decía:
— Está bien, Pony. Yo los atiendo, gracias.
En lo que la encargada emprendía retirada, uno de los hombres hacía las debidas presentaciones:
— Buen día. Somos los abogados Stevenson and Cartwright.
— ¿Abogados? — se repitió con extrañeza la profesión.
— Sí. Nos ha enviado... su señor esposo.
— No entiendo para qué.
— Para entregarle este documento —, se le extendió. — Ahí, encontrará el motivo de nuestra visita.
Presintiendo lo peor y demostrando seguridad, la visitada lo recibió para que sus delgados dedos rasgaran un pedazo de papel.
Prontamente enterada, ella soltó un "já" incrédulo; y sacudiendo lo que sostenía su mano, pedía corroboración:
— ¿Me está solicitando el divorcio?
— Él está dispuesto a...
— ¿Puedo saber por qué?
El más sensible de aquellos dos sintió pena por ella y apenas pudo pronunciar:
— Porque...
El otro, para nada sutil, la hacía de su conocimiento:
— Desde su unión, su marido le ha venido exigiendo un hijo y usted se ha negado a dárselo.
— ¡¿Negarme?! —, ella respondió molesta. — Él y yo teníamos un acuerdo. Le propuse esperar porque éramos muy jóvenes y teníamos que concluir nuestros estudios. Él lo aceptó porque necesitaba trabajar y pagar su auto; y hoy yo...
— Precisamente hoy, sus intereses han cambiado y le urge un hijo, cosa que a usted no.
— ¡Vaya! — alcanzó a expresar la joven buscando asiento, desde el cual preguntaba: — ¿Qué pasará si me niego?
— Ya está en proceso la anulación de matrimonio religioso; además, aunque lo haga, el señor ya no vive más con usted.
— ¡¿Qué dice?!
Acumulada de información, la joven se levantó para dirigirse a su recámara y verificarlo.
Las puertas del closet estaban abiertas y los cajones de la cómoda lucían como si alguien hubiese tenido prisa de huir al buscar solamente lo necesario.
Aguantándose los mareos que se hicieron presentes, la joven volvió a ellos para decir:
— Bien. ¿Quieren que lo firme ya o pueden esperar hasta que lo consulte con mi abogado?
— No será necesario. El señor...
— Sí — apresuró la joven. — Voy a consultarlo con mi representante legal.
Debido a la resolución, se extendía consejo:
— No haga las cosas difíciles, señora; y firme de una vez.
— ¿Me hacen un favor?
Los ingenuos dijeron que sí, por ende, ella pedía:
— Cierren la puerta al salir y no se preocupen... mi abogado les informará de mi respuesta.
Ignorándoles, la mujer se giró para ir en busca del teléfono. Y en lo que marcaba un número, el aire comenzó a faltarle siendo imposible responder a quien le contestaba del otro lado de la línea porque perdió el conocimiento.
Asustado, el abogado y amigo de ella dejó todo lo que hacía para salir de su oficina e ir a su lado.
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Oculta Pasión
FanfictionEl amor es así: reservado; y él, además de escondido, lo tenía por ella, la cual con solo mirarla lo hacía temblar. Qué será cuando estén frente a frente. Escrita y primera vez publicada: Febrero, 2014. Reedición y republicación: Junio 2023.