El mismo esmero y dedicación, Cande le puso a lo que hubo preparado en casa: un suculento pay de queso sabor naranja que yacía bonitamente decorado en la barra que dividía la cocina y el comedor.
De ahí, se buscó el teléfono y se dirigió a la consola que nuevamente sonaba.
Tomando la rosa para ponérsela en la oreja, la coqueta mujer miró la serie numérica que estaba impresa en la tarjeta y los marcó. Y el hecho de que del otro lado no le contestaran, la desilusionó, pero también le molestó ya que...
Consiguientemente de haber visto la rosa y la tarjeta, emocionada la fémina, habiendo dejado sus bolsas en el suelo, encendió el viejo aparato.
El oírle tocar de nuevo le hizo sentir urgencia por llamar a quien milagrosamente lo hubo conseguido.
Sin embargo, su presencia en el parque y no en su trabajo, se lo impidió; pero el no bajar al establecimiento con la intención de pagar.
Saber que no había cargo alguno, a Cande la llenó de vergüenza; así que, con mayor razón le pidió a Bob un favor.
— El que guste — contestó el encargado.
— Sé que Terruce está en el parque.
— Sí, así es.
— ¿Tiene hora para volver?
— Normalmente, son tres horas las que se pasa allá.
— Bien — hubo dicho ella sonriente porque era el tiempo suficiente para hacer su postre.
— ¿Quiere que le deje un recado?
— No, no será necesario. Yo le llamaré para agradecerle por su trabajo y por su gesto tan amable al no cobrarme.
Bob asintió con la cabeza y dijo:
— Como guste.
— Bueno, me retiro. Pase buena noche.
— Usted también, señorita Cande.
El que supiera su nombre, la desconcertó por un segundo porque en el siguiente volvió a sonreír al adivinar que Terruce pudiera habérselo dicho.
Al salir de ahí y estar afuera esperando oportunidad para cruzar la calle, Cande sintió el deseo de ir al parque para extenderle personalmente la invitación. En cambio, desechó la idea y a su apartamento se condujo para hacer su dedicada tarea.
Volver a llamarlo no le veía el caso, lo mismo que el dejarle un mensaje grabado. Y es que la amabilidad por parte de él así no debía pagársela.
No, de ninguna manera, por ende, creyendo que él pudiera ver su llamada y llamarle, Cande no probaría el pay hasta que Terruce le acompañase.
Por consiguiente y haciendo a un lado su berrinche, la mujer se dispuso a descansar, porque al otro día...
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Oculta Pasión
FanficEl amor es así: reservado; y él, además de escondido, lo tenía por ella, la cual con solo mirarla lo hacía temblar. Qué será cuando estén frente a frente. Escrita y primera vez publicada: Febrero, 2014. Reedición y republicación: Junio 2023.