Emocionado de los golpes que soltara pero sobándose una mano, Jimmy llegó al apartamento donde estaba su amigo.
Éste no vería su presencia ya que el chico, al haber encontrado la puerta abierta, se dio vuelo estando de mirón, fascinándole mayormente la vista panorámica a la ciudad neoyorkina que desde ese piso se veía.
Saciada su curiosidad, finalmente Jimmy atendía al llamado de Terruce que no dudó en preguntar al ver su todavía sonrisa de campeón:
— ¿Puedo saber qué te tiene tan feliz?
Jimmy cubriría la situación vivida con quien ignorara el nombre de Anthony Andrew al decir:
— ¿Tu casamiento con la señorita Cande no es para estarlo? Me la encontré abajo y vi que en su dedo has puesto un anillo de compromiso. ¡Felicidades, Terry!
El chico se abalanzó al amigo convaleciente el cual lo recibió en un fuerte abrazo.
— Gracias, Jimmy.
Posteriormente, los dos hombres se separaron preguntando uno:
— ¿Ya fijaron fecha?
— No, todavía no.
— Entonces, te recomiendo que lo hagas pronto.
— ¿Por qué? — preguntó un intrigado Terruce a lo que hubo sido una urgente manera de sugerírselo.
— ¡No, no! — Jimmy quiso corregir su error; — sólo fue un decir.
Sin embargo...
— No me estás ocultando algo, ¿verdad?
— ¡¿Yo?! Cómo crees.
Para salirse del embrollo en el que se estaba metiendo, el rapazuelo diría:
— La señorita Cande me dijo que tengo que ir de compras.
— Sí, pero antes —, el técnico se enderezó para quedar sentado; — ayúdame a ir al baño.
— Mi abuelita Pony tiene un cómodo, si quieres te lo traigo.
De su broma y no, el herido rió diciendo:
— Muy buena idea, pero no.
— Como quieras.
Para fungirla de bastón, Jimmy se paró a su lado; y en su hombro izquierdo se posó una fuerte.
Una vez que Terry estuvo de pie, el chico fue por la silla de ruedas para llevarlo, después de haberla ocupado, al lugar señalado.
Allá, alguien se tomaría su tiempo, aprovechándolo el joven visitante para volver a salir al balcón y mirar nuevamente el hermoso paisaje que tenía enfrente.
Pasados los minutos, un parcialmente aseado técnico ayudado por sí mismo apareció por la sala.
— ¿Jimmy? — llamaron a éste.
— Sí — se respondió; y al instante siguiente se presentó frente a su amigo.
— En la mesa te dejó la lista de lo que debes surtir — Terruce hubo indicado. — En el local dejé mi cartera dentro de un bolsillo de mi pantalón, llévala contigo para que pagues y me la traes, así como algo de ropa.
— ¿Piensas quedarte aquí para siempre?
— No creo que vivamos aquí.
— ¡¿Es que se irán del pueblo?! — Jimmy no hesitó en contristarse.
— Debo llevarla a vivir a un lugar más grande y mejor.
— Sí — se oyó resignación; — me imagino que así pasa cuando dos se casan.
— Pero eso no será ninguna imposición para que vengas a visitarnos cuando tú gustes.
— ¿Te la llevarás a Vermont? — de donde era originario Terruce que lo dudaba.
— Eso dependerá de ella.
— Bueno — expresó Jimmy dirigiéndose a la mesa del comedor para tomar la nota y acatar. — Iré por esto — sacudió el papel en la mano, — y trataré de no tardarme.
— Sólo ten mucho cuidado, por favor.
— Sí, señor.
Ulteriormente de palmearle el ancho hombro, en lo que Jimmy salía para realizar los encargos, Terruce, al quedarse a solas, como pudiera se las iba a arreglar.
No obstante, al conducirse al interior de la cocina en escuadra, sobre sus gabinetes yacían tres cajas de diferentes cereales, un frutero valga la redundancia con fruta de temporada y un elegante servicio de mesa así como miel y azúcar natural o de suplemento.
De la nota que había encima, él sonreiría al leer:
— Creo que la leche si puedes alcanzarla y tomarla del refrigerador. Buen provecho, querido. Prometo prepararte algo muy rico para hoy. Con cariño, Cande.
— Cande.
Terruce repitió su nombre; y de sólo pensar en su ausencia, un corazón la extrañó. Tomó el pedazo de papel y lo guardó en el bolsillo de su corto pantalón para dedicarse a saborear: el suculento manjar que ella le hubo dejado.
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Oculta Pasión
FanfictionEl amor es así: reservado; y él, además de escondido, lo tenía por ella, la cual con solo mirarla lo hacía temblar. Qué será cuando estén frente a frente. Escrita y primera vez publicada: Febrero, 2014. Reedición y republicación: Junio 2023.