Oculta Pasión

Capítulo 8: Parte G

Debido a que se sentía apenado, Terruce, al estar rindiendo su declaración, ni una sola vez se atrevió a mirarla.

Ella, en cambio, sí lo hacía reconociendo frente al ministerio público que su amigo había tenido la culpa de la agresión que hubo sido víctima.

Aún así, por escándalo en la vía pública, el guapo técnico pasaría unas horas en el área de separos y también debía cubrir una multa de una semana de trabajo.

Sintiéndose con la obligación, Cande salió de ahí para dirigirse al auto donde Neil seguía durmiendo la mona; y que por lo mismo y sin recato, lo esculcó sacando de sus prendas la cartera y de ésta tomó el dinero que ella completó del suyo para pagar la sanción sin que Terruce tuviera noción de eso.

¡Lógico! cuando Neil despertó, además de preguntar ¿qué había pasado? y ¿dónde estaba?, al ser enterado, ingresó al recinto judicial para alegar dizque por sus derechos pisoteados.

No obstante, al leer la lista de testigos que tenía a su favor, miró a la única que supuestamente debía estar de su lado y que aconsejadamente le diría:

— No te conviene levantarle cargos.

Analizado que él tenía más por perder, Legan inteligentemente no procedió y abandonó el lugar para dejar a Cande frente a su casa.

Pero antes, ella insistiría hasta conseguir la promesa de su amigo de no molestar más al técnico.

Aún malhumorado, humillado y traicionado, el moreteado Neil contestaba — sí — porque honestamente debía reconocer que en su vida hubo recibido brutal golpe como el de ese día.