Pensando qué iba a hacer primero, Cande llegó a su departamento.
Al ingresar, sonrió del olvido de apagar la consola.
Calculada tamaña cuenta de luz que le llegaría, fue a desconectarla, dejando encima las llaves y luego a su recámara.
Sobre la cama que se veía un poco desordenada, ella se dejó caer, sumiéndose su esbelto cuerpo entre las gruesas sábanas que cubrían el mullido colchón.
Estirándose con sensualidad, la rubia sonrió de haberlo tenido ahí, pero también de haber estado allá con él.
Y de no haber sido por ese dichoso viaje, ¡seguro! que los labios que se acariciaba, seguirían pegados de su boca de la cual se estaba haciendo adicta.
La mano que se hizo de su adolorida intimidad, también parecía extrañarlo ya. Y porque sus caricias le estaban haciendo falta, en un gemido placentero, lo llamaba:
— Terry.
Al reconocer lo pronto que lo estaba necesitando, Cande volvió a la cordura y se puso de pie, jalando consigo las sábanas para empezar con sus debidas actividades que consistirían en: hacer un poco de lavandería, arreglar su recámara, la maleta para el viaje, en fin... cuánta cosa pudiera mantenerla ocupada para no pensar en él.
No obstante falló en su cometido; y es que al estar ya ordenando el área sala-comedor, en la mesa vio la batidora y recordó que sus manos iban a componerla.
Para no ir a molestarle, o mejor dicho, para no volver a caer en la tentación de su presencia, se comunicó con el portero.
Éste subió y se le pidió de favor que lo llevara adonde el técnico quien, después de haber hablado con Jimmy, con éste se fue al restaurante para ordenar sus desayunos y tomarlos allá al estar inapetente Bob el cual sería el encargado de recibir el aparato electrodoméstico.
Con la promesa de ser arreglado tan pronto el experto llegara, el portero fue a anunciárselo a la rubia inquilina que además de decir gracias, urgencia no tenía por necesitarlo.
Percibiéndolo, Terruce, al regresar a su lugar de trabajo, se dedicó a hacer otras cosas durante algunas horas porque llegadas las quince con treinta minutos dio por finalizado su día laboral para subir a su vivienda, asearse, vestirse, arreglar su maleta de juego y salir para ir a reunirse con sus amigos cuales en varios autos se montaron para dirigirse al condado vecino y no regresar sino hasta pasada la medianoche ya que al ganar varios partidos entre la cervecita, el cigarrito, la fiestecita, el cotorreo, se la pasarían.
Aunque el desvelo, a él no le impediría levantarse temprano, porque...
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Oculta Pasión
FanfictionEl amor es así: reservado; y él, además de escondido, lo tenía por ella, la cual con solo mirarla lo hacía temblar. Qué será cuando estén frente a frente. Escrita y primera vez publicada: Febrero, 2014. Reedición y republicación: Junio 2023.