Capítulo 12: Parte G

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Desde su lugar de trabajo, el curioso de Jimmy los había estado observando.

Al ver a Terruce salir y cruzar la calle para meterse adonde Susana, la sangre comenzó a hervirle y a su amigo, cuando lo tuviera de frente, llamaría:

— ¡Maldito traidor infiel!

Bob, del arranque rabioso del jovencito, se sorprendió; y lo llamó en su acelerada carrera hacia cierta parte del local.

Sin embargo, aquél quiso tener el tamaño del técnico para agarrarlo a golpes y matarlo si fuera posible.

Indicando quién iría a buscar al chico:

— Jimmy — Terruce lo llamó al haber ido detrás de él.

— ¡No me hables ¡nunca! si es posible!

Okay, lo haré si así lo quieres; pero escúchame primero.

— ¡No tengo nada que escuchar. Te lo advertí —, con un atizador de hierro lo amenazaba, — y voy a encargarme de que Cande, así como yo le pedí que se casara contigo, no lo haga ahora!

— Tienes razón en estar enfurecido conmigo, pero fue ella la que me pidió que saliera con Susana.

— ¡¿Cómo?!

— Yo sólo estoy obedeciendo lo que se me ordenó.

— ¡¿Por qué lo hizo?!

— Es una prueba de confianza entre los dos y también mi castigo por haberlo hecho.

Bajando el arma, Jimmy totalmente desconcertado se rascó la cabeza y decía:

— No lo entiendo.

— Yo tampoco; pero debo hacerlo. Debo cumplir o mi palabra estará en juego. Y como lo último que quiero es hacer enojar a la mujer que quiero, voy a obedecer.

— Pero... ¿qué tipo de salida tienes planeada con Susana? Porque bien sabes que esa chinche anda tras tus huesitos.

— ¿Me crees capaz de engañar a Cande a la cual amo?

— No, si no quieres perderla.

— Y exactamente... no quiero. Como tampoco quiero perder tu amistad.

Terruce le estiró su brazo; y la mano que se le daba fue tomada diciéndose:

— Discúlpame por... ofenderte.

— Yo sólo entiendo que te preocupas por nuestra felicidad. Y te lo agradezco mucho.

— ¿Prometes no faltarle?

— Ni con el pensamiento.

— Pero por si las dudas —, Jimmy se soltó para decir conforme se llevaba el atizador a los hombros: — voy a seguirte para vigilarlos.

— ¡¿Qué?! — Terry hizo un gesto contrariado.

— Tal vez en ti confiare, pero no en ella. Así que, ¿cuándo saldrán?

Oculta PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora