Por la manera de haberse llevado a la mujer: abrazada por la cintura, tapándosele la boca y ella dando patadas por liberarse, dos hombres rieron preguntando uno:
— ¿Crees que acepte?
— El abogado ha mostrado mayor interés; así que, esperemos a que él la convenza.
Hubo dicho Anthony el cual interiormente deseaba un "sí", y es que la rubia le hubo gustado en el justo instante que el investigador privado le mostrara la primera fotografía de ella conforme salía del edificio donde vivía al trabajo. Empero...
Hasta el interior de un elevador, Neil cargó a Cande; y ésta, verde del coraje, le gritaba:
— ¡¿Qué has hecho, pedazo de imbécil?!
Contestación de éste, ella no obtuvo porque demás ejecutivos se unieron a lo que sería un descenso.
Al llegar a un lobby, la rubia demandaba conocimiento:
— ¡¿Qué es lo que pretendes, Neil?!
Legan la tomó del brazo y la condujo hasta la calle.
Durante ese trayecto, volvió a decirse nada, sino hasta que estuvieron en medio de una explanada.
— Acepta la propuesta.
— ¡¿Qué idiotez estás diciendo?!
Hasta las blancas palomas que había alrededor emprendieron su vuelo de tamaño grito que Cande pegara.
— Que no puedes darte el lujo de rechazar ese dinero.
— ¡¿Quieres ver que sí?!
La rubia intentaría emprender el regreso al altísimo edificio; no obstante, el abogado se lo impidió al decirle:
— Yo sé que si por ti fuera, en ese instante les hubieras dado tu negativa.
— ¡Claro! Porque no puedo casarme con él.
Terruce era uno de los muchos motivos para no hacerlo. En cambio...
— ¿Por qué no? — se cuestionó.
— Neil —, Cande bajó el tono de voz, — si lo viste bien, pudiste haberte dado cuenta, ¡qué fácil! soy diez años mayor que Anthony Andrew.
— ¿Y eso qué? Dentro de la sociedad hay matrimonios así y nadie los critica.
— ¡Me criticaré yo y no me hará feliz! ¡Y tú quieres que lo sea, ¿no es así?!
— Sí, pero escucha...
— ¡No, tú hazlo! —, la rubia estaba fuera de sí. — ¡Como mi representante legal que eres, regresa y rechaza la propuesta. Veinticinco por ciento será suficiente para los dos!
— ¡Pero podrías tenerlo todo!
— ¡Entonces ve y cásate tú!
— Si tuviera las mismas tendencias de Terruce tal vez...
— ¡Basta, Neil!
La mano de Cande cruzó fuertemente su mejilla, doliéndole más al hombre la mirada dura que su amiga le proyectaba, entonces, intentaría expresar:
— Lo lamento. No quise...
— ¡No, sí quisiste! ¡Y no te voy a permitir un insulto más para su persona!
Bastante nerviosa se sentía de no saber de él, que aunada otra de las insolencias de su amigo, sus miradas estaban fijas y sus rostros muy serios que Cande le diría:
— Pero porque sé lo mucho que te debo, ahora la propuesta será para ti. Iremos al hotel, y si Terruce no vuelve atender el teléfono —, en contra de su voluntad, — me uniré con Anthony Andrew sólo para pagarte hasta el último centavo que has gastado en mí, pero eso sí, la relación entre nosotros se acaba en el momento que vaya y diga "acepto".
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Oculta Pasión
FanfictionEl amor es así: reservado; y él, además de escondido, lo tenía por ella, la cual con solo mirarla lo hacía temblar. Qué será cuando estén frente a frente. Escrita y primera vez publicada: Febrero, 2014. Reedición y republicación: Junio 2023.