Teléfonos llamando, gente hablando, otras alegando y pocas dando teclazos en las computadoras eran los sonidos que había adentro.
Él, frente a una oficial de color, estaba ya declarando los reales acontecimientos; y procuraba no mirar custodiada a Susana la cual tenía en frente para también ser reconocida, y no porque no fuera digna de su persona sino para no avergonzarla más de lo que ella se miraba y que todo el tiempo se mantuvo con la cabeza agachada y los ojos en el suelo oyendo lo que Terruce decía.
Pero ella sí levantaría la cabeza para mirarlo al oír su punto final cuando se le cuestionaba:
— ¿Tiene algo más que quiera agregar?
— En sí, que no tengo nada en contra de la señorita Susana Marlo, ya que, como ella haya actuado, se debió a la ofensa que yo cometí.
— Bueno, eso será el juez quién lo decida. Porque otro error de ella fue haber corrido ante la presencia de un oficial de policía. Además, su hermano —, que también estaba presente y se mostraba indiferente a la situación, — tiene varios registros de delincuencia. Usted sólo ha venido a cumplir como la ley lo marca al ser el principal perjudicado.
La sonrisa de la oficial dio por terminada la declaración.
Antes de que se llevaran a los detenidos a una orden dada, Terruce pedía:
— ¿Habrá alguna posibilidad de poder hablar con ella?
Los agentes se miraron entre sí.
— Sólo dos minutos — dijo la encargada de atenderlo.
Suficientes para él que ayudándose por sí solo se le acercó, diciéndole ella al estar figurativamente a solas, y es que desde cierto punto la vigilaban.
— Terry, lo lamento mucho —, ella tenía lágrimas en los ojos.
— Yo también, Susana — dijo él.
A su amabilidad, la estilista correspondería al preguntarle:
— ¿Cómo estás?.
Una voz se tornaba amenazante:
— No pedí hablar contigo para darte un reporte de mi salud, sino para dejarte en claro lo que nunca habrá entre tú y yo.
La detenida agachó la cabeza asintiendo positivamente.
— Espero que no estés pensando en venganzas porque a la próxima, seas tú, sea tu hermano o quién sea que venga a mí de tu parte, no volveré a tentarme el corazón para tomar su vida con mis manos.
En la noche anterior ella vio que sí podía acabar con quién fuera y la mirada que tenía en ese momento se lo afirmaba.
— Entiendo — respondió Susana.
— En verdad espero que sí. La vida es linda; así que, vívela y deja vivir.
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Oculta Pasión
FanfictionEl amor es así: reservado; y él, además de escondido, lo tenía por ella, la cual con solo mirarla lo hacía temblar. Qué será cuando estén frente a frente. Escrita y primera vez publicada: Febrero, 2014. Reedición y republicación: Junio 2023.